Krishnamurti nos habla sobre el miedo
Esta es una excelente recopilación de sabiduría donde el sabio hindú Jiddu Krishnamurti nos habla sobre el miedo y la forma práctica de superarlo.
JIDDU KRISHNAMURTI
SÓLO CUANDO ESTÁ LIBRE DEL MIEDO
Cuando no hay miedo puedes ir mucho más lejos.
Cuando está libre del miedo existe un sentimiento intenso de ser bueno, de pensar con mucha claridad, de mirar las estrellas, las nubes, de mirar a las caras con una sonrisa. Y cuando no hay miedo puede ir mucho más lejos. Entonces descubrirá por sí mismo lo que el hombre ha buscado generación tras generación.
En las cavernas del sur de Francia y en el norte de África hay pinturas antiguas de 25 mil años con animales luchando contra el hombre, de ciervos, de ganado. Son unas pinturas maravillosas, muestran la constante búsqueda del hombre, su lucha con la vida, y la búsqueda de esa cosa extraordinaria llamada Dios. Sin embargo, el hombre nunca lo ha encontrado. Uno tan solo puede dar con ello misteriosamente, sin saberlo, cuando no existe miedo en absoluto.
COMPRENDER
Temerosos..., como el resto del mundo.
Si un solo ser humano comprendiera radicalmente el problema del miedo y lo resolviera, no mañana o algún día, sino en el momento, eso afectaría toda la consciencia de la humanidad. Es un hecho. Como decíamos, nuestra consciencia no es propiedad privada, es el resultado del tiempo, de miles de incidentes, experiencias que el pensamiento ha acumulado. Esa consciencia está en constante movimiento, como un río, como un amplio río del cual somos parte. De modo que no hay particularidades, si lo investiga profundamente no hay individualidad. Puede que no le guste, pero mírelo. Individuo significa entidad íntegra, indivisible, que no está fragmentada, un ser total. Sin embargo, la mayoría de nosotros, por desgracia, estamos fragmentados, separados, divididos, igual que el resto del mundo: infelices, preocupados, confundidos, miserables, quejosos, temerosos.
TEMORES
Inseguridad y miedo.
Tenemos miedo a la inseguridad, a no tener trabajo o a tenerlo y perderlo, a las diferentes huelgas de hoy en día, etc. Así que la mayoría estamos nerviosos, tememos no tener completa seguridad física. Es obvio, pero ¿por qué? ¿Se debe a que siempre nos aislamos detrás una nación, de la familia, de un grupo? ¿Es ese lento proceso de aislamiento, los franceses se aíslan, los alemanes, etc., el que gradualmente nos produce inseguridad? ¿Podemos observar esto más allá de lo externo? Observar lo que sucede externamente, saber exactamente lo que ocurre, y a partir de ahí empezar a investigar en uno mismo. De lo contrario, no tendremos criterio y nos engañaremos a nosotros mismos. Por tanto, debemos empezar con lo externo e ir hacia lo interno. Es como la marea que sube y baja, la marea no es algo fijo, sube y baja continuamente.
MIEDO Y PLACER
Las dos caras de una misma moneda.
El miedo y el placer son las dos caras de una misma moneda: no es posible liberarse de una sin liberarse también de la otra. Quiere tener placer toda su vida y, a la vez, liberarse del miedo, ese es todo lo que le interesa. Sin embargo, no se da cuenta de que si mañana no consigue placer se sentirá frustrado, enojado, ansioso y culpable, surgirá toda esa miseria psicológica. Por tanto, debe mirar al miedo y al placer juntos.
RESPONSABILIDAD
Ayudar a la consciencia humana a aliviar el miedo.
