La iluminación espiritual

El perdón, regalo de amor para uno mismo

POR: DEEPAK CHOPRA

Imagen; El perdón, regalo de amor para uno mismo; Deepak Chopra

PERDONAR EN EL PRESENTE

Las heridas se originan en el pasado, pero se sanan en el presente.

Creo que la forma más elevada del perdón se alcanza al aceptar que la creación está entretejida de manera inextricable y que toda cualidad imaginable tiene la oportunidad de manifestarse. Necesitamos aceptar de una vez por todas que solo hay una vida y que cada quien es libre de moldearla mediante sus elecciones. La búsqueda no puede llevarnos de un lugar a otro porque todo está entrelazado. Lo único que siempre será puro y prístino es tu conciencia, una vez que la hayas desbrozado.

Como dice el primer principio, la evolución no puede detenerse.

Teniendo esto bien presente, tenemos una base para perdonar, dejando atrás el pasado y dándonos a nosotros mismos una segunda oportunidad en todo aquello en que fallamos la primera vez, ya que no hay caída en desgracia, sino solo una larga licencia y al final solamente hay una guía de la que nos podamos fiar, encontrar nuestro lugar en el arco creciente y no parar de movernos.

La vidas adquieren pleno sentido gracias a la percepción, la empatía, la tolerancia y el perdón.

En el momento en el que pueda identificar las heridas originadas en el pasado, pido que sean sanadas. Una manera de hacerlo es con la fuerza más poderosa de la mente: el perdón. A todos nos avergüenza la debilidad; sin embargo, gracias a la comprensión, aceptación y liberación de las heridas logramos perdonar. Así la vida adquiere pleno sentido gracias al perdón en el ahora.

JESÚS Y EL PERDÓN

Jesús era extremadamente responsable. En su frase Recogeréis según hayáis sembrado, Él manifestó la ley del karma de forma precisa.

No tenía intención de quitar de en medio los malos actos sino que, en lugar de ello, nos enseñó una norma espiritual elevada: tus acciones de hoy definen tu futuro el día de mañana. Independientemente de si un acto es considerado bueno o malo, esta norma no puede dejarse de lado, y los que piensan que sí es porque no han profundizado lo suficiente. Ya hay bastantes percepciones como para darse cuenta de que todas las acciones pasadas tienen tendencia a volver a casa a descansar, y esta dinámica resulta ser más importante que el hecho de identificar las malas acciones.

Si es así, entonces ¿qué importancia tiene el perdón de las malas acciones? ¿Cómo redimimos nuestra alma? Encontrar la respuesta será nuestro reto de vida. Un alma redimida se ve a sí misma como nueva e inmaculada y alcanzar este estado de inocencia sería imposible de acuerdo con la ley del karma, porque el ciclo de sembrar y recoger nunca termina (a diferencia las malas acciones, el karma se nos aferra incluso en el caso de accidentes y errores inadvertidos, incluso independientemente de las circunstancias, porque cada acción es una acto y tiene sus consecuencias).

Al entender el verdadero significado de la frase: Recogeréis según hayáis sembrado, dispones de un verdadero concepto del perdón al haber conectado la enseñanza de Jesús con tu propia alma, todo lo demás permanecerá en la fase de purificación, en la que el que nos ofende no es más que un aspecto de mí mismo que puedo bendecir y entregar a Dios.

PERDONARSE A SI MISMO

El perdón a los demás solo viene cuando puedes liberarte de tu propio sufrimiento. Cuanto más completa sea tu liberación, más sincero será el perdón.

¿Qué cosas buenas he hecho para compensar las malas? ¿Cuándo habré hecho lo suficiente para dejar esto atrás? ¿Estoy listo para perdonarme?

Todas las malas acciones tienen su límite, después del cual eres perdonado e indultado. Pero como hemos visto, la voz interna de la culpa es parcial: eres culpable desde el momento en que entras al tribunal y sigues siéndolo por siempre. Piensa en cualquier acción que te produzca culpa y escribe el día en que serás perdonado. Haz todo lo que puedas para compensar tu mala acción y cuando llegue el día de la liberación, toma tu indulto y aléjate. Ninguna acción, por atroz que sea, merece una condena perpetua; no te dejes llevar por el prejuicio que sigue responsabilizándote hasta de tus malas acciones más pequeñas año tras año.

