La cultura de la trampa
Si algo he aprendido en estos últimos días es entender la cultura del engaño. Qué fenómeno tan bárbaro. Bellacos que trabajan a medias. Timadores.
JEBUNA
EL ENGAÑO CULTURAL
Dedicado a las personas que no son honestas con su trabajo.
Si algo he aprendido en estos últimos días es entender la cultura del engaño. ¡Qué fenómeno tan bárbaro! Bellacos trabajando a medias, pero en el momento del pago, que no falte ni una moneda. Lo irónico, son religiosos a más no poder. Invocan honestidad a los cuatro vientos. Hipócritas, el pillo siempre se viste de oveja para encubrir su mediocridad. Jesús lo advirtió: «Cuídense del falso, que viene vestido de oveja, pero por dentro es un lobo rapaz.»
Estamos rodeados de bribones, de timadores, de marrulleros. Muchos seres humanos crecen en esa cultura. La razón: Les corrompieron el cerebro, están hipnotizados, están dormidos. La causa: Crecieron en un ambiente plagado de malas prácticas. Heredan y piensan que la trampa es más práctica, que timar es más práctico, que el engaño es más práctico. ¡Qué tristes!
Pero imaginemos que alguien muestra la manera de amarnos los unos a los otros, de vivir en paz y amor, de superar las desavenencias del diario vivir. ¿Pueden ustedes imaginarse algo más práctico que eso? La clave: Trasmutar las malas experiencias por amor, por aprendizaje.
CONCLUSIÓN
El día en que logremos trasmutar indignación por amor, experimentaremos un milagro. Cambiaremos, sin esfuerzo, correctamente. Cuando la vida de la consciencia llega a este estado, desaparece todo sentimiento de odio y perdonaremos a quienes hacen daño. Así, lo bueno se cultivará. Señores, experimentaremos la alquimia del amor para superar el engaño.
Sigue tranquilo tu caminar, no te detengas porque alguien obra incorrectamente contra ti. Seguramente más adelante, te lo encontrarás y todo será diferente. Perdónalo y ámalo, no hay otra opción.
Perdona, qué perdonando tendrás en paz tu alma, y la tendrá el que te ofendió.
Teresa de Calcuta.
La cultura del engaño ofrece una reflexión profunda sobre cómo ciertas prácticas deshonestas se han normalizado en distintos ámbitos de la vida. Aquí van algunos datos y pensamientos interesantes que se desprenden de su contenido:
Datos y reflexiones destacadas
El disfraz del engaño: Se menciona que muchas personas que practican el engaño lo hacen bajo una fachada de religiosidad o moralidad. Esta idea recuerda el proverbio bíblico citado: «Cuídense del falso, que viene vestido de oveja, pero por dentro es un lobo rapaz.»
Herencia cultural del engaño: El texto sugiere que el engaño no siempre es una elección consciente, sino una práctica heredada. Las personas crecen en entornos donde la trampa se ve como algo práctico, lo que perpetúa el ciclo.
La alquimia del amor como solución: Se propone una transformación espiritual: cambiar la indignación por el amor. Esta «alquimia» permitiría superar el resentimiento y cultivar lo bueno, una idea que conecta con enseñanzas de figuras como Teresa de Calcuta.
Astucia vs. sabiduría: Se hace una distinción entre la astucia como herramienta para el engaño y la sabiduría como camino hacia la verdad. Krishnamurti es citado para hablar de la mente como algo complejo y astuto, pero también influenciado por el pasado.
Idea central
La propuesta no es solo denunciar el engaño, sino invitar a una transformación interna. El mensaje final es claro: «Perdona, qué perdonando tendrás en paz tu alma, y la tendrá el que te ofendió.»