Disciplina familiar y reglas para tus hijos

Los Padres deben siempre inculcar disciplina y reglas para tus hijos. La consciencia no es idónea por sí sola, es necesaria la disciplina en la vida.

JBN LIE

DISCIPLINA PARA TUS HIJOS

Dicen que la consciencia es suficiente por sí sola, que no es necesaria la disciplina.

¡Y lógicamente tiene razón!

Pero no sucede así. La vida es muy ilógica; no escucha a la lógica. De forma que la gente ha estado escuchando discursos de espiritualidad durante mucho tiempo y no ha sucedido nada, porque piensan que la consciencia es suficiente por sí sola. Pero para llegar a esa consciencia se necesita un esfuerzo tremendo. De hecho, la espiritualidad se ha convertido en un escape para esa gente, para así poder evitar la disciplina y poder seguir pensando que la consciencia es suficiente. Y continúan viviendo en su oscuridad, y nunca logran nada.

LA DISCIPLINA

Los niños no siempre hacen lo que los padres quieren. Cuando el niño se comporta mal, el padre tiene que decidir cómo va a responder. Todos los niños necesitan reglas y expectativas para ayudarlos a aprender el comportamiento apropiado. ¿Cómo le enseña un padre a su niño las reglas y qué deben de hacer los padres cuando las reglas se rompen?

Los padres deben de comenzar hablando entre sí acerca de cómo ellos quieren manejar la disciplina y establecer las reglas. Es importante que se vea la disciplina como enseñanza y no como castigo. El aprender a seguir las reglas mantiene al niño seguro y lo ayuda a él/ella a aprender la diferencia entre lo que es correcto o incorrecto.

Una vez que se establecen las reglas, los padres deben de explicarle al niño las consecuencias de romper las reglas. Por ejemplo: Estas son las reglas, si tú sigues las reglas esto es lo que sucede y si tú rompes la regla, esto es lo que sucede. Los padres y los niños deben de decidir juntos cuáles van a ser los premios y las consecuencias. Los padres siempre deben de reconocer y ofrecer refuerzo positivo y apoyo cuando el niño sigue las reglas. Los padres tienen también que aplicar la consecuencia apropiada cuando el niño rompe una regla. La consistencia y el ser predecible son las bases de la disciplina y el halago es el mayor refuerzo para el aprendizaje.

Los niños aprenden con la experiencia. Tener consecuencias lógicas para el mal comportamiento ayuda a que ellos aprendan a ser responsables de sus acciones sin afectar su autoestima. Si los niños se pelean por la televisión, la computadora o un juego de video, apágueselo. Si un niño vira la leche en la mesa de comer mientras está jugando con ella, haga que el niño la limpie. Un adolescente que se acuesta muy tarde puede sufrir las consecuencias naturales de estar cansado al día siguiente. Otro tipo de consecuencia que puede ser efectiva es la suspensión o dilación de un privilegio. Si el niño rompe la regla acerca de dónde puede ir en su bicicleta, quítele la bicicleta por unos días. Cuando un niño no hace sus tareas, a él o ella no se le permite hacer algo especial, como quedarse la noche con un amigo o alquilar un video.

Hay diferentes estilos o formas de abordar el ser padres. Las investigaciones indican que los padres efectivos crían hijos bien ajustados que son más auto-dependientes, auto-controlados y positivamente curiosos que aquellos niños criados por padres que castigan, son demasiado estrictos (autoritarios) o que les permiten todo. Los padres efectivos operan bajo la creencia de que tanto los niños como los padres tienen ciertos derechos y que las necesidades de ambos son importantes. Los padres efectivos no necesitan hacer uso de la fuerza física para disciplinar al niño, pero son los que establecen reglas claras y les explican porqué esas reglas son importantes. Los padres efectivos razonan con sus niños y consideran los puntos de vista de los jóvenes aunque no estén de acuerdo con ellos.