Uno vive esa vida llamada individualista, se interesa por sí mismo, sus propios problemas, problemas que nunca terminan sino que aumentan. Uno vive esa clase de vida, ha crecido, ha sido educado y condicionado a esa clase de vida. Pero usted como amigo viene y me dice: Mire, su consciencia no es suya, sufre al igual que sufre el resto de la gente. Cuando le escucho, no rechazo lo que me dice porque tiene sentido, es sensato, y veo que eso que me dice puede, tal vez, traer paz al mundo. De modo que me digo a mí mismo: ¿Puedo liberarme del miedo ahora?. Me doy cuenta de mi responsabilidad, mi completa responsabilidad por la totalidad de la consciencia. Me doy cuenta de que cuando investigo el miedo estoy ayudando a toda la consciencia humana a aliviar el miedo.
LA MENTE
Cuando el pensamiento se da cuenta...
Cuando el pensamiento se da cuenta de que no es posible hacer nada con el miedo porque él mismo crea el miedo, entonces hay silencio; entonces hay una completa negación de cualquier movimiento que genere miedo.
TIEMPO Y PENSAMIENTO
El florecer de la pregunta.
El pensamiento y el tiempo son dos factores del miedo, no puede hacer nada al respecto. No pregunte, no diga: ¿Cómo puedo detener el pensamiento? Esa es una pregunta muy tonta, porque uno tiene que pensar para ir desde aquí hasta su casa, para conducir un automóvil, para hablar un idioma. Pero internamente, en lo psicológico, puede que realmente el tiempo no sea necesario. Así pues, estamos diciendo que el miedo existe debido a dos factores principales, el tiempo y el pensamiento, en los que está implicado el premio y el castigo.
Ahora, le he escuchado, escucho esa afirmación que usted hace, y le escucho con máxima atención porque se trata de un tremendo problema que el hombre no ha solucionado y, en consecuencia, causa estragos en el mundo. Le he escuchado, he escuchado esa afirmación, y también me ha dicho: No haga nada al respecto, tan solo hágase la pregunta y viva con ella, igual que una mujer embarazada que lleva la semilla en su vientre. Ha hecho la pregunta, permita que esa pregunta florezca porque en el florecer de la pregunta, esa misma pregunta se desvanece. No es que florezca y luego termine, sino que en el mismo florecer está el terminar.
LA RAÍZ DEL MIEDO
Es como sostener una joya preciosa.
Podemos observar juntos el hecho de que el pensamiento y el tiempo son la raíz del miedo. Tiempo y pensamiento son lo mismo, no son dos movimientos separados. Vea ese hecho, esa realidad, mire cómo el tiempo y el pensamiento, el tiempo-pensamiento son la raíz del miedo. Obsérvelo en sí mismo, no se aleje de la realidad, de la verdad de que el tiempo y el pensamiento generan el miedo. Agárrelo, permanezca con ello, no huya, acéptelo; es como sostener una joya preciosa en su mano, vea toda la belleza de la joya. Entonces, se dará cuenta por sí mismo que el miedo psicológico termina por completo.
CREACIÓN DEL MIEDO
El tiempo y el pensamiento crean el miedo.
El tiempo y el pensamiento crean el miedo, el tiempo como ayer, hoy y mañana. Tengo miedo de que mañana suceda algo, de que pierda mi trabajo, de que mi esposa o esposo me abandone, de que el dolor o la enfermedad que tuve hace unos días regrese. Así es como se introduce el tiempo. El tiempo que representa lo que mi vecino puede decirme mañana o el tiempo que a partir de ahora esconde algo que hice años atrás. Tengo miedo de no poder realizar uno deseos secretos profundos. De modo que el tiempo está implicado en el miedo; el miedo a la muerte que vendrá al final de la vida, que puede estar esperando en la próxima esquina y me hace sentir miedo. Así pues, el tiempo implica miedo y pensamiento. Si no hay pensamiento, no hay tiempo. Pensar en eso que sucedió ayer, tener miedo a que pueda repetirse mañana, eso es lo que genera el tiempo y también el miedo.
EL PRESENTE SIN MIEDO
Miedo al pasado y al futuro.
