La iluminación espiritual

Tres reflexiones sobre la vida

CUANDO ES NECESARIO SER PRÁCTICO

La siguiente historia es atribuída al sabio Mohamed Gwath Shattari, uno de los más admirados por el Emperador Humayun. Murió en 1563 y existe un templo en su homenaje en Gwalior.

Tres viajeros cruzaban juntos las montañas del Himalaya discutiendo la importancia de colocar en la práctica todo aquello que aprendieron en el plano espiritual. Estaban tan entretenidos en la conversación que solamente ya bien entrada la noche se dieron cuenta de que solo llevaban consigo un pedazo de pan.

Decidieron no discutir sobre quien merecía comerlo; como eran hombres piadosos, dejarían la decisión en manos de los dioses. Rezaron para que, durante la noche, un espíritu superior les indicase quien recibiría el alimento.

A la mañana siguiente, los tres se levantaron al salir el sol.

He aquí mi sueño, dijo el primer viajero.

  • Yo fui cargado hacia lugares donde nunca había estado antes, y experimenté la paz y armonía que he buscado en vano en esta vida terrenal. En medio de tal paraíso, un sabio de largas barbas me decía Tú eres mi preferido, pues jamás buscaste el placer y siempre renunciaste a todo. Sin embargo, para probar mi alianza contigo, me gustaría que comieras un pedazo de pan.

Es bien extraño - dijo el segundo viajero.

  • Porque en mi sueño, yo vi mi pasado de santidad y mi futuro de maestro. Mientras miraba el porvenir, encontré un hombre de gran sabiduría diciendo Tú necesitas comer más que tus dos amigos porque tendrás que liderar a mucha gente, y para ello necesitarás fuerza y energía.

Dijo entonces el tercer viajero:

  • En mi sueño yo no vi nada, no visité ningún lugar ni encontré a ningún sabio. Sin embargo, a determinada hora de la noche me desperté de repente. Y me comí el pan.

Los otros dos se enfurecieron:

  • ¿Y por qué no nos llamaste, antes de tomar una decisión tan personal?
  • ¿Cómo iba a hacerlo? ¡Estabais tan lejos, encontrando maestros y teniendo visiones sagradas! Ayer discutimos la importancia de poner en práctica aquello que aprendemos en el plano espiritual. En mi caso, Dios actuó rápido y me hizo despertar muriendo de hambre!

LO QUE DIRÁN DE TÍ

Cuando era joven, Abil-Alsar escuchó una conversación de su padre con un devriche.

Cuidado con tus obras dijo el devriche: Piensa en lo que las generaciones futuras dirán de tí

¡Y qué! respondió el padre. Cuando yo me muera, todo estará acabado y no me importa lo que dirán,

Abil-Alsar jamás olvidó esa conversación. Durante toda su vida se esforzó para hacer el bien, ayudar a las personas a ejecutar su trabajo con entusiasmo. Se volvió un hombre conocido por su preocupación por los demás; al morir había dejado un gran número de obras que mejoraron el nivel de vida de su ciudad.

En su tumba mandó grabar el siguiente epitafio:

Una vida que termina con la muerte, es una vida que no valió la pena.

LOS ERRORES DEL PASADO

Durante un viaje, Buda encontró a un yogui apoyado en una sola pierna.

Quemo los errores de mi pasado, explicó el hombre.

¿Y cuántos errores ya has quemado?

No tengo la menor idea.

¿Y cuántos te falta quemar? insistió Buda.

No tengo la menor idea.

Entonces es hora de acabar con esto.

Para de pedir perdón a Dios y ve a pedir perdón a aquellos a quienes heriste.