Todos nosotros podemos mostrar misericordia hacia un enemigo porque sabemos que es lo que debemos hacer, o porque surge de nuestros valores interiores, pero en ningún momento creemos que Dios aprueba el perdón. Cuando un santo perdona no lo hace para darse un gusto, sino que su amor es algo que sale de su naturaleza misma, y como los santos empiezan la vida del mismo modo que todos nosotros, el hecho de desarrollar un sentido natural del amor, perdón y compasión, representa un éxito enorme. No se trata simplemente de un don, que es el porqué nos justificamos al decir que los santos han llegado tan alto, sino que podríamos decir que son los Einstein de la conciencia. No solo han alcanzado metas espirituales establecidas por su religión, sino que nos demuestran a los demás que existen los medios para que también nosotros las consigamos.

Aprendamos a perdonarnos a nosotros mismos. El ego tiene una forma de cooptar al espíritu y pretender que todo va bien. Por ello todos nosotros caemos en las trampas del egoísmo y del engaño cuando menos lo esperamos, como con el comentario ocasional que hiere a alguien, con la mentira descuidada o con la necesidad irresistible de engañar, que son todo cosas universales.

RAZONAMIENTOS PARA PERDONAR

Piensa en alguien que te haya herido mucho y a quien no puedas perdonar. Te daré algunos pasos pueden llevarte a este tipo de razonamiento:

Me siento herido

Eso no significa que la otra persona fuera mala o quisiera hacerme daño. No conoce todo mi pasado, como yo no conozco el suyo. Siempre hay otra cara de la situación pese a mi dolor.

No es la primera vez que me hieren así

Por lo tanto, tal vez me apresuré al juzgar este incidente. Debo ver cada cosa como es.

No necesito verme como víctima

¿Cuándo fue la última vez que me encontré en la misma situación, pero en el lado opuesto? ¿No me sentí bastante envuelto en mis propios motivos? ¿Acaso di a los sentimientos ajenos más importancia de la que dieron esta vez a los míos?

Olvidemos un segundo mis sentimientos

¿Qué sintió esa otra persona? Tal vez solo perdió el control, o quizás estaba tan absorto en su propio mundo que no se dio cuenta de que me hería.

Este incidente me puede ser útil

En realidad, no me interesa criticar a esa persona ni desquitarme. Quiero descubrir el tipo de cosas que me hacen sentir amenazado. Cuanto más pienso en eso, más me parece una oportunidad de aceptar la responsabilidad por lo que siento. Eso me hará más fácil el perdonar, puesto que quien me enseña algo sobre mí mismo merece mi agradecimiento.

APRENDE A PERDONAR

Libérate de la carga de los juicios; te sentirás mucho más ligero.

Al juzgar impones el bien y el mal a situaciones que simplemente son. Aprende que todo se puede entender y perdonar, pero cuando juzgas te apartas de la comprensión y anulas el proceso de aprender a amar. Al juzgar a otros reflejas tu falta de autoaceptación. Recuerda que cada persona a la que perdones aumenta tu amor a ti mismo.

PASOS PARA APRENDER A PERDONAR

Escucha la sabiduría de tu cuerpo

Tu cuerpo se expresa por señales de comodidad e incomodidad. Cuando elijas cierta conducta, pregunta a tu cuerpo que siente al respecto. Si tu cuerpo envía una señal de inquietud física o emocional, ten cuidado. Si tu cuerpo envía una señal de comodidad y anhelo, procede.

Vive el presente es el único que tienes

Mantén tu atención en lo que existe aquí y ahora; busca la plenitud en todo momento. Acepta lo que viene a ti total y completamente para que puedas apreciarlo y aprender de ello; luego déjalo pasar. El presente es como debe ser. Refleja infinitas leyes de la Naturaleza que te han traído hasta este pensamiento exacto, esta reacción física precisa. Este momento es como es porque el Universo es como es. No luches contra el infinito esquema de las cosas; por el contrario, sé uno con él.

Silénciate, medita, acalla tu interior

En momentos de silencio, cobra conciencia de que estás recontactándote con tu fuente de conciencia pura. Presta atención a tu vida interior para que puedas guiarte por tu intuición, antes que por interpretaciones impuestas desde fuera sobre lo que conviene o no te conviene.