En este mismo momento, aquí sentado, no tengo miedo; en el presente no tengo miedo, no me está pasando nada, nadie me está amenazando o robando. Pero más allá del momento presente, están las capas profundas de la mente y, consciente o inconscientemente, estoy pensando lo que me podría pasar en el futuro o me preocupa que algo del pasado pueda regresar. Así pues, tengo miedo al pasado y al futuro; he dividido el tiempo en pasado y futuro. Interviene el pensamiento y dice: Cuidado que no vuelva a repetirse, o ten cuidado del futuro, el futuro puede ser peligroso para ti, ahora has conseguido algo pero puedes perderlo, mañana puedes morir, tu esposa puede abandonarte, puedes perder el trabajo, nunca serás famoso, debes estar seguro del mañana.
PRESTAR ATENCIÓN AL MIEDO
Uno observa el miedo y se da cuenta cómo escapa, ¿qué puede hacer uno?
En primer lugar, no resista escaparse. Para observar el miedo debe prestar atención, y en la atención no hay condena, juicio, valoración, solo hay observación. Cuando escapa es porque su atención deambula, porque no está atento, entonces hay inatención. Esté inatento, pero dese cuenta de que está inatento porque ese mismo darse cuenta de la inatención es atención. Si se da cuenta de la inatención, obsérvela, no haga nada al respecto, excepto darse cuenta de la inatención; entonces, ese mismo darse cuenta es atención. Es así de simple. Una vez lo vea, también eliminará el conflicto, estará atento sin elección. En cambio si dice:He estado atento, pero ahora no estoy atento y debo prestar atención, ahí hay elección. Darse cuenta significa estar atento sin elección.
ESCAPAR
La red de escapes.
Tenemos diferentes miedos, y tratamos de resolver estos miedos por partes. Parece que no somos capaces de ir más allá. Cuando creemos haber comprendido y resuelto un miedo concreto, aparece otro miedo. Cuando nos damos cuenta de un miedo tratamos de escapar, de encontrar una respuesta, intentamos descubrir qué debemos hacer o tratamos de eliminarlo. Hemos desarrollado, como seres humanos, una astuta red de escapes al miedo: Dios, el entretenimiento, la bebida, el sexo, cualquier cosa. Todos los escapes son lo mismo, ¡Tanto si son en nombre de Dios o de la bebida!
ENFRENTAR EL MIEDO
¿Cómo actúa frente al miedo?
El miedo nos hace buscar a un maestro, un gurú; el miedo es ese revestimiento de respetabilidad que todos amamos tanto, ser respetables. Señor, no hablo de nada que no sea un hecho, lo puede ver en su propia vida cotidiana. Esa extraordinaria y dominante naturaleza del miedo, ¿Cómo la afronta? ¿Se limita a desarrollar la cualidad del valor para compensar las exigencias del miedo? ¿Entiende, señor? ¿Se decide a tener valor para afrontar los sucesos de la vida? ¿Simplemente racionaliza el miedo para alejarlo?, o ¿Busca explicaciones que satisfagan a la mente que está atrapada en el miedo? ¿Enciende la radio, lee un libro, va al templo, se aferra a un dogma o una creencia? ¿Cómo actúa frente al miedo?
RELACIONES
El miedo en la relación.
Hay mucho miedo en la relación, miedo a la inseguridad, miedo al pasado y al futuro, miedo al no saber, miedo a la muerte, a la soledad, a la agonía de la soledad. Puede que esté relacionado con otros, que tenga muchos amigos, que esté casado, tenga hijos, pero siempre está esa sensación de profundo aislamiento, esa sensación de soledad, ese es uno de los factores del miedo. También está el miedo a no ser capaz de realizarse y el deseo de realizarse trae consigo una sensación de frustración en la cual hay miedo. Está el miedo a no ser capaz de tener total claridad acerca de todo. De modo que existen muchas, muchas formas de miedo.
LOS EFECTOS
¿Cuáles son los efectos del miedo?
