Frases de Escuchar
Frases sobre «Escuchar»
Todo buen escuchador hace sentir al otro comprendido. Escuchar con el corazón da como resultado una relación donde todos ganan.
A la única cosa que le deberías tener miedo, es al MIEDO mismo. Ya que te nubla y engaña. Haciéndote ver, escuchar y sentir cosas que no existen. Así que vive sin miedo.
Predetermine lo que quiere escuchar y escuche hasta que lo escuche.
No solo un conocimiento mas verdadero, sino que un mayor poder llega a uno en la quietud y el silencio de una mente que, en lugar de burbujear en la superficie, puede ir a sus propias profundidades y escuchar.
Los ministros no deben orar tan fuerte y largo, como para agotar la fuerza. No es necesario que cansados de la garganta y los pulmones en la oración. El oído de Dios esta siempre abierto a escuchar la sincera petición de sus humildes servidores.
¿Que sabio podría escuchar la música solemne que se eleva hacia el cielo? El es la fuente de toda música; el llena con ese surtidor, hasta los bordes, todos los vasos humanos, permaneciendo desbordante el mismo.
Debido a que yo soy yo, me resulta muy difícil juzgar que tan fascinante podría ser escuchar durante dos horas mi tono nasal y con acento tan marcado para alguien que no fuese yo.
Dentro de ti siempre ha habitado la verdad, la respuesta correcta, solo necesitas hacer silencio y escuchar.
Debes aprender a escuchar con el corazón. Recuerda, puedes persuadir a los demás con tus oídos, aprende hacerlo.
Sabía usted que así mismo, Dios nos diseño con la capacidad para saberlo escuchar, es por ello que también debemos desarrollar la habilidad para escucharlo cuando él nos habla.
Sabía usted que se puede (dejar de hacer) y ayunar (dejando) la tecnología, el deporte favorito, abstención de relaciones sexuales, escuchar música o en dejar las compras innecesarias.
El ego debe ser capaz de escuchar atentamente y entregarse, sin ningún otro diseño o propósito, a ese impulso interno hacia el crecimiento.
Lo mas importante en la comunicación es escuchar lo que no se dice.
En realidad, nunca escuchamos nada porque nuestra mente no es libre; nuestros oídos están llenos de lo que ya conocemos, por lo que escuchar se vuelve extraordinariamente difícil.
Desahogarte: no todas las personas quieren escuchar nuestros problemas, busca a personas de confianza que te comprendan, aprecien y sobre todo te ayuden a buscar soluciones.
Escuchar (la primera competencia del liderazgo) no es una habilidad, es una disciplina. Todo lo que tienes que hacer es mantener la boca cerrada.
Todos los días deberíamos escuchar al menos una pequeña canción, leer un buen poema, ver una imagen exquisita, y, si es posible, hablar unas pocas palabras sensatas.
Lo importante es la capacidad de escuchar, de estar callados, de ser pacientes para que podamos intuir la forma en que Dios o la vida quiere revelarse a nosotros.
Coraje es lo que se necesita para levantarse y hablar; coraje es también lo que se necesita para sentarse y escuchar.
Cuando alguien habla desde el corazón, uno debe escucharlo.