DISCIPLINA PARA GANAR UN HIJO

Actitud amorosa de los Padres

  • Confíen en que su niño va a hacer lo correcto dentro de los límites de su edad y nivel de desarrollo.
  • Asegúrese de que lo que usted le pida sea razonable.
  • Hable con su niño como usted desearía que alguien le hablase usted si lo estuviese regañando a usted. No recurra a ponerle nombres, gritarle o faltarle el respeto.
  • Sea claro sobre lo que usted quiere decir. Sea firme y específico.
  • Sea usted un modelo positivo de comportamiento. Haz lo que yo digo, no lo que yo hago muy pocas veces resulta.
  • Permita la negociación y flexibilidad; ello puede ayudar a establecer las destrezas sociales en su niño.
  • Permita que su niño experimente las consecuencias de su comportamiento.
  • Cuando sea posible, las consecuencias deben llevarse a cabo de inmediato, deben estar relacionadas con el romper la regla y deben ser de poca duración para que usted pueda moverse a enfatizar los positivos de nuevo.
  • Las consecuencias deben de ser justas, y apropiadas a la situación y la edad del niño.

Las clases para enseñar y entrenar a cómo ser padres pueden ser de ayuda para aprender a ser un padre efectivo.

DISCIPLINA PARA PERDER UN HIJO

Actitud errónea de los Padres

  1. Comience por dar a su hijo durante la infancia todo lo que el quiera; así crecerá con la falsa idea de que todo mundo tiene que servirle.
  2. Cuando aprenda malas palabras, celebre el chiste; así creerá que es muy gracioso y lo estimulará a aprender otras groserías que le sacaran a usted de quicio en unos años más.
  3. Nunca le dé educación espiritual; espere a que su niño cumpla 21 años para que decida por sí mismo.
  4. Evite usted el uso de la palabra malo o pecado; podría crearle un complejo de culpabilidad.
  5. Recoja todo lo que él deja tirado; libros, zapatos, ropa, para que aprenda bien a dejar toda la responsabilidad a los demás.
  6. Déjele leer historietas, novelas, pornografía y cuanto cosa caiga en sus manos; así su cerebro, lleno de inmundicia, se desarrollara sin prejuicios.
  7. Tenga demasiadas juntas por las noches y riña con su cónyuge en presencia de sus hijos; así estos no sentirán el terrible choque cuando sobrevenga el divorcio o separación.
  8. Dele todo el dinero que le pida y cúmplale sus caprichos; al negárselos podría crearle un complejo de frustración.
  9. Póngase siempre de su parte contra los vecinos, profesores y, cuando venga el caso, contra la policía; todas estas personas le tienen mala voluntad a su hijo.
  10. Nunca se preocupe por darle buen ejemplo y cuando alguien le busque a usted y no quiera ser interrumpido, ordénele que diga que no esta para que desde pequeño aprenda a salir de apuros.

Luego de seguir estas instrucciones, prepárese para una vida de tranquilidad. Usted se la merece. Y cuando Su niño sea un delincuente, apresúrese a exclamar: ¿Que pecado habré cometido, Dios mío para merecer un don así?

AMISTAD, AUTORIDAD Y OBEDIENCIA

La amistad entre padres e hijos se puede armonizar perfectamente con la autoridad que requiere la educación. Es preciso crear un clima de gran confianza y de libertad, aun a riesgo de que alguna vez sean engañados. Más vale que luego ellos mismos se avergüencen de haber abusado de esa confianza y se corrijan.

En cambio, cuando falta un mínimo de libertad, la familia se puede convertir en una auténtica escuela de la simulación. Tienen que entender que, nos guste o no, todos obedecemos. En cualquier colectivo, las relaciones humanas implican vínculos y dependencias, y eso es inevitable. No pueden engañarse con ensueños de rebeldía infantil.

Obedecer es a veces incómodo, es verdad. Pero tienen que descubrir que no siempre lo más cómodo es lo mejor. Deben darse cuenta de que el mejor camino para ser libre es lograr ser dueños de uno mismo. Han de comprender que solo una persona bien curtida en la obediencia juvenil será libre en la edad adulta.

