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Las culturas sexualmente progresivas nos dieron las matemáticas, la filosofía, la literatura, la civilización y el resto. En cambio las sociedades sexualmente restrictivas produjeron la Edad Media y el Holocausto.

Si usted va a tener ningún tipo de oposición política en el siglo 21, entonces tiene que ser tan fundamentalmente liquida como la sociedad en rápida transformación que estamos viviendo.

La sociedad nos mantiene distraídos para que busquemos la felicidad a través del consumismo.

Rara vez nos damos cuenta de que nuestros pensamientos y emociones mas íntimos no son nuestros. Pensamos en términos de idiomas e imágenes que no inventamos, sino que nos fueron impuestos por la sociedad.

Todo lo que es valioso en la sociedad humana depende de la oportunidad de desarrollo que se le de al individuo.

El cuadrante exterior colectivo, seria la sociedad en la que estamos inmersos todos.

Ese es el grave problema de esta sociedad: esta llena de deseos de consumir y de aparentar, pero hay muy pocas ganas de ser.

La frustración esta provocada por una sociedad que nos pide ser lo que no somos y nos culpa de ser lo que somos.

La familia, la sociedad, la cultura, nos pone en un molde; cuando nos salimos del molde, empieza la curación y, no solo eso: hay que hacer algo que nunca haya hecho uno y mientras mas difícil, mejor.

La sociedad que estandariza el pensamiento, la individualidad no es apreciada.

Las sociedades mas sanas, esta es una época muy rica, porque es la de la reflexión, que es parecida al juego y la creatividad, pero ya después de haber visto la película entera y haberla entendido.

Sentimientos de autobombo y vanagloria, no son naturales. Se programan en la sociedad y la cultura, para controlarte.

La aprobación, el éxito, la alabanza, la valoración, son las drogas con las que nos ha hecho drogadictos la sociedad, y al no tenerlas siempre, el sufrimiento es terrible.

Fuera de la sociedad, el hombre es una bestia o un dios.

El que es incapaz de vivir en sociedad o el que no tiene necesidad porque tiene suficiente consigo mismo, debe ser o una bestia o un dios.

De donde resulta que ninguna sociedad puede subsistir sin autoridad, sin fuerza y, por tanto, sin leyes que moderen y controlen el ansia de placer y los impulsos desenfrenados.

Lo único por lo que se distinguen las naciones entre si es por la forma de su sociedad y de las leyes bajo las cuales viven y son gobernadas.

A través del crecimiento individual la sociedad y la comunidad avanzan.

Vivimos en una democracia, al menos en lo espiritual, en una sociedad con las mismas oportunidades.

El miedo al cambio es la gran parálisis de esta sociedad, porque tenemos mucho miedo a mirar en nuestro interior.

Si los humanos modelaran el estilo de vida exhibido por una comunidad saludable de células, nuestras sociedades y nuestro planeta serian mas pacíficos y vitales.

Pero todo se origina en el seno familiar. Si la familia se corrompe, la sociedad, el país, el mundo entero se corrompe.

La base de la sociedad no es la familia sino la pareja. El matrimonio es el fundamento de la humanidad. Si los cónyuges siguen divorciándose, las familias seguirán desintegrándose y la sociedad corrompiéndose.

La sociedad, la familia, los profesores, las religiones, introducen en la mente de los niños muchas ideas. Y llega un momento en que uno se siente imperfecto.

En cada mujer habita una fuerza poderosa. En su ser mas intimo reside un torbellino de buenos instintos que la propia sociedad ha hecho olvidar en su intento por domesticarnos.

La vitalidad de los miembros ordinarios de la sociedad depende de que sea Forasteros.

Sin amor la sociedad se encuentra en estado muy critico. Y sin el nos enfrentamos cada vez mas en el futuro a graves problemas. El amor es el centro de la vida humana.

Las ideas van por delante de los hechos. Y en la medida en que una sociedad restringe el alcance de la atención imponiendo marcos autoritarios, limita también las posibilidades de elección de sus miembros.

Es evidente que la toma de decisiones que nos basamos en la sociedad es falible. Es altamente falibles, y debemos saberlo.

El miedo es tan pandémico en nuestra sociedad que gobierna el mundo.

Energía espiritual y felicidad son dos hermosas palabras que vienen a poner el acento sobre el polo opuesto a las miserias de toda esta Sociedad.

En muchos sentidos, cuando eres premio Nobel de la Paz, tienes una obligación hacia la humanidad, hacia la sociedad.

La educación inclusiva y de buena calidad es una base para sociedades dinámicas y equitativas.

Paradójicamente, lo que mantiene en marcha la llamada sociedad de consumo es el hecho de que intentar encontrarte a ti mismo a través de las cosas no funciona. La satisfacción del ego dura poco, y tu sigues buscando mas, comprando, consumiendo.

En el proyecto de una sociedad de sonámbulos, cada ciudadano debe ser el policía de si mismo y de los demás.

Los que se dedican a las diversiones, que aman a la sociedad de los que aman el placer, tienen una aversión a los ejercicios religiosos.

Somos una sociedad de gente profundamente infeliz: solitaria, preocupada, deprimida.

El pensador revolucionario y critico esta siempre de alguna manera fuera de la sociedad y, al mismo tiempo, forma parte de ella.

La sociedad tendría que estar organizada de tal manera que la naturaleza social y amorosa del ser humano no se separara de su existencia social, sino que se aunaran.

¿Por que la sociedad se siente responsable solo por la educación de los niños y no por la educación de los adultos de cualquier edad?

La sociedad se torna caótica en el sentido del termino de la teoría del caos: no carece de orden, pero exhibe un orden sutil que es extremadamente sensible a las fluctuaciones.

En nuestro mundo cuasi caótico, inestable, y por tanto ultrasensible, mariposas como el pensamiento, los valores, la ética y la consciencia de una masa critica de la sociedad pueden desencadenar una transformación.

La sociedad humana esta tan mal tanto por las fechorías de los malos, como por el silencio cómplice de los buenos.

La envidia es la raíz de los grandes males de la sociedad.

En una sociedad de consumo, de ofertas, de tentaciones, la idea del saqueo puede transformarse en una gran fiesta.

Hablando el lenguaje que hoy resulta mas próximo e inteligible, la sociedad progresa cuando amplia y consolida las capacidades de la ciudadanía.

Nuestras desventuras no provienen de ninguna maldición bíblica sino de lo irremediablemente frágil de nuestra condición natural y de disparates y abusos que las sociedades consienten.

Santifícate a ti mismo y santificaras a la sociedad.

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