Citas Arrogancia
Vive sin arrogancia.
No preocuparse en absoluto de lo que la gente opina de uno mismo, no solo es arrogancia, sino también desvergüenza.
El amor es la arrogancia de aferrarse a lo imposible. Es buscar en otra parte lo que no encuentras en ti. El amor es un ingrato que te eleva por un rato, y te desploma porque si.
La línea que separa la arrogancia de la autoestima es muy fina. Si somos demasiados críticos con otros, nuestra autoestima estará teñida de arrogancia.
La culpa es arrogancia.
Hay dos tipos de orgullo. El orgullo bueno representa nuestra dignidad y auto respeto. El orgullo malo es el pecado mortal de la superioridad que apesta a presunción y arrogancia.
Aparenta inferioridad y estimula su arrogancia.
La ilusión y el apasionamiento se conquistan mejor con el cultivo de la discriminación. La vanidad se supera con simplicidad. La arrogancia con cortesía.
La defensa de los individuos y de las comunidades, de los arboles y de las semillas, contra el dogmatismo de las ideas; la defensa de los ríos y los bosques contra las arrogancias del mercado mundial.
No tengas la arrogancia de pretender que buscas la Iluminación; la Iluminación no puede verse.
Si tu enemigo es de temple colérico, busca irritarlo. Pretende ser débil, para que así crezca en arrogancia.
En la ecología reverencial hay humildad, mientras que la utilitaria lleva implícita la arrogancia de los seres humanos.
El diablo no es el príncipe de la materia, el diablo es la arrogancia del espíritu, la fe sin sonrisa, la verdad jamás tocada por la duda.
En el Kriya Yoga la libertad no es la banal expresión de la arbitrariedad o de la falta de comedimiento; es una gran humildad pues nos vemos libres de la arrogancia y la ignorancia, de las imágenes e influencias.
Para comprender la naturaleza y la realidad de la arrogancia necesitamos humildad. No hay humildad donde hay un juicio, una valoración o una ideología.
Hay dos clases de orgullo, uno bueno y otro malo. ‘El orgullo bueno’ representa nuestra dignidad y amor propio. ‘El orgullo malo’ es el pecado mortal de superioridad que apesta a vanidad y arrogancia.
Si no puedes inclinarte ante Buda, no puedes ser un Buda. Es arrogancia.