Seneca: El que teme es un esclavo.
Seneca: Quien da pronto da dos veces.
Seneca: El tiempo descubre la verdad.
Seneca: Sin estudiar enferma el alma.
Seneca: Todo poder excesivo dura poco.
Seneca: El hombre es un animal racional.
Seneca: La adversidad es ocasión de virtud.
Seneca: Pesa las opiniones, no las cuentes.
Seneca: El peor enemigo es el que está encubierto.
Seneca: El poder y el despotismo duran poco.
Seneca: Languidece la virtud sin adversarios.
Seneca: Los hombres aprenden mientras enseñan.
Seneca: Desdichado es el que por tal se tiene.
Seneca: Vencer sin peligro es ganar sin gloria.
Seneca: En cuanto a mí, sólo sé que no sé nada.
Seneca: El mayor imperio es el imperio de uno mismo.
Seneca: Nunca fue fácil el aprendizaje de la virtud.
Seneca: No hay cosa más fuerte que el verdadero amor.
Seneca: El sabio en su retiro es útil a la comunidad.
Seneca: No podemos evitar las pasiones, pero si vencerlas.
Seneca: Considera las contrariedades como un ejercicio.
Seneca: Para saber algo, no basta con haberlo aprendido.
Seneca: No hay mayor causa de llanto que no poder llorar.
Seneca: Peores son los odios ocultos que los descubiertos.
Seneca: Una era construye ciudades. Una hora las destruye.
Seneca: Forma parte de la curación el deseo de ser curado.
Seneca: Parte de la curación está en la voluntad de sanar.
Seneca: Lo que de raíz se aprende nunca del todo se olvida.
Seneca: El trabajo y la lucha llaman siempre a los mejores.
Seneca: Aquel que tiene gran poder debe usarlo livianamente.
Seneca: Muy sentida es la muerte cuando el padre queda vivo.
Seneca: La voluntad es la que da valor a las cosas pequeñas.
Seneca: No existe ningún gran genio sin un toque de demencia.
Seneca: Es, a menudo, más conveniente disimular que vengarse.
Seneca: Gran parte de la bondad consiste en querer ser bueno.
Seneca: No hay viento favorable para el que no sabe donde va.
Seneca: Estar en ocio muy prolongado, no es reposo, es pereza.
Seneca: El hombre más poderoso es el que es dueño de sí mismo.
Seneca: El fuego prueba el oro; la miseria los hombres fuertes.
Seneca: Pobre no es el que tiene poco, sino el que desea mucho.
Seneca: No es pobre el que tiene poco, sino el que mucho desea.
Seneca: Los hombres aman sus vicios y al mismo tiempo los odian.
Seneca: No es preciso tener muchos libros, sino tenerlos buenos.
Seneca: La amistad siempre es provechosa; el amor a veces hiere.
Seneca: Seas parco en elogiar, y más parco todavía en vituperar.
Seneca: La recompensa de una buena acción está en haberla hecho.
Seneca: Si quieres que tu secreto sea guardado, guárdalo tú mismo.
Seneca: No os espante la pobreza; nadie vive tan pobre como nació.
Seneca: La conversación es la expresión de nuestro modo de pensar.
Seneca: No hay ninguna cosa buena que no tenga su base en la razón.
Seneca: No os espante el dolor; o tendrá fin o acabará con vosotros.
Seneca: El cabalgar, el viajar y el mudar de lugar recrean el ánimo.
Seneca: Lo que las leyes no prohíben, puede prohibirlo la honestidad.
Seneca: No he nacido para un solo rincón. Mi patria es todo el mundo.
Seneca: El que no quiera vivir sino entre justos, viva en el desierto.
Seneca: Ninguno ama a su patria porque es grande, sino porque es suya.
Seneca: El pobre carece de muchas cosas, pero el avaro carece de todo.
Seneca: ¡Estudia! No para saber una cosa más, sino para saberla mejor.
Seneca: La esclavitud más denigrante es la de ser esclavo de uno mismo.
Seneca: Igual virtud es moderarse en el gozo que moderarse en el dolor.
Seneca: En la adversidad conviene muchas veces tomar un camino atrevido.
Seneca: Lo que has de decir, antes de decirlo a otro, dítelo a ti mismo.
Seneca: Escucha aún a los pequeños, porque nada es despreciable en ellos.
Seneca: Un gran marinero puede navegar aunque sus velas sean de alquiler.
Seneca: Una esperanza reaviva otra esperanza; una ambición, otra ambición.
Seneca: A los que corren en un laberinto, su misma velocidad los confunde.
Seneca: Toda la armonía total de este mundo está formada de discordancias.
Seneca: Las obras se tienen medio terminadas cuando se han comenzado bien.
Seneca: Nuestra naturaleza está en la acción. El reposo presagia la muerte.
Seneca: El colmo de la infelicidad es temer algo, cuando ya nada se espera.
Seneca: Cuanto mayor es la prosperidad tanto menor se debe confiar en ella.
Seneca: Nuestro defecto es que aprendemos más por la escuela que por la vida.
Seneca: Hay ciertas cosas que para hacerlas bien no basta haberlas aprendido.
Seneca: Sólo en la fortuna adversa se hallan las grandes lecciones del heroísmo.
Seneca: Este día que tanto temes por ser el último, es la aurora del día eterno.
Seneca: Cuando se está en medio de las adversidades, ya es tarde para ser cauto.
Seneca: Teméis todas las cosas como mortales y todas las deseáis como inmortales.
Seneca: Ningún descubrimiento se haría ya si nos contentásemos con lo que sabemos.
