La comparación es una actitud tonta, cada persona es única e incomparable. Si comprendes eso, la envidia desaparece. Cada ser es único, incomparable.
Si comparas, tu comparación crea problemas. No, a través de la comparación nadie llega a la alegría. La alegría es un estado no comparativo. No compares.
No importa cuán pequeños o grandes seamos en comparación con los demás. Todos tenemos talentos y habilidades únicas que nos hacen valiosos.