La iluminación espiritual

La verdad y el amor absoluto

POR: JBN LIE

Imagen; La verdad y el amor absoluto; Jbn Lie

AMOR Y VERDAD

LA VERDAD HACE LIBRE

Jesús de Nazaret

En verdad, la verdad viene del Cielo. Vino a través de todos los profetas plenos de Dios y a través de Mí, siendo Jesús de Nazaret, a la Tierra -y viene a la Tierra a través de Mí, el Cristo, y a través de todos los que viven en la verdad-. La verdad hace libres al alma y al hombre. Y los que aspiran a la verdad, conocen Mi voz, la verdad.

El hombre, según su estado de consciencia, reconoce muchas o solo algunas facetas de la verdad eterna, o -si solo está orientado al mundo- ninguna. Por tanto, lo que un hombre puede recibir de la verdad eterna, otro, cuya consciencia no tiene todavía la visión ampliada de la vida interna, no puede recibirlo y, por eso, tampoco entenderlo.

Las otras afirmaciones, pero para cada uno la verdad es según la ve su mente, hasta que una verdad más elevada le sea revelada. Al alma que puede recibir más luz, se le dará más luz, tienen el siguiente significado: mientras un hombre no cumpla la faceta de la verdad eterna que le es revelada, tampoco podrá serle revelada ninguna otra faceta de la verdad. Es decir: bien podrá oírlas, pero no cumplir, porque aún no ha dado el primer paso, la realización de la primera faceta. El hombre observará y examinará con el intelecto las facetas de la verdad eterna que le han sido manifestadas, hasta que realice, paso a paso, lo que en cada caso reconozca. Solo entonces será capaz de recibir una verdad más elevada. Cuando le sean manifiestos los nexos entre todas la facetas de la verdad eterna, se sumergirá en la ley de la vida, en la verdad. Dios, la luz eterna, se irradia El mismo, toda la verdad eterna, al infinito, en forma de innumerables facetas de consciencia.

NO HAY CAMINO HACIA LA VERDAD

Jiddu Krishnamurti

La verdad es verdad, es una y única. No tiene matices ni caminos; ningún camino conduce a la verdad. No hay camino hacia la verdad, ella debe llegar a uno. Y solo puede llegar cuando su mente y corazón son sencillos y tienen claridad, cuando hay amor en su corazón; no si su corazón está lleno de las cosas de la mente.

Cuando hay amor en su corazón, no habla de organizarse y formar una hermandad, no habla de creencias, no habla de división o de las fuerzas que crean división, no busca reconciliación. Entonces, uno no es más que un ser humano sencillo, sin etiqueta, sin patria. Esto significa que debe despojarse de todas esas cosas, y permitir que la verdad se manifieste; y ella solo se puede manifestar cuando la mente está vacía, cuando la mente deja de inventar cosas; entonces llega sin que se la invite. Llega tan rápida como el viento, inadvertida. Llega secretamente, y no cuando uno mira y desea. De repente está allí tan rápidamente como la luz, tan pura como la noche; pero para recibirla el corazón debe estar lleno, y la mente vacía. Ahora tiene la mente llena y su corazón está vacío.

OLVIDAR LA VERDAD

Osho

La verdad se consigue únicamente mediante la conciencia. No se trata de un proceso mental, es un fenómeno totalmente diferente. No debéis pensar la verdad, tenéis que parar todo pensamiento para conocer la verdad: debéis olvidar todo sobre la verdad, para conocer la verdad.

Debéis desprenderos de la carga de todas las teorías, hipótesis, filosofías e ideologías que habéis aprendido. El proceso de alcanzar la ver­dad es un proceso de desaprendizaje, de desacondicionamiento. Poco a poco, uno ha de salir de la mente, escabullirse fuera de la mente, para convertirse en un estanque de conciencia, de pura conciencia. Simplemente una absoluta vigilancia: sin hacer nada, vigilando todo lo que sucede en los mundos exterior e interior.

Cuando uno puede observar sin que el juicio interfiera, sin que irrumpan viejas ideas, entonces se revela la verdad. Y el milagro es que no procede de otra parte, no desciende desde las alturas; se encuentra en vuestro interior... es vuestra naturaleza intrínseca. Realmente es una gran revelación conocer la verdad, porque vosotros sois ella y nunca la habéis perdido, ni siquiera durante un solo momento. Siempre habéis sido ella. Es imposible perderla, porque es vuestra naturaleza y esta no se puede perder. Por eso la llamamos naturaleza. Lo que no se puede perder es la propia definición de naturaleza. Aquello que se puede perder no es naturaleza sino nutrición. La verdad es vuestra naturaleza, vuestro propio ser, vuestra existencia, vuestro centro.

EL MUNDO DE LOS RELATIVISMOS

Patrocinio Navarro

Otros, en fin, escriben en libros o periódicos larguísimas reflexiones sobre esto o lo otro. Unos pretenden arreglar el mundo, otros exponer sus personales frustraciones. Fingen saber, pero ¿quién dice la verdad? Hablar de ellos es hablar de su verdad, pero no de la Verdad. Ellos no creen en la Verdad Absoluta, pues niegan a Dios o lo ignoran, y han preferido instalarse en el mundo de los relativismos. ¿Nos están engañando y son responsables por ello? Rotundamente, sí.

PROGRAMACIONES UTÓPICAS

Jebuna

La verdad es una consecuencia única omnipresente que una vez manifestada sacia completamente al recién llegado, en el acto este empieza asentar y a doblegar todo planteamiento empañado por programaciones utópicas. La verdad siempre termina por vencer las duras capas de la terquedad, ella está ahí, ella vive para vencer, ella no está en ningún lugar porque todo lo ocupa, es natural que los humanos le hagamos repulsa con los insignificantes conocimientos e ingeniosos autoengaños que lo único que logramos es retardar su presencia.

BUSCADOR DE LA VERDAD

Anthony de Mello

A un visitante que a sí mismo se definía como buscador de la verdad le dijo el Maestro: Si lo que buscas es la verdad, hay algo que es preciso que tengas por encima de todo. Ya lo sé: una irresistible pasión por ella contestó el buscador. No, una incesante disposición a reconocer que puedes estar equivocado.


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