La iluminación espiritual

El amor renace sin el miedo

AMOR SIN MIEDO

Si te amas a ti mismo, amas a los demás.

Si no te amas a ti mismo, a ti que eres el que está más próximo, ¿Cómo vas a amar al otro? Nadie se ama a sí mismo y no obstante trata de amar a los demás. Entonces, tu amor no es más que odio enmascarado, escondido.

Si te amas a ti mismo, amas a los demás. Si tienes miedo de ti mismo, tienes miedo de los demás, porque al entrar en contacto con los demás empezarás a manifestar tu ser.

Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber... No te dejes vencer por el mal, antes vence con el bien el mal. -Romanos-

PENSAMIENTOS

Liberarte del odio es lo mismo que liberarte de tu miedo, pues el miedo es lo que produce el odio. Y si el miedo es por ti mismo, es que te estás odiando, y si anida el odio en ti, odiarás a todo el mundo.

El hombre es libre, pero no existe libertad para distorsionar el bien. Solo un loco o un dormido hacen el mal —los que no saben lo que es la libertad o no tienen libertad para ser ellos mismos— porque son esclavos de sus compulsiones o sus miedos.

Cuando puedas limpiar tu corazón de todos los apegos y aversiones, verás el Amor.

Aunque diera todo a los pobres, y mi cuerpo a las llamas, ¿De qué me serviría si no amo? Este modo se consigue viviendo, y este modo de ser nace de estar despierto, disponible y sin engaños.

El místico es el que es capaz de liberarse completamente del miedo, por eso no es violento. El enemigo del amor no es el odio, sino el miedo. El odio es solo una consecuencia del miedo.

No hay que violentarse con nada ni para mejorarlo ni para cambiarlo. Lo que es, es, y solo lo es por su propia causa; nada te puede dañar si estás despierto.

Cuando una persona no tiene antipatías ni apegos, su amor renace, crece. Conocerá entonces el amor. De otra manera, estará solamente ocupada con algunas imágenes en su mente. Ningún apego, ninguna aversión, solo amor; percibe y aceptarás de corazón lo que sea.

El establecimiento de relaciones es solo posible entre personas conscientes. Las personas inconscientes no pueden compartir amor.

Ellas pueden solamente intercambiar deseos, exigencias, mutuas lisonjas y manipulación. Prueba tu amor, para ver si es consciente. Cuando tu deseo particular es contrariado o negado por la persona amada, ¿con qué rapidez tu apego se transforma en resentimiento?

La espiritualidad no es una cuestión de rituales o estudios académicos. No es un tipo de culto o de buenas acciones. Espiritualidad es arrancar las impurezas del corazón. Este es el camino para encontrar el Amor.

Si quieres cambiarte a ti mismo, tendrá que ser en base a comprensión, intuición, conciencia, tolerancia, sin violencia. Pues eso mismo necesitan los demás.

Lo que importa es responder a el Amor con el corazón. No importa ser ateo, musulmán o católico; lo importante es la circuncisión y el bautismo del corazón. El estar despierto es cambiar tu corazón de piedra por uno que no se cierre a la Verdad.

Si no cambiamos espontáneamente es porque ponemos resistencia. En cuanto descubramos los motivos de la resistencia, sin reprimirla ni rechazarla, ella misma se disolverá. Cuando en nosotros hay sensibilidad, no se necesita violencia alguna para conseguir las cosas que necesitamos.

Nunca podrás amar a los demás si te detestas a ti mismo.

Amargura en relación con los demás: es esencial para la vida de oración eliminarla por completo; psicológicamente es útil desprenderse de ella. Amargura en relación con el Amor: no temer sentirla, para poder desahogarla en su presencia. Un ambiente claro produce una unión más profunda.

Nadie hace las cosas malas adrede, fríamente, por maldad, por la sencilla razón de que el componente sustancial de nuestro ser es el amor. la bondad, la felicidad, la belleza, la inteligencia como luz de la verdad. Si esta sustancia está ahogada por los miedos, por el sufrimiento, la única solución es sacar lo que estorba.

En la violencia del místico no hay nada personal. No hay en él violencia que venga del miedo, ni del desprecio, ni de exigencia alguna. Puede violentarse con el otro para defenderse del mal del otro, pero lo hará sin emociones, aunque estará lleno de amor.

EJERCICIOS

  • Concéntrate en percibir a las personas que encuentres, tomando conciencia de cada una por separado. Ve el Amor en ellas. Ámalo, sírvelo, adóralo. Es decir, ámalas, sírvelas, adóralas.
  • Piensa en alguien que no te gusta. Tú estás de pie frente a esa persona. Cuando la mires, intenta encontrar algo bueno en ella. Si te resulta difícil hacer eso, puedes imaginar que el Amor está a tu lado y que mira a esa persona. Él mismo amor será tu profesor en el arte de mirar, en el arte de amar. ¿Qué ves ahora? ¿Qué bondad, qué belleza puedes detectar en la persona?

REFLEXIONES

  • Imagina a tu conciencia mirándote. ¿Qué verá?
  • Si el amor despertase en la Tierra, ¿Qué piensas que sería lo primero que notaría en la humanidad?
  • Toda vez que estés amando, estarás participando de la divinidad y de la gracia. En un mundo de conciencia viciada y sospechosa, ¿Puedes pensar en un camino mejor hacia el Amor?