Los 3 miedos

Sus raíces han sido cortadas es la situación del hombre. El hombre vive por encima de sus raíces; de esta forma se hace dependiente de la religión.

OSHO

Pregunta existencial

Al trabajar terapéuticamente, observo que hay tres grandes miedos que siempre surgen.

  • El miedo a volverse loco.
  • El miedo a dejarse llevar en el orgasmo sexual.
  • El miedo a la muerte.

¿Puedes comentar algo al respecto?

Esta es una pregunta existencial. La humanidad ha vivido miles de años con estos tres miedos. No son miedos personales sino sociales. Provienen de la inconsciencia colectiva. El miedo a volverse loco existe en cada individuo por el simple hecho de que no se le ha permitido desarrollar su inteligencia. La Inteligencia es peligrosa para los intereses creados. Luego durante miles de años se han cortado las raíces de la inteligencia.

En Japón existe un tipo de árbol que se considera una obra de arte; y es simplemente un asesinato. Estos árboles tienen cuatrocientos, quinientos años de vida y doce centímetros de altura. Generaciones de jardineros han estado ocupándose de ellos. La técnica consiste en poner los árboles en una maceta sin fondo, de forma que puedan cortar continuamente sus raíces. No permiten que sus raíces lleguen a la Tierra. Y si no permites que las raíces profundicen en la Tierra, el árbol simplemente envejece, no crece. Es un fenómeno extraño el mirar este árbol. Parece muy viejo, pero solo ha envejecido, está viejo, pero no ha crecido, no se ha desarrollado. Nunca ha florecido, nunca ha dado fruto.

Esta es exactamente la situación del hombre. Sus raíces han sido cortadas. El hombre vive por encima de sus raíces; de esta forma se hace dependiente de la sociedad, de la cultura, de la religión, del estado, de los padres, de todo el mundo. Es dependiente. No tiene raíces. En el momento que se da cuenta de que no tiene raíces, siente que se está volviendo loco. Pierde todo apoyo, cae en un agujero negro... porque su conocimiento es prestado, no es suyo propio. Su respetabilidad es prestada. Por sí mismo no tiene respeto por su ser. Su personalidad es un producto prestado de alguna fuente social... La universidad, la iglesia, el estado. No tiene nada propiamente suyo.

Imagina un hombre que vive en un gran palacio con todo tipo de lujos. De pronto un día le haces ver que ni el palacio ni ninguno de sus lujos le pertenecen. Todo ello pertenece a alguien que va a regresar muy pronto y, por tanto, tú has de marcharte. Este hombre se volverá loco.

En terapias profundas llegarás a este punto y la persona tendrá que enfrentarse a ello y dejar que ocurra. Tendrá que experimentar la locura. Permite en tu terapia que la persona se vuelva loca. Una vez que se haya vuelto loca se desprenderá del miedo. Así experimentará lo que significa la locura, vivirá una experiencia real. El miedo es siempre desconocido, no es real. Deja que se vuelva loca, pronto se calmará, porque el miedo no tiene ninguna base. Es una ilusión proyectada por la sociedad.

Los padres amenazan a sus hijos con que si no siguen sus directrices, si les desobedeces, serás condenado. El Dios Judío dice: Soy un Dios muy celoso, un Dios lleno de ira. Recuerda que no soy gentil, no soy condescendiente. Todas las religiones siguen este criterio.

Si sales del camino que sigue la masa, te llamarán loco. Luego todo el mundo continúa dependiendo de la multitud, continúan apoyando religiones, iglesias, partidos políticos, naciones, razas... El individuo tiene miedo de estar solo, y es esto precisamente a lo que le estás enfrentando cuando le llevas a las profundidades de su interior. Todos sus puntos de referencia, toda esa muchedumbre desaparece. Por primera vez se ve solo y no tiene nadie en quien apoyarse.

Su problema es... Que no ha desarrollado su propia inteligencia. Y al menos que comience a desarrollar su propia inteligencia, siempre tendrá miedo de volverse loco. Y no solo esto, además la sociedad podrá volverle loco en cualquier momento. Si la sociedad quiere volverle loco, si le interesa que sea así, le volverán loco.