Seneca: A vivir se aprende toda la vida, y toda la vida se ha de aprender a morir.
Seneca: Tan grande como la turba de los admiradores es la turba de los envidiosos.
Seneca: Proporcionalmente al número de los admiradores crece el de los envidiosos.
Seneca: ¡Oh, cuán extemporáneo es comenzar a vivir cuando se ha de dejar de vivir!
Seneca: ¿Qué importa saber lo qué es una recta si no se sabe lo que es la rectitud?
Seneca: Sólo hay una manera de poner término al mal, y es el devolver bien por mal.
Seneca: El lenguaje de la verdad debe ser, sin duda alguna, simple y sin artificios.
Seneca: Merece salir engañado el que al hacer un beneficio, cuente con la recompensa.
Seneca: Una discusión prolongada es un laberinto en el que la verdad pierde siempre.
Seneca: La mayor rémora de la vida es la espera del mañana y la pérdida del día de hoy.
Seneca: Saber más que los otros es fácil; lo difícil es saber algo mejor que los otros.
Seneca: El camino del vicio no solamente se desliza, sino que se precipita hacia abajo.
Seneca: No hay árbol recio ni consistente sino aquel que el viento azota con frecuencia.
Seneca: Incierto es el lugar en donde la muerte te espera; espérela, pues, en todo lugar.
Seneca: Los deseos de nuestra vida forman una cadena, cuyos eslabones son las esperanzas.
Seneca: Los deseos de nuestra vida forman una cadena cuyos eslabones son las esperanzas.
Seneca: Es rey quien nada teme, es rey quien nada desea; y todos podemos darnos ese reino.
Seneca: Importa mucho más lo que tú piensas de ti mismo que lo que los otros opinen de ti.
Seneca: La naturaleza nos ha dado las semillas del conocimiento, no el conocimiento mismo.
Seneca: Decir lo que sentimos, sentir lo que decimos, concordar las palabras con la mente.
Seneca: Incontenida, la cólera es frecuentemente más dañina que la injuria que la provoca.
Seneca: La vida es como una leyenda: no importa que sea larga, sino que esté bien narrada.
Seneca: Mostrarse asustado sin motivo aparente es dar a conocer que se tiene razón de temer.
Seneca: Jamás se descubriría nada si nos considerasemos satisfechos con las cosas descubiertas.
Seneca: La buena conciencia admite testigos; la malvada se agita y se conturba aún en la soledad.
Seneca: El favor consiste no en lo que se hace o se da, sino en el ánimo con que se da o se hace.
Seneca: Los que saben mucho se admiran de pocas cosas, y los que no saben nada se admiran de todo.
Seneca: La armonía total de este mundo está formada por una natural aglomeración de discordancias.
Seneca: Largo es el camino de la enseñanza por medio de teorías; breve y eficaz por medio de ejemplos.
Seneca: El mejor límite para el dinero es el que no permite caer en la pobreza ni alejarse mucho de ella.
Seneca: El primer arte que deben aprender los que aspiran al poder es el de ser capaces de soportar el odio.
Seneca: Si os sujetáis a la naturaleza, nunca seréis pobres; si os sujetáis a la opinión, nunca seréis ricos.
Seneca: Un hombre sin pasiones está tan cerca de la estupidez que sólo le falta abrir la boca para caer en ella.
Seneca: No recibimos una vida corta, sino que nosotros la acortamos. No somos de ella indigentes, sino manirrotos.
Seneca: Si me ofreciesen la sabiduría con la condición de guardarla para mí sin comunicarla a nadie, no la querría.
Seneca: No nos atrevemos a muchas cosas porque son difíciles, pero son difíciles porque no nos atrevemos a hacerlas.
Seneca: Viven más contentos aquellos en quienes jamás puso los ojos la fortuna, que los otros de quienes los apartó.
Seneca: Si me ofreciesen la sabiduría con la condición de guardarla para mí sin comunicársela a nadie, no la querría.
Seneca: Un hombre inútil es gravoso al estado, en que se pesa el mérito de los miembros por la utilidad que de ellos se saca.
Seneca: No hay nadie menos afortunado que el hombre a quien la adversidad olvida, pues no tiene oportunidad de ponerse a prueba.
Seneca: La tristeza, aunque esté siempre justificada, muchas veces sólo es pereza. Nada necesita menos esfuerzo que estar triste.
Seneca: El ardimiento juvenil en sus comienzos es fogoso, pero languidece fácilmente y no dura; es el humo de una fogata liviana.
Seneca: La ira: un ácido que puede hacer más daño al recipiente en la que se almacena que en cualquier cosa sobre la que se vierte.
Seneca: Es tan grande el placer que se experimenta al encontrar un hombre agradecido que vale la pena arriesgarse a hacer un ingrato.
Seneca: En tres tiempos se divide la vida: en presente, pasado y futuro. De éstos, el presente es brevísimo; el futuro, dudoso; el pasado, cierto.
Seneca: ¿Preguntas qué es la libertad? No ser esclavo de nada, de ninguna necesidad, de ningún accidente y conservar la fortuna al alcance de la mano.
Seneca: Existe el destino, la fatalidad y el azar; lo imprevisible y, por otro lado, lo que ya está determinado. Entonces como hay azar y como hay destino, filosofemos.
Seneca: Lo mismo es nuestra vida que una comedia; no se atiende a si es larga, sino a si la han representado bien. Concluye donde quieras, con tal de que pongas buen final.
Seneca: No hay, en mi dictamen, hombre que aprecie más la virtud y la siga con más gusto, que el que por no hacer traición a su conciencia, ha perdido la reputacion de hombre de bien.
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