Frases de Cielo
Frases sobre «Cielo»
Una mente debilitada siempre ve todo a través de un velo negro. El alma crea sus propios horizontes; tu alma esta oscura, por eso ves un cielo tan nublado.
La contemplación es la prerrogativa del niño, que con tanta frecuencia se asombra. Por eso se encuentra tan a sus anchas en el Reino de los Cielos.
Porque hay eunucos que nacieron así del seno materno, y hay eunucos que se hicieron tales a si mismos por el Reino de los Cielos. Quien pueda entender, que entienda.
Debes ser una flor, desplegando sus pétalos cuando el sol se eleva en el cielo, no afectada por el fango en el que nace o por el agua que la sostiene.
Sabía usted que sabias que es físicamente que los cerdos volteen hacia el cielo.
Abre tu ventana al poniente y piérdete en el cielo del amor.
Si el cuerpo cede a las afirmaciones del espíritu como debe, es fundamental para derribar el reino de los cielos en la tierra.
Dejad que los niños lleguen a mi, porque de ellos el reino de los Cielos.
¿Como es que nuestro planeta Tierra, que es solo un reflejo de lo que hay en los cielos, puede tener tanta variedad de vida, tantas criaturas curiosas y emocionantes?
¿Este inmenso azul del cielo es su verdadero color o es el efecto de la distancia infinita?
La meditación nos eleva por encima de las nubes tormentosas de la vida, hacia los cielos radiantes de la luz interna.
Ella, me quiere como no me quiero yo. Ella, me cuida como no me cuido yo. El cielo a mi favor se equivoco.
El cielo no es un lugar, y no es un momento. El cielo es ser perfecto.
La moderación es la mejor virtud para gobernar a los hombres y servir al cielo.
La vida esta absolutamente equilibrada entre lo positivo y lo negativo. Ahora es tu elección decidir de que lado quieres estar: en el cielo o en el infierno.
La vida es crecimiento. Si detenemos el crecimiento, técnica y espiritualmente, somos tan útiles como cadáveres. El Arte de la Paz es la celebración del enlace del cielo, la tierra y la humanidad. Es todo lo verdadero, lo bueno y lo bello.
Conviértete en el cielo. Usa un hacha contra la pared de la prisión. Escapa.
éramos el abrazo de amor en que se unían el cielo con la tierra.
Los sentimientos vienen y van, como las nubes en el cielo. La respiración consciente es mi ancla.
Las nubes que vagan por el cielo no tienen raíces, ni hogar, ni tampoco los diversos pensamientos que flotan en la mente. Una vez contemplas la propia mente, cesa la discriminación.