La iluminación espiritual

Anthony de Mello

POR: ANTHONY DE MELLO

Imagen; Anthony de Mello; Anthony De Mello

El sacerdote Anthony de Mello

Fue un sacerdote jesuita y psicoterapeuta.

Nació el 4 de septiembre de 1931 en Santa Cruz, localidad ubicada en las afueras de Bombay, en la India. Sus padres fueron Franck y Louisa, oriundos de Goaz, una colonia portuguesa situada sobre la costa sudoeste de la India. Ambos descendían de familias católicas, conocidas por su profundo fervor religioso y cuya fe inculcaron a sus hijos. Franck se desempeñó como empleado de ferrocarriles y Louisa se dedicó a los quehaceres domésticos y a la crianza de sus cuatro niños: dos mujeres y dos varones.

Su formación

Sus primeros estudios los realizó Tony en St. Estanislao High School, un colegio dirigido por jesuitas y ubicado en la Parroquia de St. Peter, en Bandra, en las afueras del norte de Bombay. Se destacaba en el nivel académico, era particularmente hábil en las relaciones humanas y muy popular entre el personal que impartía sus enseñanzas y sus compañeros de estudio. En verdad Tony era el ídolo de la escuela y sus padres ya habían hecho planes para su futuro que sin duda auguraba brillantes expectativas con alguna carrera universitaria.

Y como él tenía también su lado romántico, a lo mejor se casaría con una de sus primas a quien le había declarado su amor, mediante la promesa que algún día tomaría todas las estrellas del cielo para hacerle un traje de bodas

Pero pudo más su vocación religiosa y cuando se lo planteó a su madre, ella de inmediato le hizo ver que pronto ella y su marido sería viejos y él era el único hijo varón de la familia, de ahí su preocupación por su incierto pasar en los años de vejez.

Tony así y todo, le respondió que iba a rogar a Dios, para que tuviera otro hijo... y si era varón... todo estaría arreglado, pues entonces sí podría cumplir su anhelado sueño de abrazar la vida sacerdotal como jesuita. Como Louisa ya contaba con algo más de cuarenta años, aceptó en su propuesta sabiendo que sus posibilidades de embarazarse eran muy débiles.

El no insistió más en el tema y, simplemente espero que se precipitaran los acontecimientos. Llegó el gran día y con gran alegría fue a conocer a su hermano a quien pusieron Bill y en su presencia exclamó: Respondieron mis oraciones, Dios le envió un niño. Ahora puedo hacerme sacerdote jesuita

Su vocación religiosa

En 1947, a los 17 años, Tony realizó un curso de orientación vocacional y entonces volvió a la carga. Al conversar sobre su proyecto con su madre, ésta se alegró muchísimo pero le recalcó la sugerencia de que lo realizara como sacerdote secular y no en la Compañía de Jesús, pues se había enterado que los novicios no vuelven a casa sino después de tres años de internado y que además podrían visitarlo solo tres veces en el año.

No pudieron disuadirlo e ingresó el 1 de julio de 1947 a la Compañía de Jesús como novicio en el Seminario de Vinayálaya. Un día se haría Rector del mismo entre 1968 y 1972. Siempre estaría disponible para su familia, su gran amor junto con la Compañía de Jesús y a su gran patriotismo por la India ya que no podría hacerse la idea de vivir lejos de ella.

Su hermano Bill

Ambos eran muy diferentes física y psicológicamente.

Según los datos del propio Bill de Mello, con Tony tenían una diferencia de edad de trece años, pues este último nació el 27 de julio de 1944. Billy tenía muchas aptitudes para el fútbol, el jockey y el atletismo; mientras que Tony decía tener dos pies izquierdos.

Mientras que Tony bebía abundantemente de la fuente de la fe y era un católico ardiente, Billy era agnóstico y la fe nunca encontró en él una chispa para inflamarlo como a su hermano. Y es que para Billy la acumulación de prácticas religiosas que le impartían en el colegio le hicieron reaccionar y desafió la autoridad de la Iglesia, se negó a creer en sus misterios, ya que encontraba fastidiosa la lectura de los libros y eligió hablar con el Creador con sus propias palabras más bien que con oraciones ya hechas y aprendidas.

