1 - Calma tu corazón y aquieta tu mente.
1 - No te obsesiones con decisiones. Aquieta tu mente, pon tu consciencia en la presencia del espíritu y haces tus preguntas.
1 - El silencio exterior crea silencio interior, todo es tranquilo y se aquieta.
1 - Basta con observar la mente, las emociones, los movimientos del yo ficticio, y cuando la mente se aquieta, la gozosa esencia divina de tu ser se revela.
1 - Cuando la mente se aquieta, el alma habla y la luz interior brilla.
1 - Dedica unos momentos a aquietar la mente escuchando el silencio que reina en lo mas profundo de ti. Cuando la mente se aquieta, te ves a ti y a los demás como puro amor.