La iluminación espiritual

Frases Carlos Cuauhtemoc

Citas Carlos Cuauhtemoc


¿Quieres disfrutar el amor? Primero preocúpate por ti y ocúpate de ti. Deja de estar suspirando para que otros te quieran. El amor se te escapara si te importa demasiado recibirlo.

Pero todo se origina en el seno familiar. Si la familia se corrompe, la sociedad, el país, el mundo entero se corrompe.

Espero que los méritos que cada uno haga por su lado nos permitan algún día merecemos el uno al otro.

Cuando mire una estrella, cuando piense en alguna princesa, pensare en ti, y cuando vuelva a amar de verdad a una mujer, te amare a ti, porque quizás en esa mujer te encontrare de nuevo.

Las personas se unen en amor verdaderamente solo cuando aprenden juntas, cuando comparten acontecimientos trascendentes para ambos, y no cuando uno le demuestra al otro su experiencia.

Hay tiempo para sembrar y tiempo para cosechar; tiempo para abrazarse y tiempo para abstenerse; tiempo para disfrutar la soledad y tiempo para compartir la intimidad; todo lo que se quiera hacer a destiempo según el orden natural será vano y nocivo.

Dicen que nadie experimenta en cabeza ajena, pero es mentira. La gente de mayor inteligencia, si. Es un rasgo de sabiduría escuchar, leer y aprender de cuanto piensan otros.

Solo alcanzan la plenitud de la vida quienes asimilan y practican el perdón. Al perdonar a la persona que se daño, no le estoy haciendo un favor a ella, sino que me lo estoy haciendo a mi mismo, porque la paz me inunda.

Los valores no tienen que entenderse simplemente se acogen en el corazón y se viven.

El sexo sin amor, es un vicio y abusar de el puede condicionar al cuerpo a dosis cada vez mayores, como ocurre con las drogas.

Vale no por los triunfos que ha acumulado sino por las veces que se ha levantado de sus fracasos.

Hoy en día abundan ignorantes con teléfonos inteligentes.

Beber el agua del mar. Quienes la toma, lejos de mitigar su sed ,la acrecientan terriblemente y mueren mucho mas rápido. Lo que ese hombre te ofreció es agua de mar y el adolescente es como un naufrago con sed.

En un naufragio, los sobrevivientes se enfrentaran con una gran tentación.

La diferencia entre un amor verdadero y un simple capricho, es que este ultimo es mas intenso y duradero.

El mayor éxito de la tentación es su ataque sorpresivo.

Cuanto mas inmaduro y débil de carácter es el hombre, mas mujeriego y promiscuo suele ser.

Para ser personas dignas de amor ajeno, necesitamos primero ser dignas de amor propio. únicamente quien se ama y se preocupa por cuidarse, puede inspirar a otros para que lo amen.

Para tener relaciones sexuales no se necesita saber, se necesita sentir. Los hombres que miden cada movimiento y evalúan todas las reacciones de su compañera son los peores amantes.

Familia sana debe abrazarse, besarse y hablarse habitualmente con mucho afecto.

Todos los no puedo, tienen el mismo origen un fracaso no superado.

La mejor manera de crecer es cayéndose y la forma mas útil de ayudar a alguien es únicamente acompañándolo mientras se levanta.

El órgano sexual mas poderoso del ser humano es la mente.

El sexo es algo muy emocionante. Lo malo es que no es gratis, siempre hay que pagar por el a veces con dinero y a veces, con halagos o palabras cariñosas.

El amor se siembra, se riega, se cultiva y se cosecha. Hay que trabajarlo.

Escribir es una forma de desahogarse sanamente cuando la sed nos invita a beber agua de mar.

La entereza de una persona, hombre o mujer, no se mide con fronteras físicas, sino con lineamientos mentales.

La base de la sociedad no es la familia sino la pareja. El matrimonio es el fundamento de la humanidad. Si los cónyuges siguen divorciándose, las familias seguirán desintegrándose y la sociedad corrompiéndose.

¿Se puede disfrutar lo que nos hace sufrir? Con frecuencia el amor es así.

Nuestros padres no entienden que nosotros los adolescentes necesitamos cariño y atención, no solo dinero.

La calidad de una obra creativa esta íntimamente ligada a las horas de trabajo invertidas por su autor en el aprendizaje de esa rama.

La persona de éxito sabe que en cada ser humano, sin importar su edad, raza o religión, hay algo digno de admiración. No conoce la envidia, pues cree que Dios regala paquetes y no cosas individuales.