Esto ocurre casi a diario en la Unión Soviética. Tomo como ejemplo la Unión Soviética porque ellos lo hacen más científicamente, metodológicamente. Esto ocurre en todo el mundo, pero sus métodos son más primitivos. Por ejemplo, si en India una persona se comporta de forma incorrecta, le convierten en un paria, un descastado. Nadie en su ciudad le apoyará. La gente ni siquiera le dirigirá la palabra. Su propia familia le cerrará la puerta en sus narices. Este hombre está destinado a volverse loco. La sociedad le está volviendo loco.

En la Unión Soviética ocurre de forma metodológica, incluso con personas que fueron Premios Nobel, personas muy inteligentes, pero cuya inteligencia siempre estuvo controlada, siempre bajo la obediencia del Estado. Un simple acto de desobediencia, como ganar el Premio Nobel, y el gobierno ruso no les permitía aceptarlo, porque este premio provenía del mundo capitalista y aceptarlo supondría una traición. Así es como compran a la gente, y son estas personas las que controlan todos los secretos de la ciencia. No quieren que el mundo les conozca, no quieren que estén en contacto con otros científicos, no les permiten aceptar el premio Nobel. Y si la persona insiste en aceptarlo, inmediatamente le ingresan en un hospital.

De nada sirve que diga Estoy perfectamente sano; ¿Por qué me ingresan en un hospital? Ellos responden, Porque los médicos piensan que vas a enfermar. Aunque no te des cuenta, tienes los primeros síntomas. Y comienzan a inyectar químicos a la persona, hasta que al cabo de quince días le han vuelto loco. Le han vuelto loco con químicos. Y cuando está totalmente loco, entonces le llevan a juicio y demuestran que ese hombre está fuera de sí y que debe dejar su trabajo e ingresar en un manicomio. Y nadie sabe después qué ocurre con estas personas.

Esto es controlar científicamente. Pero cada sociedad ha estado haciéndolo, y el miedo ha calado en lo más profundo de la inconsciencia. Y la labor de la terapia es liberar a la persona de este miedo. Si consigue liberarse del miedo, si se libera de la sociedad, si se libera de la cultura, de la religión, de Dios, del cielo, del infierno y de toda estas tonterías, se liberará de su miedo. Todo esto toma significado ante su miedo, y es necesario generar miedo para que estas tonterías tomen significado. Es el crimen más horrible que puedas imaginar. Y le está ocurriendo a cada niño de este planeta en cada momento, y aquellos que lo están cometiendo no tienen mala intención; por el contrario, creen que lo están haciendo por el bien del niño. Fueron condicionados por sus padres y ahora trasfieren a sus hijos el mismo condicionamiento.

Pero básicamente toda la humanidad está al borde de la locura. En terapias profundas el miedo surge repentinamente, porque la persona pierde todos sus apoyos, todos sus puntos de referencia; la multitud se aleja más y más, él se queda solo. De repente se queda solo, hay oscuridad, y hay miedo. No ha sido entrenado, nadie le ha enseñado a estar solo y esta es la función de la meditación. Ninguna terapia es completa sin meditación, porque solo la meditación puede devolver al hombre sus raíces, su fuerza, su individualidad. No hay nada que temer. Pero el condicionamiento es tan fuerte que sentirás miedo en cada paso, en cada momento.

La humanidad vive en paranoia. Esta humanidad podía haber vivido en el paraíso; está viviendo en el infierno. Luego ayuda a la persona a entender que no ha de preocuparse por nada, que no hay nada de lo que asustarse. Es un miedo artificial. Los niños nacen sin miedo. Son capaces de jugar con serpientes sin el más mínimo miedo. No conoce el miedo, no conoce la muerte, no sabe nada... La meditación trae de nuevo a la persona a su niñez. Es un renacer.

