Frases de Igualdad
Frases sobre «Igualdad»
La primera obligación de la igualdad es la equidad.
La desigualdad es la causa de todos los movimientos.
Si un hombre mira a cualquier otro hombre y estima que el hombre es menos que el, entonces esta robando al otro. Esta robando el derecho de nacimiento del otro, el de la igualdad.
Los derechos humanos se violan no solo por el terrorismo, la represión, los asesinatos, sino también por la existencia de condiciones de extrema pobreza y de condiciones económicas injustas que originan las grandes desigualdades.
La igualdad así como la libertad individualista podrían no ser la panacea sino un obstáculo.
La mujer pasara su cabello al hombre y el hombre pasara su ropa a la mujer. Ambos mandaran en igualdad de mando, pero el tiempo los hundirá.
La igualdad no excluye la diversidad. La aceptación incluye en lugar de rechazar.
La igualdad es el sello que armoniza.
Este verano sofocante del legitimo descontento del negro no llegara a su fin hasta que llegue un otoño reconfortante de libertad e igualdad.
La Patria florece cuando vemos en el trono a la noble igualdad, como bien dice nuestro himno nacional. La injusticia en cambio lo ensombrece todo. Que triste es cuando uno ve que podría alcanzar perfectamente para todos y resulta que no.
Y sin duda la violencia seguirá existiendo hasta cuando nuestras naciones alcancen una democracia verosímil y hagan realidad los supuestos mínimos de igualdad que pregonan sus leyes.
Para Jesús, esta claro, la pobreza no es el problema; es la solución Hasta que los seres humanos aprendan a vivir en contacto desnudo y dirijan la sencillez y la igualdad entre si.
El socialismo es la filosofía del fracaso, el credo de la ignorancia, y la cúspide de la envidia, su virtud inherente es compartir con igualdad la miseria.
No puede haber amistad sin igualdad.
Creo en la igualdad para todos, excepto para los reporteros y fotógrafos.
De la misma manera que la producción masiva requiere de la estandarización de mercancías, el proceso social requiere de la estandarización del ser humano, y esta estandarización se denomina igualdad.
Realmente tenemos que estar dispuestos a descubrir quienes somos en lugar de rebelarnos por la igualdad de derechos que nos han negado, que si merecemos.
De todo ello a menudo nos olvidamos pese a que la desigualdad -mídasela como se quiera- parece galopar sin brida ni rienda tanto a escala planetaria como local, tanto en los países pobres como en los ricos. Hace ya tiempo que ha rebasado el nivel de lo social, lo ética y lo estéticamente tolerable.
El altruismo — el servicio a los semejantes — ¿es deseable? Entonces la experiencia de la vida debe proporcionar situaciones donde se encuentren desigualdades sociales.
El desarrollo desarrolla la desigualdad.