La iluminación espiritual

Volverse presente en unidad con la vida

ECKHART TOLLE

Imagen; Volverse presente en unidad con la vida; Eckhart Tolle

VOLVERSE PRESENTE

La presencia en el presente.

LA PRESENCIA

Podemos aprender a no mantener las situaciones o los eventos vivos en nuestra mente, sino a volver nuestra atención continuamente al prístino y eterno momento presente más que a ser atrapados en la elaboración mental de películas. Nuestra misma Presencia se convierte entonces en nuestra identidad, en lugar de nuestros pensamientos y emociones. Solo la Presencia puede liberarte del ego, y tú solo puedes estar presente Ahora, no ayer o mañana. Solo la Presencia puede deshacer tu pasado y transformar así tu estado de consciencia. Consciencia significa Presencia, y solo la Presencia puede disolver tu pasado inconsciente. Un momento de Presencia, es el surgimiento de un espacio interior donde antes había barullo del pensamiento y el torbellino de la emoción.

EL MOMENTO

Para terminar con el dolor que ha afligido a la especie humana durante miles de años, tienes que empezar contigo y responsabilizarte por tu estado interior en éste momento. Eso significa ahora. Pregúntate: ¿Hay negatividad en mí en este momento? En el momento que te haces consciente de un estado negativo no significa que has fracasado. Hasta que ocurra esta consciencia hay identificación con los estados interiores, y tal identificación es ego. Con la consciencia viene la desidentificación. Los pensamientos, emociones o reacciones son reconocidos, y en el momento del reconocimiento ocurre la desidentificación. Tu sentido de ti mismo, sufre un cambio; ahora eres la consciencia, la Presencia consciente que es testigo de esos estados. Eres la luz de la Presencia, la consciencia que es anterior a cualquier pensamiento o emoción y más profundo que ellos.

EL EGO

Siempre que estés en un estado negativo, si puedes ser consciente en ese momento que hay algo en tí que saca placer de ello o que cree que tiene un propósito útil, te estás haciendo consciente del ego directamente. En el momento que esto ocurre, tu identidad ha pasado del ego a la consciencia. Esto significa que el ego se está encogiendo y que la consciencia está creciendo. Si en medio de la negatividad eres capaz de darte cuenta: En este momento estoy produciendo sufrimiento para mí será suficiente para elevarte sobre las limitaciones de los estados y las reacciones condicionadas por el egotismo. Se te abrirán infinitas posibilidades que vienen a ti cuando hay consciencia. Serás libre de soltar tu infelicidad en el momento en que la reconozcas.

ALERTAS

Cuanto más pasado compartido hay en una relación con otra persona, más presente necesitas estar; de lo contrario, te verás forzado a volver a vivir el pasado una y otra vez. En una relación autentica hay una expansión de atención abierta, alerta hacia la otra persona en la cual no hay deseo. Esa atención alerta es Presencia. Es el prerrequisito para cualquier relación auténtica. Cuando miras a tu hijo, lo tocas o lo ayudas con cualquier cosa, estas alerta, silencioso, completamente presente, sin querer nada más que ese momento como es. De esta forma, haces espacio para el Ser. En ese momento eres el estado de alerta, la Presencia que esta escuchando o hablando. Eres el Ser detrás del hacer. Actuar nunca es suficiente si descuidas al Ser.

LA ESENCIA

La mayoría de los seres humanos solo ven las formas externas, inconscientes de su esencia interior, lo mismo son inconscientes de su propia esencia y se identifican solo con su forma física y psicológica. Sin embargo, una vez que hay un cierto grado de Presencia, de atención quieta y alerta en sus percepciones, puedes sentir la esencia de la vida divina, la consciencia y espíritu que mora en el interior de toda criatura, de toda forma de vida, puedes reconocerla como una con tu propia esencia y, por lo tanto, amarla como a ti mismo.

MÁS CONSCIENCIA

Cuando te encuentres con personas, préstales tu atención plena. Tú estás allí como un campo de consciencia, de Presencia alerta. Ese espacio de consciencia se vuelve más importante que aquello de lo que puedas estar hablando, más importante que los objetos físicos o mentales. Esto no significa que descuides lo que haya que hacer en un nivel práctico. De hecho el hacer se desenvuelve no solo más fácilmente sino con más fuerza cuando se reconoce la dimensión del Ser. El surgimiento de ese campo unificador de consciencia entre los seres humanos es el factor más esencial en las relaciones de la nueva tierra.

LA ACCIÓN

El perdón ocurre naturalmente cuando ves que tus motivos y quejas no tienen más propósito que reforzar un falso sentido de identidad, mantener el ego en su lugar. Solo hay un autor del mal en el planeta: la inconsciencia humana. Esta comprensión es el verdadero perdón. Con el perdón, tu identidad de víctima se disuelve y surge tu verdadero poder, el poder de la Presencia. En vez de culpar a la oscuridad tu traes la luz. La Presencia es un estado de espacio interior. Estás silencioso, alerta, abierto a lo que es. Traes una nueva dimensión a la situación: el espacio. Entonces miras y escuchas. Así te vuelves uno con la situación. Cuando en vez de reaccionar contra una situación, te fundes con ella, la solución surge de la misma situación. Si es posible o necesaria la acción actúas, o más bien la acción correcta ocurre a través de ti. La acción correcta es la acción que es apropiada para el todo. Cuando la acción se ejecuta, permanece el silencio alerta, espacioso.

LA PRESENCIA EN EL PRESENTE

Cuando estás presente, cuando tu atención está plenamente en el Ahora, esa Presencia fluirá hacia lo que haces y lo transformará. Habrá calidad y fuerza en ello. Estás presente cuando lo que estás haciendo no es primordialmente un medio para un fin (dinero, prestigio, triunfo) sino que es satisfactorio en sí mismo, cuando hay alegría y vitalidad en lo que haces. Por supuesto, no puedes estar presente a menos que entables amistad con el momento presente. Esa es la base para la acción efectiva, no contaminada por la negatividad.


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