Luego ayuda a la persona a entender el porqué de este miedo. Hazle ver que es un fenómeno artificial impuesto en él. Dile No te preocupes: en esta situación puedes volverte loco. No tengas miedo. Disfruta... por primera vez estás en una situación en la que te puedes volver loco sin que nadie te condene por ello. Y el grupo tiene que respetar a la persona, amar a la persona... Él lo necesita, esto le tranquilizará. Y saldrá del miedo con gran libertad, con fuerza, con integridad.

El segundo miedo es el orgasmo sexual. Este miedo es también un producto de la religión. Todas las religiones existen porque han enfrentado al hombre con sus energías propias. El sexo contiene toda la energía del hombre, su energía vital; los profetas, los Mesías, los mensajeros de Dios, todos ellos están haciendo el mismo trabajo con diferentes palabras, con lenguajes diferentes, pero su trabajo es el mismo... hacer al hombre enemigo de sí mismo.

Y la estrategia básica es... ―como el sexo es tu energía más poderosa ― debe ser condenado, se debe crear en él un sentimiento de culpabilidad. Esto crea un problema al individuo. Su naturaleza es sensual, sexual, y su mente está llena de basura sobre él. Así está dividido. Ni puede abandonar la mente, porque abandonar la mente significa abandonar su sociedad, su religión, sus profetas, su Dios, abandonarlo todo. Y solo será capaz de abandonar todo esto cuando se convierta en un individuo y sea capaz de estar solo y sin miedo.

Luego el hombre tiene miedo del sexo, en lo que se refiere a su mente, pero su naturaleza no tiene nada que ver con la mente. No hay comunicación. La biología tiene sus propias reglas de funcionamiento, luego la biología le empujará al sexo y su mente estará allí presente condenándole continuamente. Luego hará el amor, pero lo hará con prisa. Esta prisa tiene una razón psicológica. Su prisa representa su sentimiento de culpabilidad. Siente que está actuando en contra de Dios, en contra de la religión. Se siente culpable y no sabe cómo evitarlo, luego su compromiso interno es: hazlo, pero de forma rápida. Esto evita el orgasmo.

Ahora, hay implicaciones y sobre implicaciones. Un hombre que no ha conocido el orgasmo se siente insatisfecho, frustrado, lleno de ira, porque nunca ha experimentado un estado que la naturaleza Le ofrece gratuitamente, un estado en el que relajarse totalmente y hacerse uno con la existencia, al menos por unos momentos.

Con esta aceleración no puede llegar al orgasmo. Sexo y eyaculación se han hecho equivalentes. Esto no es cierto en lo que a la naturaleza se refiere. La eyaculación es solo una parte, que puede ocurrir sin orgasmo. La biología no está interesada en tu orgasmo sino en que seas capaz de producir niños. Tu biología está satisfecha si te reproduces, y para la reproducción solo la eyaculación es necesaria, no así el orgasmo.

El orgasmo es un precioso regalo de la naturaleza. El hombre ha sido privado de él y con su prisa a privado también a la mujer. La mujer necesita tiempo para calentarse. Todo su cuerpo es erótico y al no ser que todo su cuerpo esté temblando de placer, no será capaz de experimentar el orgasmo. No hay tiempo para que se produzca.

Durante millones de años los derechos de las mujeres han sido ignorados. Es por esto que se han vuelto tan rencorosas, discutiendo continuamente, siempre listas para pelear. Es prácticamente imposible mantener una conversación con una mujer. Llevas años viviendo con una mujer y no recuerdas una sola conversación en la que estuvierais los dos sentados tranquilamente, hablando de las cosas bellas de la vida. No. Todo lo que recuerdas son peleas, discusiones, objetos por los aires... pero no se puede hacer a la mujer responsable de ello. Al ser privada de toda su capacidad de éxtasis; se ha vuelto negativa. Y esto ha dado una oportunidad a los sacerdotes. Todos los templos, todas las iglesias están llenas de mujeres porque ellas son las perdedoras, mucho más que los hombres. Porque a medida que el orgasmo del hombre se hace más local; el resto de su cuerpo deja de ser erótico. Luego su cuerpo no sufre si no se produce una experiencia orgásmica, pero el cuerpo de la mujer sí que sufre con ello.