Pero estas diferencias nunca afectaron sus sentimientos fraternales, aunque podría haber sentido algo de envidia por Tony, quien era un modelo de virtud al decir de sus padres y de quienes lo conocían.

Pero es el mismo Billy, quien iría comprobando el paulatino cambio que se produciría en Tony, puesto que cuando entró en el Seminario era un católico preparado, ortodoxo y fiel que defendía a muerte la doctrina e incluso al producirse una confrontación de ideas con una de sus hermanas, en una de las contadas visitas al Seminario, le expuso, echando chispas por los ojos: La Iglesia, nuestra madre es justa y tú tienes la culpa. No debes dudar de eso y no olvides que el Papa es infalible.

Estaba realmente atraído por la disciplina de los jesuitas y entre ellos Tony encontró la fuerza en el orden que refuerza la disciplina... se deleitó de actitudes rígidas y encontró la alegría en el dogma y la fuerza en la doctrina.

El comienzo de su cambio

En 1952 y por un período de tres años, fue enviado a España para estudiar Filosofía y posteriormente a América para estudiar Psicología. Su adhesión a la Psicología Transpersonal, lo llevó a utilizar posteriormente en los retiros espirituales que dirigía, los métodos de Carl Rogers basados en el dirigir sin dirigir. Había comenzado en él una evolución personal. Adquirió un carisma que le hizo líder de hombres. Hablaba el español como su lengua materna. También lo hacía bien con el Inglés y también dominaba algunos dialectos de la India.

Su labor espiritual

Comenzó dirigiendo Ejercicios Espirituales para jóvenes novicios, los que fueron el punto de partida para su carrera pública como director de almas, labor que continuaría durante toda su vida. Al comienzo se basó en la metodología, los principios y la fuerza de los Ejercicios de San Ignacio de Loyola, que había aprendido en España. Pero también había introducido los ingredientes propios de su personalidad tan especial; y fueron numerosos sus retiros para la renovación del espíritu. Siguió incursionando en el Movimiento Carismático, con gran intensidad. Ambas experiencias fueron la base de lo que vendría después. Se llamaba a sí mismo Rolling Stone (canto rodado), siempre listo y dispuesto para lanzarse en el desafío de nuevos derroteros para el espíritu.

Según algunos autores, desafiaba a todos a cuestionar, examinar y liberarse de los modelos establecidos de pensamientos y conducta; a acabar con toda clase de estereotipos; a atreverse a ser verdaderamente uno mismo y a buscar la autenticidad.

Como Director Espiritual, su objetivo era que todos pudieran vivir con mayor autenticidad en la libertad de hijos de Dios y los orientaba a despertar a la realidad de todo su potencial humano, espiritual y místico; con la gracia del Padre. Los confrontaba con su propia rigidez, autocomplacencia, dureza de corazón e hipocresía a través de una terapia casi de shock; bastante cuestionada por sus detractores.

Un nuevo Tony

Billy, su hermano, notó este cambio, y un ejemplo es que cada cierto tiempo sus padres lo llevaban prácticamente de una oreja, para que Tony, el buen Tony lo aconsejara sobre sus malas notas y su mal comportamiento en el colegio. Y aconteció que esta vez no fue lo mismo. En vez del sabido sermón sobre la vida que antes su hermano desplegaba, incluso exasperado; en esa oportunidad fue un mirarse a los ojos, un expresar la preocupación del hermano mayor por el pequeño y un fuerte abrazo en el que sellaron su aproximación y amor entre hermanos que con el paso del tiempo fueron en aumento.

Tony llegaría a comprender que la fe y el dogma son solo detalles si no existe el amor entre los semejantes. Reconocía sin duda que para él la verdadera Iglesia Católica es aquella que reúne a toda la gente: a los cristianos y los no cristianos, e incluso a los agnósticos y todo porque al nuevo Tony, le encantaba encontrarse en medio de cristianos, de indios, de budistas, de musulmanes, de agnósticos y ateos…porque Tony supo ser hermanos de todos sin restricción.

