La iluminación espiritual

Frases Miguel De Cervantes

Citas Miguel De Cervantes


Ella pelea en mi y vence en mi, y yo vivo y respiro en ella, y tengo vida y ser.

La verdad adelgaza y no quiebra, y siempre anda sobre la mentira como el aceite sobre el agua.

Si los celos son señales de amor, es como la calentura en el hombre enfermo: que el tenerla es señal de tener vida, pero vida enferma y mal dispuesta.

Puede haber amor sin celos, pero no sin temores.

Mas hermoso parece el soldado en la batalla que sano en la huida.

El que lee mucho y anda mucho, va mucho y sabe mucho.

No hay en la tierra, conforme a mi parecer, contento que se iguale a alcanzar la libertad perdida.

Los males que no tienen fuerza para acabar la vida no la han de tener para acabar la paciencia.

Come poco y cena menos, que la salud de todo el cuerpo se fragua en la oficina del estomago.

Confía en el tiempo, que suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades.

Se breve en tus razonamientos, que ninguno hay gustoso si es largo.

Ninguna ciencia, en cuanto a ciencia, engaña; el engaño esta en quien no sabe.

No desees y serás el hombre mas rico del mundo.

Cinco minutos bastan para soñar toda una vida, así de relativo es el tiempo.

Parece, Sancho, que no hay refrán que no sea verdadero, porque todos son sentencias sacadas de la misma experiencia, madre de las ciencias todas.

Dad crédito a las obras y no a las palabras.

Para dar y tener, seso es menester.

El que larga vida vive mucho mal ha de pasar.

El año que es abundante de poesía, suele serlo de hambre.

Y no se burle nadie conmigo, porque o somos o no somos.

Las honestas palabras dan indicio de la honestidad del que las pronuncia o las escribe.

Pocas o ninguna vez se cumple con la ambición que no sea con daño de tercero.

La culpa del asno no se la he de echar a la albarda.

La poesía tal vez se realza cantando cosas humildes.

El amor y la afición con facilidad ciegan los ojos del entendimiento.

No hay ningún camino que no se acabe, como no se le oponga la pereza y la ociosidad.

No ames lo que eres, sino lo que puedes llegar a ser.

El andar las tierras y comunicar con diversas gentes hace a los hombres discretos.

En la juventud aprendemos, en la vejez entendemos.

El retirarse no es huir, ni el esperar es cordura, cuando el peligro sobrepuja a la esperanza.

En las cortesías antes se ha de pecar por carta de mas que de menos.

Siendo la libertad la cosa mas amada, no solo de la gente de razón, mas aun de los animales que carecen de ella.

La razón de la sinrazón con la que tratas mi razón, así se debilita mi razón de que con razón me quejo de tu belleza.

Aunque la traición aplace, el traidor aborrece.

Si acaso doblares la vara de la justicia, no sea con el peso de la dadiva sino con el de la misericordia.

Se quien soy y quien puedo ser, si así lo elijo.

¿Que locura o que desatino me lleva a contar las ajenas faltas, teniendo tanto que decir de las mías?

Mas vale un toma que dos te daré.

Por la calle del ya voy se va a la casa del nunca.

La verdad adelgaza, pero no quiebra.

La verdad puede ser estirada, pero nunca se rompe, y siempre surge por encima de las mentiras, como el aceite flota sobre el agua.

No seas ni siempre riguroso ni siempre blando y escoge entre estos dos extremos; que en ello esta el punto de la discreción.

Aquellos que juegan con gatos deben esperar ser arañados.

La pluma es la lengua del alma.

El que no sabe gozar de la aventura cuando le viene, no se debe quejar si se le pasa.

Quien canta, sus males espanta.

Un caballero se avergüenza de que sus palabras sean mejores que sus hechos.

Finalmente, por tan poco sueño y tanta lectura, su cerebro se seco y se fue completamente de su mente.

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