La iluminación espiritual

Frases Miguel De Molinos

Citas Miguel De Molinos


Estándose el alma quieta en su nada, el Señor la perfecciona, enriquece y pinta en ella sin estorbo a su imagen y semejanza.

Ahógate en esa nada y hallaras en ella sagrado asilo para cualquier tormenta.

últimamente no mires nada, no desees nada, no quieras nada, no solicites saber nada, y en todo vivirá tu alma con quietud y gozo descansada.

Nunca se esta mas cerca de Dios que en la aflicción, que induce a la purificación del alma.

Nos buscamos a nosotros mismos siempre que salimos de la nada, y por esto no llegamos jamás a la perfección quieta y la contemplación.

La nada es el atajo para alcanzar la pureza del alma, la perfecta contemplación y el rico tesoro de la paz interior.

Y cuanto mas fueres muriendo, tanto mas te iras profundando en tu miseria y bajeza; y tanto mas te ira el Señor elevando, y a si mismo uniendo.

Camina, camina por esta senda segura y procura sumergirte en esa nada, perderte, y abismarte, si quieres aniquilarte, unirte y transformarte.

Siempre ha sido así y siempre será igual, que el tiempo y el mundo, el dinero y el poder, pertenecen a los mediocres y superficiales, y a los otros, a los verdaderos hombres, no les pertenece nada. Nada mas que la muerte.

El alma que esta dentro de su nada guarda silencio interno, vive transformada en el sumo bien, no apetece nada de todo lo creado, vive en Dios sumergida y resignada en cualquier tormento, porque siempre juzga es mas lo que merece.

Oh, que baluarte tan fuerte has de hallar en esa nada.

Por el camino de la nada te has de llegar a perder en Dios, que es el ultimo grado de la perfección, y si así te sabes perder, serás dichosa, te ganaras y te acertaras a hallar.

Procura estar siempre sepultado en esa miseria. Esa nada, y esa conocida miseria es el medio para que el Señor obre en tu alma maravillas.

El recogimiento interno es la presencia silente del vacío.

No buscan a Dios con verdad y así no le hallan; porque ha de saber que no se halla sino en el desprecio de nosotros mismos y en la nada.

Éntrate en la verdad de tu nada y de nada te inquietaras, antes bien te humillaras, confundirás y perderás de vista tu propia reputación y estima.

En la oficina de la nada se fabrica la sencillez, se halla el interior e infuso recogimiento; se alcanza la quietud y se limpia el corazón de todo tipo de imperfección.

Estándote en la nada, cerraras la puerta a todo lo que no es Dios; te retiraras aun de ti misma y caminaras a aquella interior soledad a donde el divino Esposo habla al corazón de su Esposa, enseñándola la alta y divina sabiduría.

Con el escudo de la nada vencerás las vehementes tentaciones y terribles sugestiones del envidioso enemigo.