Nace Sadhana

Esta palabra sánscrita, que puede traducirse como espiritualidad, fue la que quedó identificada con Tony para toda su vida. Incluso se decía que Sádhana era Tony… y Tony era Sádhana. Comenzó a dictar estos cursos, que duraban alrededor de nueve meses, en Poona. Con el tiempo creó los Cursillos de Renovación, orientados a la exploración de nuevos derroteros para quienes habían vivido el maxi- Sádhana. El lugar para estas actividades, el Instituto de Lonavla. Con el tiempo se convirtieron en verdaderas terapias individuales y grupales, en las que, además, aplicaba sus conocimientos y aprendizaje como psicólogo. Eran invitados a participar, más que nada, religiosos y religiosas.

Tras quince años dedicados a la actividad de Director Espiritual y guía de almas, escribió su libro con el título de Sadhana, un camino de oración. Escrito desde la fe, y enlazando una rigurosa tradición cristiana oracional con la milenaria sabiduría oriental, Sadhana desarrolla la misión contemplativa del hombre en un horizonte insospechado de búsqueda de Dios. Con el tiempo este libro ha sido calificado como un texto del arte de la Contemplación.

Sus obras

Escritas para personas de diferentes credos religiosos y también para los agnósticos, han sido traducidas a varios idiomas. Las citamos: Sádhana, un camino de oración (ejercicios para aprender a orar, julio de 1979); El canto del pájaro (cuentos, diciembre de 1982; El Manantial (ejercicios espirituales, 1984); ¿Quién puede hacer que amanezca? (cuentos, 1985). Obras póstumas, es decir publicadas después de su muerte: La Oración de la Rana (relatos, abril de 1988); La Oración de la Rana II (relatos, diciembre de 1988); Una llamada al amor (meditaciones, según manuscrito inacabado, 1992); Un minuto para el absurdo (cuentos publicados sin título y sin índice, en el mismo orden que él dejó dispuesto, 1993); Contacto con Dios (nombre que se dio a un número de charlas y ejercicios, que dictó en su oportunidad, sin ninguna intención de publicar). La Editorial Lumen (Bs. Aires) distribuye la cinta de video basada en la conferencia Redescubrir la vida, que Tony dictó en la Universidad de Fordham También editada posteriormente como texto.

Otros escritos, como La Iluminación es la Espiritualidad, que es un curso completo de Auto liberación interior y Caminar sobre las Aguas fueron transcritos en sus retiros y también han sido publicado y circulan en algunas librerías especializadas en temas espirituales o de desarrollo interior. Lo mismo ha sucedido con otros escritos, que contienen sus enseñanzas, editados a partir de sus innumerables intervenciones y conferencias, ya que nunca se consideró un verdadero escritor, sino un simple contador de cuentos.

Según el padre Carlos Vallés, su amigo personal

Tony de Mello tenía múltiples cualidades.

Una memoria exacta, su cálida espontaneidad, su capacidad básica de vivir el presente (nada existió antes, nada existía después), se dirigía a cada interlocutor de manera diferente y así lo comprendían todos, aprendía según él, ayudando a aprender, entregándose de lleno a sus intervenciones y perfeccionando cada vez más, sus cualidades de comunicador. Decía que crecía en cada curso que realizaba, pues…se desarrollaba a sí mismo, le ayudaban a aclarar sus ideas, a profundizar sus sentimientos y templaba su mente y más aún…se divertía con todo el alma. Además tenía un gran sentido del humor y se caracterizaba por ser impredecible. Era un individuo de cambios y no le importaban las críticas. Poseía una gran generosidad sin límites y al decir del Padre Carlos : Esto a lo mejor influyó en que se precipitara tan rápidamente su desenlace.

Su último cursillo de renovación

Mes y medio antes de morir, en abril de 1987, realizó el último Cursillo de Renovación de Sadhana en Lonavla (India). Esta vez comenzó diciendo al inicio del mismo: Me encuentro en un momento importante de mi vida. He cambiado en muchas cosas y quiero aclararme a mí mismo mis ideas discutiéndolas con vosotros. Ese va a ser nuestro curso: Así fue como aquel curso se convirtió, inesperadamente, en su testamento espiritual.

