Citas Judy Hall
Soy el autor de mi propio destino; yo creo mi mundo.
Has dicho alguna vez: No puedo evitarlo; es mi karma. Renegocia los contratos con tu alma y libérate.
No-juicio: evita juzgar si las cosas son buenas o malas.
¿Te sientes inepto y sin poder, atrapado en el ciclo de pobreza y carencia? Reclama tu poder y crea abundancia.
Armoniza con el flujo de manifestar quien eres en esencia.
Una turquesa dada por una mano amorosa lleva consigo felicidad y buena fortuna.
Mantente plenamente en el momento presente y no vuelvas al pasado ni te proyectes en el futuro.
¿Te encuentras a menudo pensando: No me merezco esto Cambia de programa. Merezco todas las cosas buenas, la felicidad, el bienestar, la riqueza y la realización.
Deja de ser un obstáculo en tu propio camino. Haz el proceso de manifestación y después suelta; confía en el proceso.
Divide lo que quieres conseguir en pasos alcanzables y espera que el proceso tenga un buen resultado.
Recuérdate que el crecimiento espiritual puede ser alegre, fácil y divertido.
Construye tus intenciones de manifestación en positivo y en tiempo presente.
Mantén tu mente y sentimientos enfocados en conseguir un resultado positivo ahora.
Permítete sentirte sorprendido por lo inesperado y por las coincidencias favorables.
Recibe grácilmente y con gratitud cualquier regalo que te llegue, de la fuente que sea.
Divide tu manifestación en pequeñas porciones, pero permite también que se den las sin cronicidades.
¿Crees que puedes cambiar el nivel de tu manifestación? Hazlo ahora.
Sal de los sentimientos negativos y auto limitantes hacia un radiante sentido de bienestar, alegría y enriquecimiento interno.
Crezco mediante la alegría y la conciencia expandida.
Cuanto mas claro y feliz te sientas por dentro, mas alegre y amoroso se vuelve tu mundo exterior porque el amor atrae el amor.
Date las gracias y da gracias al universo por lo que se ha manifestado.
Armoniza con tu yo esencial, con creencias congruentes.
Atrapa esos pensamientos y sentimientos que, de otro modo, te harían tropezar.
Acepta cada regalo, por grande o pequeño que sea, con una gran sonrisa y un gracias sincero.