REGLAS DISCIPLINARIAS PARA LA OBEDIENCIA

  1. Exígete en los mismos puntos en que aconsejas, mandas o corriges: es muy cómodo, si no, recordar que tienen que ser humildes, pacientes y ordenados, sin ir tú por delante con el ejemplo.
  2. Manda con afán de servir, sin dar la sensación de que lo haces por comodidad personal. Que vean que te molestas tú primero: muchas veces así ellos entenderán, sin necesidad de que nadie se lo diga, que deben hacer lo mismo.
  3. No exhibas demasiado la autoridad. No des lugar al temor o a la prevención.
  4. Procura saber lo que hiere a cada uno, para evitarlo delicadamente si es preciso. Sé comprensivo y sé muy humano. Aprende a disculpar. No te escandalices tontamente (supone casi siempre falta de conocimiento propio).
  5. Habla con llaneza y sin apasionamiento, sin exagerar, procurando ser objetivo. Aprende a discernir lo normal de lo preocupante o grave.
  6. Habla con claridad, a la cara. No seas blando, ni tampoco cortante: mantén una exigencia acolchada.
  7. Sé positivo al juzgar y por en primer término las buenas cualidades, antes de ver los defectos, y sin exagerarlos.
  8. No quieras fiscalizarlo todo. No quieras uniformarlo todo. Ama la diversidad en la familia. Inculca amor a la libertad, y ama el pluralismo como un bien.
  9. Respeta la intimidad de tus hijos, sus cosas, su armario, su mesa de estudio, su correspondencia; y enséñales a respetar a los demás y su intimidad.
  10. No dejes que se prolonguen demasiado las situaciones de excesiva exigencia. Para ello, debes estar atento a la salud y al descanso para que nadie llegue al agotamiento psíquico o físico.

Debes extremar los cuidados a los más necesitados (no todos los hijos son iguales) para evitar que tomen cuerpo las crisis de crecimiento o de madurez.

LAS REGLAS DE BILL GATES

En Yale University, hace dos años, Bill Gates, presidente de Microsoft, dio una conferencia dirigida a estudiantes y padres de familia (padres sobreprotectores con unos hijos muy consentidos, que sienten que todo lo merecen), en la cual expuso 11 reglas que, aunque duras, son necesarias en la vida real.

  • Regla uno: La vida no es justa. Acostúmbrate a ello.
  • Regla dos: Al mundo no le importará tu autoestima. El mundo esperará que logres algo, independientemente de que te sientas bien o no contigo mismo.
  • Regla tres: No ganarás US$ 5.000 mensuales justo después de haber salido de la universidad, y no serás un vicepresidente hasta que con tu esfuerzo te hayas ganado ambos logros.
  • Regla cuatro: Si piensas que tu profesor es duro, espera a que tengas un jefe. Ese sí que no tendrá vocación de enseñanza ni la paciencia requerida.
  • Regla cinco: Dedicarse a trabajos simples no te quita dignidad. Tus abuelos tenían una palabra diferente para describirlo: le llamaban oportunidad.
  • Regla seis: Si metes la pata, no es culpa de tus padres. Así que no lloriquees por tus errores; aprende de ellos.
  • Regla siete; Antes de que nacieras, tus padres no eran tan aburridos como son ahora. Ellos empezaron a serlo por pagar tus cuentas, limpiar tu ropa y escucharte hablar acerca de la nueva onda en la que estabas. Así que antes de emprender tu lucha por las selvas vírgenes contaminadas por la generación de tus padres, inicia el camino limpiando las cosas de tu propia vida, empezando por tu habitación.
  • Regla ocho: En la escuela puede haberse eliminado la diferencia entre ganadores y perdedores, pero en la vida real no. En algunas escuelas ya no se pierden años electivos y te dan las oportunidades que necesites para encontrar la respuesta correcta en tus exámenes y para que tus tareas sean cada vez más fáciles. Eso no tiene ninguna semejanza con la vida real.
  • Regla nueve: La vida no se divide en semestres. No tendrás vacaciones de verano largas en lugares lejanos y muy pocos jefes se interesarán en ayudarte a que te encuentres a ti mismo. Todo esto tendrás que hacerlo en tu tiempo libre.
  • Regla diez: La televisión no es la vida diaria. En la vida cotidiana, la gente de verdad tiene que salir del café de la película para irse a trabajar.
  • Regla once: Sé amable con los más disciplinados y aplicados de tu clase. Existen muchas probabilidades de que termines trabajando para uno de ellos.