La iluminación espiritual

Frases Morihei Ueshiba

Citas Morihei Ueshiba


Ocho fuerzas sostienen la Creación: movimiento y quietud, solidificación y fluidez, extensión y contracción, unificación y división.

La economía es la base de la sociedad. Cuando la economía es estable la sociedad se desarrolla. La economía ideal une lo espiritual y lo material, y las mejores mercancías con las cuales comerciar son la sinceridad y el amor.

Las técnicas del Arte de la Paz no son rápidas ni lentas, no están afuera ni adentro. Están mas allá de tiempo y espacio.

Jugar con una y otra técnica es de poca utilidad. Actúa con decisión y sin reservas.

El Arte de la Paz no es fácil. Es una lucha hasta el fin, la matanza de los malos deseos y de la falsedad interior. En algunas ocasiones, la voz de la paz resuena como un trueno, sacudiendo a los seres humanos y sacándolos de su letargo.

El hierro esta lleno de impurezas que lo debilitan; la forja lo transforma en acero y hace de el una espada filosa. Los seres humanos se desarrollan del mismo modo.

Cuando se adelanta un oponente, enfréntalo y salúdalo, si intenta retroceder, déjalo seguir su camino.

Finalmente, debes olvidar las técnicas. Cuanto mas groseras menos enseñanzas hay. El gran sendero verdaderamente es un No Sendero.

Existen dos tipos de mi: El mi mundano es pesado y denso, el mi verdadero es liviano y versátil.

El Arte de la Paz es la religión que no es una religión; totaliza y completa todas las religiones.

Cuando la vida es victoriosa, hay nacimiento; cuando impedida, hay muerte. El guerrero esta permanentemente dedicado a una lucha de vida o muerte por la paz.

La lealtad y la devoción hacen al valiente. La valentía conduce al espíritu de sacrificio. El espíritu de sacrificio genera confianza en el poder del amor.

Los que han alcanzado la iluminación nunca cesan de trabajarse a si mismos. La comprensión de tales maestros no puede expresarse en palabras o en teorías. Las acciones mas perfectas son el eco de patrones que se encuentran en la naturaleza.

Herir a un oponente es herirte a ti mismo. El Arte de la Paz es controlar la agresión sin producir daños.

Aun cuando te reclame un solo enemigo, permanece en guardia, porque siempre estas rodeado por legiones de enemigos.

Agradece siempre, incluso las derrotas, las penurias y a las personas malas. Aprender a moverse con tales obstáculos es una parte esencial del entrenamiento en el Arte de la Paz.

Tu corazón esta lleno de semillas fértiles esperando brotar. Del mismo modo que una flor de loto surge del lodo para florecer en todo su esplendor, la interacción de la respiración cósmica hace florecer el espíritu para que de fruto en este mundo.

El brillo penetrante de las espadas sostenidas por los seguidores del Camino golpea al malvado enemigo escondido en el interior profundo de sus propios cuerpos y almas.

Si concibes el Arte de la Paz, este difícil sendero, tal como es, abarca el circulo del cielo.

En el momento en que un guerrero confronta al enemigo, todas las cosas caen bajo el foco de su mirada.

Si tu corazón es amplio como para abarcar a tus adversario, puedes ver a través de ellos y evitar sus ataques. Una vez que los has abarcado, serás capaz de guiarlos por el camino que cielo y tierra te han señalado.

No son necesarios edificios, dinero, poder o prestigio para practicar el Arte de la Paz. El cielo esta exactamente allí donde te hallas y ese es el lugar para entrenarse.

Lo divino no es algo lejano y por encima de nosotros. Esta en el cielo, esta en la tierra, esta dentro de nosotros.

Cuando te atacan, unifica las partes superior, media y baja de tu cuerpo. Entra, gira y mézclate con tu oponente, frente y espalda, derecha e izquierda.

Una buena postura refleja la actitud correcta de la mente.

En el Arte de la Paz no hay contiendas. El verdadero guerrero es invencible porque no lucha con nadie. Vencer significa derrotar la idea de disputa que albergamos en nuestra mente.

El Arte de la Paz es una forma de plegaria que genera luz y calor. Olvida tu pequeño ser, libérate del apego a todo objeto, y emanaras luz y calor. La luz es sabiduría; el calor es compasión.

Es necesario desarrollar una estrategia que utilice todas las codificaciones físicas y los elementos que están al alcance de la mano. La mejor estrategia se apoya en un conjunto ilimitado de respuestas.

Al verme frente a el, el enemigo ataca, pero para ese momento ya me encuentro firme y seguro detrás de el.

Todos y cada uno de los maestros, sin importar época o lugar, recibieron la llamada y alcanzaron la armonía con el cielo y la tierra. Hay muchos senderos que llevan a la cima del monte Fui, pero hay una sola cumbre: el Amor.

Trata siempre de estar en comunión con cielo y tierra, de este modo el mundo se presentara en su verdadero aspecto. La presunción se desvanecerá y podrás armonizar con cualquier ataque.

Aprende y olvida.

La vida es crecimiento. Si detenemos el crecimiento, técnica y espiritualmente, somos tan útiles como cadáveres. El Arte de la Paz es la celebración del enlace del cielo, la tierra y la humanidad. Es todo lo verdadero, lo bueno y lo bello.

Para desempeñarse bien, debes liberarte del mi mundano e impregnar tus órganos con mi verdadero. Esta es la base de una técnica poderosa.

Si no te has unido a la verdadera vacuidad -ausencia de todo-, nunca comprenderás el Arte de la Paz.

Capta la esencia y avanza hacia la comprensión.

A izquierda y derecha, evita todos los cortes y paradas. Capta los pensamientos de tu oponente y disípalos.

Estés haciendo cuentas, actúa con naturalidad. Mantén tu mente dirigida al Arte de la Paz, y no critiques otras enseñanzas o tradiciones. El Arte de la Paz no restringe, ni limita ni pone trabas a ninguna cosa. Lo abraza todo y todo lo purifica.

Alberga y refina el espíritu del guerrero mientras prestas tu servicio en el mundo; ilumina el sendero de acuerdo a tu luz interior.

Manifiesta yang, con tu mano derecha, equilibrándolo con el yin de tu izquierda, y guía a tu compañero.

El Arte de la Paz esta basado en cuatro grandes virtudes: valor, sabiduría, amor y amistad, simbolizadas por el Fuego, el Cielo, la Tierra y el Agua.

No dejes de aprender de la voz pura del arroyo de montaña que fluye eternamente salpicando las rocas.

Tu espíritu es el verdadero escudo.

Practica siempre el Arte de la Paz con vitalidad y alegría.

El Arte de la Paz que yo practico tiene sitio para los ocho millones de dioses del mundo, y yo coopero con todos ellos. El Dios de la Paz es muy grande y conjuga todo lo que es divino e iluminado en la tierra.

Muévete como un haz de luz; vuela como el rayo, golpea como el trueno, gira en círculos alrededor de un centro firme.

Para poder iluminar el Sendero es necesario estar preparado para recibir el noventa y nueve por ciento del ataque enemigo y enfrentar el rostro de la muerte.

Las técnicas emplean cuatro cualidades que reflejan la naturaleza de nuestro mundo. Según las circunstancias debes ser duro como el diamante, flexible como el sauce, de suave fluir como el agua, o tan vacío como el espacio.

[1/2]