La iluminación espiritual

Fecha de nacimiento de Jesús y festividad

POR: AKASHICOS

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LA VERDADERA FECHA NAVIDEÑA

Acerca de la muerte, el renacimiento y la vida

H. W. Armstrong:

¡Jesucristo ni siquiera nació en la época del año que ahora se observa la navidad! Cuando El nació ‘había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño’ (Lucas 2:8). Esto jamás pudo haber acontecido en Judea en diciembre el invierno era época de lluvias, lo cual hacía imposible que los pastores permanecieran de noche en el campo con sus rebaños. Según el relato bíblico, los pastores todavía no habían recogido sus rebaños, lo que hace suponer que octubre no había comenzado aún nuestro Señor no nació un 25 de diciembre, cuando no había rebaños en los campos. No pudo haber nacido después de septiembre, ya que los rebaños aún estaban en el campo de noche. Con esto, debemos descartar la natividad en diciembre. El pastoreo nocturno de los rebaños en los campos es un hecho cronológico. La fecha del nacimiento de Jesucristo es totalmente desconocida.

¿Cómo pudo esta fiesta pagana introducirse en el mundo cristiano occidental?. Recuérdese que el mundo romano había sido pagano. Con el advenimiento del emperador Constantino, quien en el siglo cuarto se declaró cristiano y elevó al cristianismo a un nivel de igualdad con el paganismo, el mundo romano comenzó a aceptar este cristianismo popularizado y los nuevos adeptos sumaron centenares de millares. Tengamos en cuenta que esta gente había sido educada en las costumbres paganas, siendo la principal aquella fiesta idólatra del 25 de diciembre –Armstrong se refiera a Brumalia-. Era una fiesta de alegría y gozaba de un espíritu especial. El reconocimiento del domingo por parte de Constantino, día que antes los paganos adoraban al Sol, y cómo la influencia del maniqueísmo pagano, que identificaba al Hijo de Dios con el Sol, dieron motivo a estos paganos del siglo IV, ahora convertidos en masa al cristianismo, para acomodarle a su fiesta pagana del 25 de diciembre (día del nacimiento del Sol) el título de día del nacimiento del hijo de Dios. La navidad es una de las principales tradiciones del sistema corrupto llamado Babilonia. Tiene sus raíces en la antigua Babilonia de Nimrod nieto de Cam, hijo de Noé. El verdadero origen de la navidad está en la antigua Babilonia.

P. Santomuaro:

Ante estas afirmaciones corresponde que analicemos con claridad lo que se nos dice. El cristiano debe de examinarlo todo y retener lo bueno (1 Tes. 5:21). Además, las leyes de la lógica nos deben indicar dónde hay errores de razonamiento. Examinemos los argumentos para ver si son válidos.

Es cierto que el 25 de diciembre los romanos rendían culto a falsos dioses. Es cierto también que la Iglesia estableció el 25 de diciembre para celebrar el nacimiento de Jesús. La estrategia detrás de la elección de esta fecha no fue el combinar lo pagano con lo cristiano, sino enfatizar la victoria que el nacimiento del Señor significó sobre las tradiciones paganas. La Iglesia, al contrario de lo que muchos enseñan, no estaba promoviendo un festival pagano, sino que en un esfuerzo evangélico sin precedentes, estableció y afirmó una celebración rival con el paganismo. Podemos decir que lo hizo con éxito, ya que hoy, 1500 años más tarde, nadie recuerda a los dioses romanos (con excepción de aquellos que se oponen a celebrar la Navidad). El 25 de diciembre está sólidamente identificado en todo el mundo con el nacimiento de Jesús. En realidad, el calendario romano estaba plagado de celebraciones paganas; cualquier otra fecha que la Iglesia hubiera escogido, probablemente hubiera coincidido con algún festival pagano. El apologista G. H. Montgomery comenta lo siguiente sobre el tema: ‘Los líderes de la Iglesia veían en el nacimiento de Cristo el triunfo de la luz sobre las tinieblas, de la primavera sobre el invierno y de la vida sobre la muerte. ¡Qué mejor fecha pudo haber sido seleccionada para conmemorar el nacimiento del Hombre cuya vida, enseñanzas, y muerte vicaria, cambiaron el rumbo de la historia, además de causar que la luz resurja de las tinieblas para ofrecer luz a aquellos que viven en el valle de la muerte! Sería bueno conservar estas cosas en mente cuando observemos la Navidad’.