Pero es un buen negocio para las religiones. La gente no iría a la iglesia si no sufriera sicológicamente. No escucharían todo tipo de teologías idiotas. Solo porque están sufriendo, necesitan consolación, quieren tener alguna esperanza, al menos después de la muerte. En esta vida saben que no hay esperanza; es imposible. Y esto da a las religiones la oportunidad de mostrar al hombre y a la mujer que el sexo es inútil. No tiene significado, no tiene razón de ser. Estás innecesariamente malgastando tu energía y su argumento parece correcto, pues nunca lo has experimentado totalmente.

Luego evitando la experiencia del orgasmo, las religiones han esclavizado al hombre y a la mujer. Hoy día la misma esclavitud apoya otro tipo de intereses creados. El sacerdote más actual es el psicoanalista. Ahora él utiliza la misma herramienta. Y me sorprendió saber que todos los nuevos sacerdotes, especialmente los cristianos, estudiaban sicología en sus seminarios. La sicología y el psicoanálisis se ha convertido en una parte necesaria de su educación. Ahora, ¿Qué tiene que ver la sicología con la Biblia? ¿Qué tiene que ver el psicoanálisis con Jesucristo? Se están formando como psicólogos y psicoanalistas, porque es obvio que la figura del sacerdote está desapareciendo, está perdiendo su poder sobre la gente. La figura del sacerdote tiene que ser actualizada, luego puede operar no solo como un guía religioso, sino también como un psicólogo, un psicoanalista. Naturalmente, un psicólogo normal y corriente no es tan completo.

Él tiene algo más que ofrecer: La religión.

Y todo esto ha ocurrido por un simple mecanismo de condenar el sexo. Luego cuando en tus grupos encuentres gente con miedo al orgasmo, ayúdales a entender que el orgasmo les va a hacer más sanos, más inteligentes, menos iracundos, menos agresivos, más amorosos. El orgasmo te va a devolver las raíces que te han sido arrancadas. Luego no te preocupes. Y quizás sientas en el orgasmo el miedo a volverte loco. Si en el orgasmo alguien se vuelve loco, ayúdale a volverse loco. Solo entonces será capaz de experimentarlo en su totalidad. Y el orgasmo relaja cada célula de tu cuerpo, tu mente, tu corazón.

Es muy importante para la meditación que la persona tenga la experiencia del orgasmo. Entonces puedes hacerle entender lo que es la meditación. Una experiencia orgásmica con la existencia. Si el orgasmo puede ser tan bello y tan beneficioso, tan saludable, al fundirte con un solo ser humano... La meditación es fundirte con todo lo que te rodea, desde la más pequeña brizna hasta la estrella más lejana.

Una vez que experimentas... Esto... La raíz está en experimentarlo por primera vez. Una vez que lo sabes, que sabes que lo que creías locura no es locura, sino una especie de explosión de éxtasis y que, cuando pasa te deja más sano, más entero, más inteligente, entonces el miedo al orgasmo desaparecerá. Y con él su necesidad de religión, de psicoanálisis y demás tonterías por las que pagas enormes cantidades de dinero.

El tercer miedo del que hablas es el miedo a la muerte. El primero era el miedo a estar solo. La mayor parte del miedo a la muerte se destruirá ante la primera experiencia de estar solo y sin miedo. Otra gran parte del miedo a la muerte desaparecerá con la experiencia del orgasmo, porque durante el orgasmo la persona desaparece. Su identidad es inexistente. Hay una experiencia, pero no hay nadie que la experimente.

Los primeros dos pasos facilitarán mucho el tercero. Y con cada paso tienes que ir profundizando en tu meditación. La terapia sin meditación no puede ayudar mucho. Sin meditación la terapia es simplemente superficial, un toque aquí y allá, y pronto el hombre será de nuevo el mismo. Una verdadera transformación no ha ocurrido nunca sin meditación y las situaciones originadas por la terapia son enormemente valiosas en lo que a la meditación se refiere.