Renuncia a la aprobación externa

Solo tú eres el juez de tu valer; tu meta es descubrir el infinito valor de ti mismo, sin dar importancia a lo que piensen los demás. Al comprender esto se logra una gran libertad.

Renuncia a las reacciones de tu enojo

Cuando te descubras reaccionando con enojo u oposición ante cualquier persona o circunstancia, recuerda que solo estás luchando contigo mismo. Presentar resistencia es la reacción de las defensas creadas por viejos sufrimientos. Cuando renuncies a ese enojo te sanaras y cooperarás con el flujo del universo.

Lo externo refleja tu realidad interior

Las personas ante las cuales tu reacción es más fuerte, sea de amor u odio, son proyecciones de tu mundo interior. Lo que más odias es lo que más niegas en ti mismo. Lo que más amas es lo que más deseas dentro de ti. Usa el espejo de las relaciones para guiar tu evolución. El objetivo es un total conocimiento de uno mismo. Cuando lo consigas, lo que más desees estará automáticamente allí; lo que más te disgusta desaparecerá.

Libérate de la carga de los juicios

Al juzgar impones el bien y el mal a situaciones que simplemente son. Todo se puede entender y perdonar, pero cuando juzgas te apartas de la comprensión y anulas el proceso de aprender a amar. Al juzgar a otros reflejas tu falta de auto-aceptación. Recuerda que cada persona a la que perdones aumenta tu amor a ti mismo.

No contamines tu cuerpo con toxinas

Ya sea por la comida, la bebida o por emociones tóxicas. Tu cuerpo no es solo un sistema de mantenimiento de la vida. Es el vehículo que te llevará en el viaje de tu evolución. La salud de cada célula contribuye directamente a tu estado de bienestar, porque cada célula es un punto de conciencia dentro del campo de la conciencia que eres tú.

El motivo es el amor y no el miedo

El miedo es un producto de la memoria, que mora en el pasado. Al recordar lo que nos hizo sufrir antes, dedicamos nuestras energías a asegurarnos de que el antiguo sufrimiento no se repita. Pero tratar de imponer el pasado al presente jamás acabará con la amenaza del sufrimiento. Eso solo ocurre cuando encuentras la seguridad de tu propio ser, que es amor. Motivado por la verdad interior, puedes enfrentarte a cualquier amenaza, porque tu fuerza interior es invulnerable al miedo.

Lo físico es el espejo de lo invisible

La inteligencia es la organizadora invisible de toda la materia y toda la energía; como una parte de esta inteligencia reside en ti, participas del poder organizador del cosmos. Como estás inseparablemente vinculado con el todo, no puedes permitirte el contaminar el aire y el agua del planeta. Pero en un plano más profundo, no puedes permitirte el vivir con una mente tóxica, porque cada pensamiento crea una impresión en el campo total de la inteligencia. Vivir en equilibrio y pureza es el más elevado bien para ti y para la Tierra.

CONCLUSIONES SOBRE EL PERDÓN

Que se hayan portado mal contigo no es nada, salvo que continúes recordándolo.

Confucio

El día de hoy se centra en los regalos del perdón. Si queremos experimentar relaciones amorosas y para toda la vida, necesitamos poder dejar ir nuestras quejas, hostilidad, y enojo. Estos sentimientos nos mantienen envueltos en el pasado y apesadumbrados con el dolor emocional. En última instancia, el perdón es un regalo que nos damos a nosotros mismos. Es un acto de gracia que restablece la memoria colectiva.

Es importante recordar que perdonar es distinto de condenar una acción que nos ocasionó dolor a nosotros o a otras personas. Las relaciones sanas requieren límites sanos y son una parte importante de amarnos y honrarnos a nosotros mismos y a los demás.

Podemos practicar el perdón incluso cuando hemos elegido dar por terminada una relación debido a un comportamiento inaceptable. Algunas veces, tenemos que perdonar a alguien en varias ocasiones antes de que por fin podamos dejar ir todo el residuo emocional del pasado. Una vez que tomamos los pasos para restablecer la paz en nuestro corazón, sentiremos en verdad una transformación. Nos sentiremos más ligeros, en la medida en la que expandamos nuestra capacidad de perdón, amor, compasión, y sanación.


En última instancia, el perdón es un regalo que nos damos a nosotros mismos.

Deepak Chopra


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