Una anciana de esas de muy poca consciencia cuando oyó la noticia de la bomba atómica de Hiroshima, dijo: Milagro, milagro, gracias a Dios no cayó acá.
Los humanos reaccionan no frente a la realidad, sino frente a las ideas que tienen en su mente. La mente es la masa que toma el control si tú la dejas.
El verdadero buscador sabe que, si te disciplinas sin consciencia, te volverás un hipócrita. Si te disciplinas sin conciencia, te volverás un robot.
Tu presencia está aquí. Y cuanto más consciente te vuelvas, más silencio alcanzará tu vida, más paz, más amor. Estas son consecuencias de la consciencia.
No cambies la conducta, cambia tu consciencia. Debes actuar conscientemente y esto se convertirá en transformación, y así toda tu conducta será cambiada.
El hombre es siempre viejo, pero existe algo en el hombre que no es ni viejo ni nuevo: la consciencia, que siempre es absolutamente trasformadora.