El Padre Vallés asistió a este cursillo y contó, posteriormente, que Tony , tenía un montón de planes que realizaría después de esa actividad como por ejemplo dos viajes a América ( uno en junio, el otro en noviembre) y en agosto se pararía en España para dar un cursillo en Madrid. Nada de eso pudo ser y en el libro Ligero de Equipaje relata que en la noche del 13 de abril, lunes de Semana Santa, cuando la Eucaristía estaba a punto de terminar, en medio del silencio sagrado Tony habló y estas fueron sus palabras:

No cambiéis. El deseo de cambiar es enemigo del amor.
No os cambiéis a vosotros mismos: amáos a vosotros mismos tal como sois.
No hagáis cambiar a los demás: amad a todos tal como son.
No intentéis cambiar al mundo, el mundo está en manos de Dios y El lo sabe.
Y si lo hacéis así…todo cambiará maravillosamente a su tiempo y a su manera.

Hizo una pequeña pausa y añadió las últimas palabras:

Dejaos llevar por la corriente de la vida, ligeros de equipaje

Y continúa el Padre Vallés: Así se fue él

La despedida

En la tarde del 31 de mayo de 1987, Tony de casi 56 años, se encontró con su hermano Billy, de 43; en la ciudad de Nueva York. El encuentro fue en la Universidad de Fordham donde daría unos seminarios sobre espiritualidad que serían retransmitidos por satélite a unos 600 colegios y universidades de Estados Unidos y Canadá. Tony había comenzado a sentir algunos malestares en el estómago y al despedirse de su hermano se estrecharon con gran emoción, después que el primero había tomado un medicamento para su molestia. Nadie ni nada hacía proveer lo que vendría después; el ataque al corazón que determinaría su fallecimiento en la madrugada del 1 de junio, el posterior velatorio en la capilla de la misma Universidad, rodeado de todos los que esperaban sus palabras para ese día; para con el tiempo ser enterrado sus restos en la vieja iglesia de San Peter en Bandra, Bombay, donde comenzaron sus inquietudes religiosas, aun siendo un niño.

En la noche del 31 de mayo, escribió una larga carta a un gran amigo en la que le contaba de sus primeras experiencias: Todo ello parece pertenecer a otra época y a otro mundo. Creo que actualmente todo mi interés se centra en otra cosa: en el mundo del espíritu, y todo lo demás me resulta verdaderamente insignificante y sin importancia. Las cosas que tanto me importaban en el pasado ya no tienen interés para mí. Lo que ahora absorbe todo mi interés son las cosas como las de Achaan Chah, el maestro budista, y estoy perdiendo el gusto por otras cosas. No sé si todo esto es una ilusión; lo que si sé, es que nunca en vida me había sentido tan feliz y tan libre.

Tras su muerte, sus libros se vendían por todo el mundo con una nota de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que en su oportunidad también fue difundida en la Internet. Estaba firmada por Monseñor Joseph Ratzinger, hoy el Papa Benedicto XVI; y en ella el Prefecto formula la siguiente advertencia: a fin de tutelar el bien de los fieles, me considero obligado a declarar que los escritos del Padre de Mello contienen conceptos que son incompatibles con la fe católica y pueden causar grave daño.

El Concilio Vaticano II suprimió con estruendo la Congregación de la Romana y Universal Inquisición, fundada en 1542. No fue una decisión fácil, pese a impulsarla Juan XXIII y Pablo VI, almas de aquel concilio. Los dos habían sido investigados, cuando eran jóvenes, por inquisidores poco caritativos. No podían imaginar que la siniestra institución iba a ser sustituida por otra más refinada, pero igualmente molesta para la ciencia teológica. La creó Juan Pablo II en 1988, con el nombre de Congregación para la Doctrina de la Fe y ramas en cada país. En España la ha presidido, entre otros, el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares.


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