POR: JBN LIE
Karma quiere decir Los frutos de las acciones. Toda acción genera karma; por tanto, nuestro karma es el efecto de nuestras acciones anteriores.
Karma es la ley por medio de la cual nuestro presente influye sobre nuestro futuro. No se debe entender como un castigo o recompensa divino si no como una consecuencia física y natural que obra por sí misma.
Los frutos del destino caen por su propio peso cuando están maduros; por eso el bien o el mal que nos vienen son, simplemente, ecos o respuestas, no castigos. Nuestro bien o nuestro mal solo proceden de nosotros mismos.
En consecuencia, no hay quien pueda perdonar o detener los efectos del Karma, por que nadie los impuso. El karma no es el destino ni la casualidad ni la mala o buena suerte. Karma es el fruto de nuestras acciones.
Lo bueno de esta ley es que, al poder controlar nosotros nuestras acciones, podemos, nosotros mismos, controlar nuestro destino: Nuestro futuro está en nuestras manos.
Todo lo que hacemos física o mentalmente es karma y nos traerá consecuencias, buenas o malas, según la acción buena o mala que hayamos ejecutado.
EL Karma Es el poder más valioso que el ser humano puede y debe manejar; porque el hombre es una antena que atrae hacia sí todos los poderes del Universo y los vuelve a emitir de nuevo.
Por efecto del Karma todo lo que somos ahora es el fruto de nuestras acciones anteriores hechas en esta vida o en la anterior; y veremos mañana el resultado de lo que estemos haciendo ahora.
En el Universo no existen premios ni castigos si no consecuencias. Nadie recibe nada de lo que no se haya ganado.
Cuando algo nos sucede, pensamos que es cuestión de suerte o del destino; en realidad fuimos nosotros mismos quienes, en tiempo anterior, desatamos las fuerzas para que esas cosas sucedieran
Aquel que nació pobre mereció ser pobre y el que nació rico mereció ser rico. Mas, el rico podrá merecer más adelante la pobreza y el pobre podrá merecer en un futuro la riqueza.
Alcanzamos la sabiduría del karma cuando ya no necesitamos culpar a otras personas o al destino de lo que nos sucede.
Los pensamientos son cosas, son partículas de energía que ponemos en movimiento. La energía que producen moverá mecanismos que nos controlarán a nosotros mismos. De ahí la importancia de cuidar la calidad de nuestros pensamientos.
Todo lo que nos suceda en adelante depende de las acciones que cada uno este realizando ahora. Seríamos mejores si pensáramos que nuestro futuro será estrictamente lo que estamos haciendo en estos momentos.
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