Luego primero, utiliza la terapia para hacerle sentirse solo. Segundo, utiliza la meditación para darle el coraje para abandonar todo pensamiento y volcarse totalmente en el orgasmo. Sin preocuparse de lo que ocurra. Estás aquí para apoyarle. Tras estos dos pasos el tercero será muy fácil. Es el más fácil. Parece el mayor miedo del hombre. Pero no es verdad. No conoces la muerte; ¿Cómo puedes entonces tener miedo de ella? Siempre has estado viendo otras personas morir. Nunca te has visto a ti mismo muriendo. Quien sabe, quizás seas la excepción, porque no hay ninguna prueba de que vayas a morir. Los que han muerto han demostrado que eran mortales.

Cuando estaba en la universidad, aprendiendo Lógica de mi profesor, en cada libro, en cada universidad alrededor del mundo, se enseña el mismo silogismo aristotélico. El hombre es mortal. Sócrates es un hombre. Luego Sócrates es mortal. Y cuando me enseñaron ese silogismo por primera vez, me puse de pie y dije, Un momento. Quizás yo sea la excepción. Hasta ahora he sido una excepción. ¿Por qué no también mañana? Sobre Sócrates acepto que el silogismo es cierto porque él está muerto, ¿Pero y yo?, ¿Y tú?, ¿Y toda esta gente que está viviendo? Ellos no han muerto todavía.

Tu experiencia de la muerte―de gente muriendo en la miseria, con sufrimiento, con disgusto, con todo tipo de dolores―es lo que origina tu miedo. Porque nadie ha conocido la muerte de un hombre iluminado, con qué belleza muere, con qué éxtasis!. El momento de su muerte es de una luminosidad tremenda, de un silencio... como si su éxtasis irradiase de cada poro de su ser. Aquellos que están cerca de él, aquellos que han tenido la fortuna de estar cerca de él, se sorprenderán de ver que la muerte es mucho más gloriosa que la vida.

Pero este tipo de muerte ocurre solo a aquellos que han vivido totalmente, sin miedo, a aquellos que han vivido con éxtasis, sin preocuparse de que dicen los idiotas sobre la muerte. No la han conocido y continúan hablando acerca de ella.

El miedo a la muerte será el más fácil de los tres. Tienes que resolver los dos primeros, y entonces hacer ver a la persona que la muerte no es el final de la vida. Si meditas profundamente y alcanzas tu centro más profundo, de repente encontrarás una corriente de vida eterna. Tus cuerpos... Has tenido muchos. Tu ser ha adoptado muchas formas diferentes, pero tú continúas siendo el mismo. Pero no ha de ser una creencia ―Tiene que ser tu propia experiencia.

Luego recuerda una cosa: tus grupos de terapia no deben ser como la terapia ordinaria ― simplemente alguien haciendo un lavado de cerebro a un hombre y haciéndole sentir que ha aprendido algo, el hombre experimenta algo y dos semanas después es otra vez el mismo. No hay una sola persona en el mundo que haya sido totalmente curada con psicoanálisis. Y hay miles de psicoanalistas haciendo psicoanálisis, y ni una sola persona en el mundo que haya sido curada. No existe un solo caso que hayan podido resolver todavía, por la sencilla razón de que no conocen la meditación. Y sin meditación puedes continuar pintando la superficie, pero la realidad interior permanece igual.

Mis terapeutas han de introducir la meditación como centro de su terapia, y todo lo demás debe girar alrededor de ella. Entonces la terapia será realmente valiosa. Entonces será necesaria no solo para aquellos que están enfermos, o desequilibrados mentalmente, o para aquellos que sienten miedo, celos, o violentos. Esta es solo la parte negativa de la terapia.

Nuestra terapia servirá para devolver a la persona su individualidad. Le devolverá su niñez, su inocencia. Esto le dará integridad, cristalización, luego nunca tendrá miedo a la muerte. Y una vez que el miedo a la muerte desaparece, los otros miedos son muy pequeños y caerán por si solos, desaparecerán.

Tenemos que enseñar a la gente como vivir totalmente, íntegramente,
contra todas las enseñanzas de las religiones. Las religiones enseñan renuncia.
Nosotros enseñamos alegría, celebración.