La iluminación espiritual

La liberación y la libertad está en tu interior

POR: ANTHONY DE MELLO

Imagen; La liberación y la libertad está en tu interior; Anthony De Mello

LA LIBERTAD INTERIOR

Liberarse de las cadenas interiores que impiden vivir intensamente.

Anthony de Mello propone algo que puede parecer heterodoxo y cuestionable (él mismo reitera que se debe cuestionar todo), pero tiene muchos puntos de contacto con los maestros más destacados de nuestra historia y nuestra tradición. Se trata de la profundización en la propia vida, para liberarse de las cadenas interiores que nos impiden vivir intensamente. A veces, hasta la misma espiritualidad, mal entendida, es fuente de trabas psicológicas para vivir la libertad interior que nos aleje de los intensos dolores y las extensas depresiones que caracterizan al mundo moderno.

El miedo es provocado por lo no existente.

Tienes miedo porque te sientes amenazado por algo que ha registrado la memoria. Todo hecho que has vivido con angustia, por unas ideas que te metieron, queda registrado en tu interior, y sale como alarma en cada situación que te lo recuerda. No es la nueva situación la que te llena de inseguridad, sino el recuerdo de otras situaciones que te contaron o que has vivido anteriormente con una angustia que no has sabido resolver. Si despiertas a esto, y puedes observarlo claramente, recordando su origen, el miedo no se volverá a producir, porque eliminarás el recuerdo.

CAMBIA TU PROGRAMACIÓN

Es el despertar a tu suficiencia lo que va a liberarte.

Los hombres buscan y huyen de muchas cosas, y no entienden que, tanto lo que buscan fuera como aquello de lo que huyen, están en su interior. Estás intentando escapar de muchas cosas que están en tu interior: tu inconsciente, en donde están grabadas todas tus programaciones. Y lo que buscas, el amor y la felicidad, están en tu interior, eres tú mismo. Es el despertar a tu suficiencia lo que va a liberarte. La resolución de todo está en tu interior, y si consigues ser suficiente, ya has llegado a ser tú mismo. Pero mientras no se te vayan tus neurosis de adormilado, no intentes cambiar el mundo; antes despierta tú.

El amor y la felicidad están en tu interior: eres tú mismo.

Tú no podrás llegar a la paz, si no descubres antes los obstáculos que te impiden llegar a ella. Tú llevas la paz dentro: ¡Descúbrela!
Haz también ejercicios de sensibilización, escuchando los ruidos que te rodean y el silencio que hay detrás de ellos para sensibilizarte con lo que está pasando en tu interior y descubrir tu alrededor con ojos nuevos.

El maestro no es el que guía, sino el que ayuda a que te descubras tú mismo y descubras, desde ti, la realidad. Él no puede definirla ni explicarla, pero sí ayudar a sensibilizarte para que puedas percibirla por ti mismo.

La verdadera espiritualidad tendría que liberarnos, quitarnos miedos y no esclavizarnos.

El Reino de Dios está en tu interior, no lo busques ni le pongas etiquetas fuera de ti porque harás un ídolo.

LA PRUEBA DEL DESIERTO

La libertad interior ocasionada por la adversidad.

Un hombre, completamente perdido en el desierto, desesperaba de poder encontrar agua. A duras penas fue remontando una duna tras otra, mirando desde arriba en todas las direcciones con la esperanza de divisar en alguna parte una corriente de agua. Pero todo fue inútil.

Mientras avanzaba tambaleándose, tropezó con el pie en un arbusto seco y cayó al suelo. Y allí se quedó, sin fuerzas siquiera para ponerse en pie y sin el menor deseo de seguir luchando, desesperado de poder sobrevivir a aquella pesadilla.

Tendido en la arena, derrotado y abatido, de pronto fue consciente del silencio del desierto. Por todas partes reinaba una majestuosa tranquilidad que no se veía perturbada por el más mínimo sonido. Intuitivamente, alzó su cabeza. Había oído algo. Algo tan tenue que solo el oído más agudo y el más profundo silencio podían llevar a detectar: el sonido del agua cuando fluye.

Alentado por la esperanza que aquel sonido había despertado en él, se levantó y no dejó de andar hasta que llegó a un arroyo de limpias y refrescantes aguas. Así mismo, con el silencio interno, puedes ver y sentir tu luz interior.

EL TESORO ESTÁ EN TU INTERIOR

No es imposible saber la naturaleza de Dios, es imposible hablar de Dios.

No es posible comprender a Dios, porque escapa a todo razonamiento. Me preguntan si lo que yo explico es la teología de la liberación y yo contesto que lo que yo explico es la liberación de toda teología. Yo estoy de acuerdo con la liberación, pero no con la palabra teología, para hablar de la liberación. Para liberarte, lo que necesitas es darte cuenta de tu programación y de las premisas falsas en que apoyas tus acciones.

Te enfadas. ¿Por qué te enfadas? Porque eres exigente. ¿Eres capaz de dejar esas exigencias y darte cuenta de todo esto? El conflicto viene de las insatisfacciones e intolerancias que tienes contigo mismo. Si no te aceptas a ti mismo, ¿cómo vas a tolerar a los demás? Andarás exigiéndote a ti y a los demás continuamente, y siempre insatisfecho. Si no cambias, ¡ay de ti y de los que te rodean!, pues te convertirás en un fariseo intolerante. El secreto de la liberación te llegará cuando te hartes de sufrir. Necesitas encontrar el tesoro escondido que solo está en tu interior.

Al hombre sabio es imposible hacerlo esclavo. La verdadera paz y libertad interior están por encima de las leyes, de las razas, de políticas, de fronteras y de idiomas. Recordad aquellas palabras que dijo un sabio griego cuando iban a venderlo como esclavo: Aquí está un maestro, ¿hay algún esclavo que desee comprarme?

Gandhi decía que la libertad de la patria le importaba un bledo, porque lo importante era la libertad interior del hombre. Tenía una visión clarísima de las prioridades: primero Dios y descubrir los tesoros que están en el interior de cada hombre. Decía: Tengo para mí que el fin de la vida es la visión de Dios, y he de conseguirlo, si es preciso, sacrificándolo todo: familia, patria y hasta la vida.

Desgastamos la vida en tonterías que nada valen. Y la vida es el más preciado regalo que se puede desear. Intentar impresionar a la gente, buscar riquezas, honores, prestigio... ¿para qué sirve eso? Pero vuelvo a decir que esto lo habrás de descubrir tú para despertar. Tienes que cuestionarlo todo. Cuidado con aceptar las cosas que digo sin analizarlas sinceramente, desde tu centro que no te puede engañar. No hay que tragar nada -solo conseguirás una nueva programación encima de la que tienes-, sino cuestionarlo, analizando esto y lo opuesto. Hacerlo supone apertura. Hay que ser receptivo sin ser crédulo.

Si no te aceptas a ti mismo, ¿cómo vas a tolerar a los demás?

Anthony de Mello


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