La sombra del árbol
Cuento zen con moraleja
Si estás vacío hay amor. Si estás inmensamente lleno de ego, el amor desaparece. El amor y el ego no pueden converger. El amor solo puede existir con Dios.
Cuento zen sobre el amor
Mientras Lao Tzu viajaba con sus discípulos, llegaron a un bosque donde varios árboles morían lentamente. El bosque se había reducido apenas a un gran árbol con centenares de ramas. Era tan grande que cien personas podían sentarse cómodamente bajo su sombra.
Lao Tzu les pregunto por qué ese árbol no había muerto.
Uno de los discípulos contestó: Es imposible que muera. Sus raíces deben ir hasta las profundidades de la tierra. Este árbol es muy poderoso, por eso no ha muerto.
Lao Tzu se rio y dijo:
Sean como este árbol. Si sus raíces son débiles y poco profundas, morirán pronto. Sean como este árbol, absolutamente fuerte, y entonces crecerán grandes y con muchas ramas, y cientos de personas se refugiarán bajo su sombra.
Recuerden: La sombra de un árbol es como el amor, da sombra incluso a al leñador que será su verdugo.
MORALEJA
Las raíces solo pueden ser fuertes si dejamos de hacer lo que hemos estado haciendo hasta ahora. Deberíamos partir del principio de amar sin condiciones, y de enseñar a todo el mundo la belleza y la grandeza de amar. Entonces las raíces serían fuertes.
El amor es la sombra de la armonía, sigue a la armonía. No hay otra manera de ser feliz. A menos que seas la armonía. Al igual que una sombra, el amor te sigue cuando eres una totalidad armoniosa.
El amor es el lenguaje de dar.
Si la vida pudiese ser como ese árbol, extendiendo ampliamente sus ramas, de modo que todos y cada uno pudiesen guarecerse bajo su sombra, entonces podríamos comprender lo que es el amor. No existen escrituras, mapas o diccionarios para el amor. Tampoco existe a su respecto un conjunto determinado de principios.
Yo estaba preguntándome acerca de lo que podría decir respecto al amor. Es difícil describirlo. El amor está simplemente presente. El amor es la unión, el encuentro orgásmico de la muerte y la vida. Si no has conocido el amor, te lo has perdido.
No seas alguien. Una vez que comienzas a pensar que eres alguien, te estancas. Entonces el amor no fluye. El amor solo fluye de alguien que no es nadie. El amor habita solo en la nada.
Cuando estás vacío, hay amor. Cuando estás lleno de ego, el amor desaparece. El amor y el ego no pueden converger.
El amor puede existir con Dios y no con el ego, porque el amor y Dios son sinónimos. Es imposible que el amor y el ego estén juntos. Así que, sé la nada. El «no ser» es la fuente de todo, el «no ser» no ser es la fuente del infinito... «No ser» es Dios. Ser «la nada» significa nirvana.