La sociedad generalmente les pone una estaca a los niños, programándolos. Si criamos niños que tengan total libertad, la sociedad programática desaparecerá.
Nuestra verdad es solo una porción de realidad que percibimos. Es de tontos creer que se puede ver la verdad con lo limitada que es nuestra mente.
La verdad es extremadamente difícil de adaptar a nuestras preconcepciones, mucho más difícil que para un elefante ponerse el bañador de una hormiga.
No importa cuán pequeños o grandes seamos en comparación con los demás. Todos tenemos talentos y habilidades únicas que nos hacen valiosos.