Como vemos, el intento de manchar la Navidad con matices paganos
carece de base sólida y buen razonamiento.

Fiesta comercial y de abusos

H. W. Armstrong

La Navidad se ha convertido en una fiesta comercial, sostenida en parte por las compañías y campañas publicitarias más grandes. Los anuncios publicitarios nos mantienen engañados sobre el ‘espíritu navideño’. El ‘espíritu de Navidad’ es revivido cada año, no para honrar a Cristo ¡sino para vender mercaderías!.

P. Santomuaro:

La inmoralidad y el exceso: ¿anulan la validez de la Navidad?

Los que se oponen a que los cristianos celebremos la Navidad hacen mucho hincapié en que la fecha se ha comercializado, en la hipocresía de la gente durante la época, en los regalos, en fin, en la frivolidad de la gente. También se menciona el consumo de licor, los bailes, y la inmoralidad aparejada con esas cosas. Al expresarse de esta manera, insinúan dos cosas: 1) que el cristiano que festeja tal fecha se hace partícipe de dicho exceso e inmoralidad; 2) La conducta inapropiada de la celebración anula la validez de la Navidad.

Tres cosas podemos decir sobre esta clase de razonamiento. Primero, se está cometiendo la falacia de composición; ésta consiste en suponer que lo que es verdad acerca de un miembro o ciertos miembros de un grupo, debe ser verdad acerca de todo el grupo.

En otras palabras, suponen que porque hay personas que celebran la Navidad como cualquier otra festividad secular en donde prevalecen los bailes y el consumo de licor, todos los demás la celebran de la misma manera. De hecho, existen millones de cristianos que celebran la Navidad reverentemente y deploran el abuso y la comercialización de la fecha. Segundo, concluir que la conducta inapropiada de algunos durante la celebración anula la validez de la Navidad es cometer la falacia conocida como culpabilidad por asociación. Simplemente, porque malas cosas ocurren en un día en particular, no significa que el día en sí sea malo. La Navidad no tiene connotaciones pecaminosas, es la gente la que se conduce pecaminosamente. Sin embargo, esto no invalida la legitimidad de la celebración. Tercero, este tipo de razonamiento erróneo nos llevaría al absurdo de no festejar nuestros cumpleaños porque algunos se emborrachan en esas fiestas, ni tampoco usaríamos la Biblia, debido a que las sectas la usan inapropiadamente para sus propios fines.

Razones para no celebrar y para celebrar

H. W. Armstrong

No caigas en la trampa detrás de ellos (los pueblos paganos). Nos hemos denominado naciones cristianas, pero sin saberlo estamos realmente en Babilonia, tal como lo predijo la Biblia. Apocalipsis 18:4 nos advierte: ‘Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas.

Para el fundador de la Iglesia de Dios Universal, las tradicionales costumbres navideñas son vestigios de épocas pre-cristianas y por ende, paganas. A saber: la corona verde o guirnalda, Papá Noel o Santa Claus, el intercambio de regalos, el árbol de Navidad.

Asegura Armstrong que la costumbre de celebrar la navidad no es costumbre cristiana, sino pagana. ¡Ello constituye uno de los caminos de Babilonia en que el mundo ha caído!.

P. Santomuaro:

En realidad, las razones para celebrar la Navidad abundan. Curiosamente, los que escriben en contra de celebrar la Navidad siempre omiten pasajes como Lucas 2:8-14, donde un ángel del Señor se presenta frente a los pastores y les anuncia que trae nuevas de gran gozo para todo el pueblo. Estas nuevas eran que había nacido en la ciudad de David, un Salvador, que era Cristo el Señor. El mismo pasaje describe una multitud de ángeles que apareció alabando a Dios, en clara actitud de celebración.

Si alguien le critica por celebrar la Navidad, señálele con amor que la Biblia dice que nadie debe juzgarnos por días de fiesta (Col. 2:16; Rom. 14:5). Como vimos, no hay un solo argumento sólido que impida al cristiano rendir homenaje en espíritu y en verdad, ni de celebrar el hecho de que en el plan eterno de salvación, Dios mismo hizo su entrada personal y física en la arena de la historia (Jn. 1:14; 1 Tim. 3:16) para justificarnos gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús (Rom. 3:24).


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