Cuando uno tiene miedo, no solo de las cosas físicas, sino también de los factores psicológicos, ¿Qué sucede con ese miedo? Tengo miedo, no solo de lo físico, como caer enfermo, morir, la oscuridad, ya saben los innumerables miedos que tenemos, tanto biológicos como psicológicos. ¿Qué efecto tiene el miedo en la mente, la mente que ha creado estos miedos? ¿Entienden la pregunta? No me respondan de inmediato, mírense a sí mismos. ¿Cuál es el efecto del miedo en la mente, en toda la totalidad de su vida? ¿O estamos tan acostumbrados al miedo, tan habituados al miedo que se ha convertido en un hábito y no somos conscientes de sus consecuencias?
ANIQUILACIÓN DEL MIEDO
El miedo puede terminar totalmente.
Quien les habla dice que el miedo puede terminar totalmente. No diga: Solo es para los iluminados, y todo ese sin sentido. Puede terminar con él si pone su cerebro, su corazón, completamente, no solo una parte. Entonces verá por sí mismo la enorme belleza que hay en ello, esa sensación de total libertad, no la libertad de un país o de algún gobierno, sino una sensación de enorme libertad, la grandeza de la libertad.
¿Lo hará, hoy, ahora? A partir de hoy, vea la causa del miedo y termine con ello. Mientras haya miedo, biológico, físico, psicológico, eso nos destruirá. Por tanto, si uno puede preguntarlo después de escuchar ese hecho que no es teoría, ¿qué hará? El tiempo es la causa del miedo y del pensamiento, por consiguiente, si no cambia ahora nunca cambiará, lo pospondrá infinitamente.
SUPERACIÓN
Buscando la superación del miedo.
Uno se pregunta por qué los seres humanos que han vivido en esta tierra durante millones de años, inteligentes en cuanto a la tecnología, por qué no han empleado su inteligencia para liberarse de ese problema tan complejo del miedo, que puede ser uno de los motivos de guerra, un motivo para matar a otros. Y las religiones de todo el mundo no han solucionado este problema, ni tampoco los gurús, los salvadores o los ideales. Así pues, está claro que ningún agente externo, por más elevado, por más popular que sea por la propaganda, ningún agente externo nunca podrá, bajo ninguna circunstancia, solucionar el problema del miedo humano...
Y, tal vez, hayamos aceptado ese patrón del miedo porque ni siquiera queremos salir de ahí. Y bien, ¿Qué es el miedo? ¿Cuáles son los factores que contribuyen a crear el miedo? De la misma manera que muchos arroyos pequeños y riachuelos forman el amplio volumen de un río, ¿Cuáles son los pequeños arroyos que crean el miedo?
CONCLUSIONES
Es, pues, la mente la que crea el miedo, siendo la mente el proceso de pensar.
El pensar es verbalización. No podéis pensar sin palabras, sin símbolos, sin imágenes. Esas imágenes, que son los prejuicios, el conocimiento previo, las aprensiones de la mente, se proyectan sobre el hecho, y de ahí surge el miedo. Sólo se está libre del miedo cuando la mente es capaz de considerar el hecho sin interpretarlo, sin ponerle un nombre, un rótulo. Esto es sumamente difícil, porque los sentimientos, las reacciones, las ansiedades que tenemos, son prontamente identificados por la mente y reciben un nombre.
Por ejemplo: El sentimiento de los celos es identificado por esa palabra. Ahora bien: ¿Es posible no identificar un sentimiento, captar ese sentimiento sin ponerle nombre? Es el poner nombre al sentimiento lo que le da continuidad, lo que le infunde vigor. No bien dais un nombre a eso que llamáis miedo, lo fortalecéis; mas si podéis captar ese sentimiento sin denominarlo, veréis que él se debilita. Por consiguiente, si uno quiere estar completamente libre del miedo, es esencial que entienda todo el proceso de denominar, de proyectar símbolos, de dar nombres a los hechos. Es decir, el estar libre del miedo solo es posible habiendo conocimiento propio. El conocimiento propio es el comienzo de la sabiduría, y ésta sabiduría es el fin del miedo.