La iluminación espiritual

Dormir activa entidades sanadoras

SANANDO MIENTRAS DUERMEN

Si estas entidades están ausentes ustedes no se sentirán refrescados.

Si se dieran cuenta de qué inmensa población de entidades y células habitan en su interior, estarían muy orgullosos. Hay miles y miles de millones de ellas – más que la población total del mundo. Y déjenme decirles que algunas personas han tenido tanto éxito educando a las entidades en su interior, que las entidades ahora son capaces de trabajar por sí mismas: van y ayudan, consuelan y sanan. A veces, en efecto, toman la apariencia del individuo, y es por eso que las personas piensan que fue él quien les visito, cuando a menudo, de hecho, es el último en darse cuenta que ha ayudado a alguien.

Sí, los seres humanos también pueden fortalecer a sus entidades internas, si trabajan en forma inteligente y consciente. Si respetan y aprecian a todos esos trabajadores inteligentes que viven al interior de ustedes, cuando vean que los tratan con amor y gratitud, harán su trabajo de manera magnífica, y siempre se sentirán sanos y con un temperamento estable: nada faltará.

Si las personas se deciden a trabajar en esta dirección, por lo tanto, el Amor les toma bajo su protección y las entidades que les habitan les dan más y más apoyo y ayuda. Incluso hay doctores y sanadores entre estas entidades, que se preocupan de su salud. El hecho que ciertas personas pueden alcanzar una avanzada edad si enfermar, muestra que algunas de sus entidades internas cuidaban su salud, pues la salud no solo depende de nuestros órganos; depende de las entidades que viven en ellos y les animan. Y, si estas entidades son débiles o se paralizan, solo nos queda ponernos en manos de farmacéuticos, médicos y cirujanos. ¡Y no hay forma de saber si ellos son o no capaces de sanarnos o prolongar nuestras vidas!

Esto es exactamente lo que ocurre de noche, cuando sin estar nosotros conscientes de ello, miles de entidades trabajan para ayudar a nuestro organismo para librarse de sus toxinas y recuperar sus fuerzas. Si estas entidades están ausentes o son estorbadas en su trabajo, ustedes no se sentirán refrescados, incluso tras dormir toda una noche. Si siempre descansan en medios exteriores, en vez de acudir a estas entidades inteligentes, si nunca les piden que les ayuden o no les muestran el aprecio debido para que realicen su trabajo con propiedad, pueden pasar su vida entera buscando salud pero, como no entienden lo que es realmente, ni tampoco qué les sana, nunca la alcanzarán.

Sí, el mundo externo en que vivimos contiene todo tipo de lecciones que debemos aprender a descifrar. Si una máquina se rompe, se necesita a un mecánico para que funcione nuevamente. De la misma forma, nuestros órganos deben ser reparados y mantenidos en funcionamiento por entidades vivas. Los órganos de una persona pueden estar en buena forma pero, si a quienes les animan se les ha ordenado partir, mueren. La máquina deja de trabajar, incluso si sus órganos están intactos – y esto puede ser visto por el hecho de que los órganos de un cuerpo muerto pueden ser trasplantados en el cuerpo de otra persona. Es simplemente que quienes mantienen la maquinaria funcionando se han ido, por lo que se han detenido. Pero supongan que se ha decretado que la persona debe vivir por doscientos o trescientos años, sus órganos seguirán funcionando porque serán constantemente alimentados y mantenidos vivos por nuevas partículas y nuevas entidades.

EL YO SUPERIOR

Aprendan a respirar, dormir, amar, pensar y actuar correctamente.

Me pregunto si todos estos yoguis que han llegado a un control tan grande de su cuerpo físico, ¿se ocupan acaso con tanto esmero de lo espiritual? A veces ni siquiera saben conducirse en su vida interior. El cuerpo físico es importante, desde luego, sin él no podemos hacer nada en la Tierra; pero, en mi opinión, ser vegetariano, practicar algunos ejercidos de gimnasia que nosotras conocemos, vivir una vida pura, equilibrada, con eso basta para el cuerpo físico.

Primero debemos aprender a respirar, dormir, amar, pensar y actuar correctamente

Lo que cuenta sobre todo, es conocer las leyes espirituales y aplicarlas viviendo correctamente, poseer un verdadero saber sobre el Universo, sobre las jerarquías y el ser humano, y llegar al perfecto control de uno mismo. Antes de ir a experimentar conocimientos peligrosos, hay que empezar por aprender a alimentarse, a respirar, a amar, a pensar, a actuar, a dormir y después la ciencia vendrá, una ciencia inmensa, infinita. Lo más importante es saber vivir correctamente para reforzarse; pero las personas descuidan eso y acumulan toda clase de conocimientos inútiles.

Un ejemplo – el hombre cuyo piso colapsó con libros

Como este hombre al que le gustaban tanto los libros que se había hecho hacer un abrigo con unos bolsillos muy grandes: compraba tantos libros como podía, llegaba a su casa con los bolsillos repletos y lo amontonaba todo en su pequeña habitación, hasta el día en que el piso no resistió más y se desplomó sobre lo cabeza del vecino de abajo. El pobre hombre se había posado la vida estudiando, pero lo único que se le había olvidado estudiar era hasta qué punto su piso podía resistir.

Primero refuercen el piso

A menudo los hombres acumulan, acumulan, y el piso se desploma. ¿A qué llamo piso? Al sistema nervioso. Sí, lo olvidamos, pensamos siempre que podrá soportado todo, pero primero hay que reforzarlo, y después podremos amontonar todos los libros. ¿Comprenden, entonces, por qué digo que en primer lugar hay que saber alimentarse bien, respirar bien, dormir bien, comportarse bien?; eso es el piso. Cuando éste sea sólido, pongan en él el universo entero, lo soportará.

Otro ejemplo – La calabaza

Por otra parte, incluso una calabaza puede explicárnoslo, porque ella conoce esta ley de consolidación. Sí, observen una calabaza: a medida que crece, va reforzando su tallo que al principio era tan fino, tan tierno: y así puede alcanzar un peso formidable sin que su tallo se rompa. Pero hay personas que en vez de reforzar su sistema nervioso acumulan cargas, y un día todo se rompe, todo se desploma en ellos.