La iluminación espiritual

Frases Kabir

Citas Kabir


Que secreto esplendor irradia ese castillo del cielo. Ya no hay amaneceres ni puestas de sol. En el océano de revelaciones que es la luz del amor, el día y la noche no forman mas que uno.

Donde reina la Primavera, señora de las estaciones, se escucha una música misteriosa. Torrentes de luz caen por doquiera.

No tiene forma, ni color, ni vestido.

Tu Señor esta en ti; ¿a que abrir los ojos hacia el mundo exterior? óyeme, hermano mío: mi Señor me ha arrebatado y me ha unido a el.

La música se toca sin tañerla; se escucha sin oídos, pues el es el oído y el escucha.

¿No has oído los acordes de la misteriosa música? En medio de la cámara suena, gentil y dulcemente pulsada, el arpa de la dicha.

Tu y yo no somos mas que uno, proclaman las trompetas.

Esta inmerso en toda conciencia, en todo jubilo, en todo dolor.

Vaciá la copa. Embriágate. Bebe el divino néctar de Su nombre. Óyeme, querido Saha: desde la coronilla a la planta de los pies, el hombre esta envenenado por la inteligencia.

Donde hay conocimiento, ¿puede persistir la ignorancia? Y si hay ignorancia, el conocimiento debe perecer.

Sumérgete en ese océano de dulzura y deja que vuelen lejos todos los errores de la vida y de la muerte.

No persigas el espejismo; ten sed de néctar. Chuva, Palad y Shukadeva bebieron de el. Raídas lo probo.

Mi Señor me trae voces de tristeza y voces de alegría, y es el mismo quien dosifica los contrastes.

Beso suplicante vuestros pies, oh, portadores. Aguardad un momento todavía. Dejadme volver a casa de mis padres y de mis amigos para despedirme de ellos.

Es verdadero Santo aquel que puede revelar a ojos humanos la forma de lo informe. Es verdadero Santo aquel que enseña el camino simple que ha de seguirse para alcanzarlo a el sin ocuparse de ritos ni de ceremonias.

Ahora he realizado mi felicidad.

Sera tu encuentro con el Señor, será la realización de tu gozo; será la reconciliación de lo condicionado y de lo incondicionado.

Los místicos del mundo insisten en decir que la verdad se conoce a través del silencio. Cuando dejas las palabras conoces la realidad, porque todas las palabras crean una barrera en tu mente.

Los Puranas y el Corán, no son mas que palabras; aparte el velo y lo vi.

Cuando mi Amado se despierta, yo me despierto; cuando el duerme, yo duermo.

Que hilos tan sutiles teje la mujer y como los refina su amor y su respeto. Trenzo la guirnalda de los días y de las noches; cuando venga mi Amado y toque yo Sus pies, le ofrendare mis lagrimas.

Alegría eterna; ni dolor ni luchas.

Sutil es el sendero del amor. No hay en el preguntas ni silencios; toda criatura se aniquila a sus pies, se hunde en el gozo de buscarlo a El, se sumerge en las profundidades de su amor como el pez en el agua.

Mis ardientes deseos cantan Su nombre y se pierden en Su infinita belleza.

El palanquín ha venido por mi, para llevarme a la morada de mi esposo; un temblor de felicidad me agita el corazón.

Un día tus ojos se abrirán de pronto y veras; y las cadenas de la muerte caerán por si solas.

Cuando me instruí en la doctrina de los ascetas, Brahma no estaba coronado, ni Vishnu ungido de rey, ni había nacido aun la potencia de Shiva.

Aquel que es modesto y se conforma con su suerte; aquel que es justo; aquel cuyo espíritu esta henchido de resignación y de paz.

Cuéntame, oh, cisne., tu antigua historia. ¿De que país vienes?, oh, cisne. ¿Hacia que riberas encaminas tu vuelo? ¿Donde descansaras, oh, cisne., y que es lo que buscas? Despiértate esta misma mañana, oh, cisne., levántate y sígueme.

La ausencia de mi Señor hace que me estremezca y tiemble de miedo.

A partir de ese día, ya no ruedo por el polvo en señal de obediencia; ya no toco la campana del templo; ya no coloco ningún ídolo en su trono; ya no pongo flores ante las imágenes en signo de adoración.

No tiene principio ni fin.

Pero al concluir la ceremonia abandone a mi Señor y me fui; mis amigas, en el camino, intentaron en vano consolarme.

El es el Espíritu de mi espiritual es la Pupila de mis pupilas.

Separada de su amado, la mujer hila en su rueca.

El fuego, el aire, el agua, la tierra y el éter no están fuera de el.

En el comienzo, el estaba solo y se bastaba a si mismo.

Si te sumerges en el océano de vida, vivirás en el país de la suprema felicidad.

En verdad, nada ha de temer quien posea semejante Dueño para llevarlo a seguro refugio.

¿Que hiciste de esta vida?, oh, amigo mío. Cargaste sobre tu cabeza un pesado fardo de piedras, ¿quien te aliviara de esa carga? Tu Amigo se encuentra en la otra orilla y nunca me preguntas como podrías llegar hasta su encuentro.

El Creador ha puesto en el Ser el juego de la dicha, y de la palabra O nació la creación.

La lluvia viene del Oriente y murmura su monótono plañir.

Amo a quien puede ejecutar la melodía del infinito, uniendo en su vida el amor y el sacrificio.

Estamos en lo Inaccesible; miraos adentro y veréis como brillan en vosotros los rayos de luna de Dios escondido.

Se fuerte y vuélvete a ti mismo. Ahí te hallaras en tierra firme Considera esto, oh, corazón mío. No te vayas a ninguna otra parte.

Mi Señor me aherroja duramente y mi Señor hace que caigan mis cadenas.

No te dejes engañar por el testimonio de las Escrituras.

La tristeza es un muro entre dos jardines.

[1/12]