Espiritualidad para locos
El loco se comporta casi como un sabio. Tiene intuiciones pero no tiene control sobre ellas, solo son flashes, ve a veces cosas que tú no puedes ver.
OSHO
LA LOCURA
El loco se comporta casi como un sabio.
Locura significa literalmente salirse de la mente, de ahí que haya dos posibilidades: puedes salirte de la mente por encima o por debajo. Ordinariamente, la gente sale de la mente por debajo porque no hace falta ningún esfuerzo, no tienes que hacer nada.
Cualquier conmoción puede romper tu estabilidad mental: la muerte de un ser querido, tu negoció entra en bancarrota; la alteración es tan grande que no puedes mantener tu normalidad. Caes por debajo de la mente, tu comportamiento se vuelve irracional.
Pero vas más allá de la miseria; si te hubieras quedado en la mente normal la conmoción habría creado una miseria inmensa. Es la forma natural de evitar la conmoción. Simplemente te tira para abajo; ahora no sabes qué ha pasado. Estás en bancarrota, tu esposa tu hijo se han muerto; no importa, de hecho ni siquiera te acuerdas. Has entrado en una nueva fase, te has convertido en una persona nueva. Pero va a ser algo irracional, anormal, impredecible.
Ordinariamente esto recibe el nombre de locura o insania en todo el mundo.
Solo en Oriente hemos descubierto que también hay otro, tipo de locura que proviene de la meditación profunda: es ir más allá de la mente. Ambas están fuera de la mente; de ahí que haya cierta similitud. Por eso a veces un loco se comporta casi como un sabio. Tiene intuiciones pero no tiene control sobre ellas, solo son flashes, pero a veces ve cosas que tú no puedes ver.
En Oriente, donde la mente ha sido el único centro de investigación a lo largo de siglos, hemos descubierto que puedes pasar por encima de la mente. El sufismo acepta dicho estado y lo llama el estado de masta: el loco divino. Está loco, pero es un loco suprahumano. Su comportamiento es irracional en lo que concierne a nuestra lógica. Pero quizá haya una lógica superior según la cual su comportamiento no es irracional.
La psicología occidental, aún no tiene una categoría para definir al segundo tipo de locura, pero la necesita. Esa categoría solo surgirá cuando se acepte la supermente.
Antes de Sigmund Freud ni siquiera se aceptaba la mente inconsciente, solo el consciente. Durante miles de años, en Occidente, no se ha tenido ni idea de la mente inconsciente.
Con Sigmund Freud, quedó establecida la existencia de la mente inconsciente. Con Jung, quedó establecida la existencia del inconsciente colectivo. Ahora hace falta que alguien establezca la existencia del inconsciente cósmico.
Hay un enorme campo preparado para que algún genio establezca su existencia. Pero la psicología oriental ya acepta todos estos campos y los ha aceptado durante miles de años.
Y todo lo anterior está por debajo de la mente consciente. Por encima de la mente consciente también hay tres capas: el superconsciente, el superconsciente colectivo; y el superconsciente cósmico. En ellos ni siquiera ha empezado el trabajo. La segunda categoría de locos de la que hablo está en algún lugar de estas tres categorías; evidentemente está en el superconsciente, pero quizá si la persona va más fondo puede tratarse del superconsciente colectivo. Y en un hombre como Ramakrishna se trata del superconsciente cósmico.
Así pues existe la posibilidad de volverse loco, por debajo de la mente, y en eso también puedes estar en tres niveles distintos. Puedes estar loco, simplemente inconsciente; también puedes estar loco en el inconsciente colectivo. En cada escalón hacia abajo estarás cada vez más loco. Y puedes estar loco al nivel de la mente inconsciente cósmica; eso es lo peor que le puede ocurrir a un hombre. Vivirá simplemente como una piedra, como una roca. Ha perdido todo contacto... está tan lejos, a kilómetros de la consciencia.
La psicología ha intentado devolver a estas personas al estado mental; no ha tenido mucho éxito, pero si la persona solo ha caído un escalón, puede devolverle a la normalidad. Desde el segundo escalón se vuelve más difícil; y, desde el tercero creo que la psicología todavía no ha sido capaz de buscar la forma de recuperar a nadie.
Es muy difícil tirar a la persona hacia abajo desde la superconsciencia, pero es posible. Y la psicología lo está haciendo -al menos en Occidente- con unos pocos que quizá no estén locos en el sentido ordinario.
En fin, la locura puede ser definida como ir por debajo de la mente o ir por encima de ella. Caer por debajo de la mente es enfermedad; caer por encima de la mente es salud, totalidad.
YO ELIJO ESTAR LOCO
¡El mundo ha conocido locos tan hermosos...!!!
De hecho, todos los grandes hombres del mundo han sido un poco locos, locos ante los ojos de la masa. Su locura era expresada porque no eran desgraciados, no sufrían de ansiedad, no temían a la muerte, no se preocupaban por trivialidades. Vivían cada momento con totalidad e intensidad, y a causa de esta totalidad e intensidad, su vida se convirtió en una hermosa flor, estaban llenos de fragancia, amor, vida, risa.
Pero esto hiere a millones de personas que no pueden aceptar la idea de que hayas conseguido algo que ellos no lograron e intentarán destruir tu danza, arrebatarte tu alegría, para que así, puedas volver al rebaño. Uno tiene que armarse de valor, y si la gente dice que estás loco, disfruta de la idea. Diles: Tienes razón; en este mundo, solo la gente loca puede ser feliz.
Yo he elegido la locura con alegría y danza, Uds. han elegido la cordura con infelicidad y angustia, nuestras elecciones son diferentes. Tu responsabilidad es solo hacia tu propio ser. No vayas en contra de tu ser porque es cometer un suicidio, es destruirte a ti mismo. ¿Y cuál es la ganancia? Incluso si la gente te respeta y la gente cree que eres muy sobrio, respetable y honorable, todo esto no va a nutrir tu ser, no te va a dar mayor percepción.
Estás solo en el mundo: solo has venido al mundo, solo estás aquí y solo dejarás este mundo. Todas sus opiniones quedarán atrás; solo te llevarás contigo, tus sentimientos originales, tus experiencias auténticas, incluso mas allá de la muerte. Ni siquiera ella puede quitarte tu danza, tus lágrimas de alegría, la pureza de tu soledad, tu silencio, tu serenidad, tu éxtasis. Lo que la muerte no puede quitarte es el único y verdadero tesoro; y lo que cualquiera te puede quitar no es ningún tesoro, solo es lo que ellos suponen.
Tu única inquietud debe ser esta:
Cuida y protege aquellas cualidades que puedas llevar contigo cuando la muerte destruya tu cuerpo, tu mente, porque esas cualidades serán tus únicas compañeras. Son los únicos valores reales, y únicamente la gente que los alcanza, solo ellos viven; los demás solamente fingen vivir...