Los zapatos del rey
Cuento zen con moraleja
Desarrolla tu observador consciente, no hagas problemas. En el fondo, tú creas problemas y luego deseas encontrar alguna solución estúpida como la del rey.
Cuento zen sobre los problemas
Un rey, bastante tarambana por cierto, se quejaba siempre de que en los caminos que rodeaban su castillo había infinidad de piedras que le hacían daño a sus delicados pies. Por lo tanto, ordenó que todos estos caminos fueran cubiertos con la piel de las ovejas de sus rebaños reales. Los funcionarios del rey se pusieron inmediatamente a cumplir las órdenes.
El bufón del rey al ver tamaño disparate empezó a reírse de los vasallos. El jefe de los funcionarios, enfadado, le preguntó:
¿De qué te mofas, bufón?
De vosotros, naturalmente, contestó inmediatamente. ¿Para qué utilizar tanto tiempo y dinero inútilmente? Sería suficiente cortar dos trozos de la piel de una de vuestras ovejas y hacer con ellas unos hermosos zapatos para los delicados pies del rey; así él podría andar por cualquier camino sin sufrir ningún mal.
Al escuchar las explicaciones del bufón, el rey dio la razón a su bufón y siguió su consejo. Por una vez fue un rey prudente y sensato.
MORALEJA
Desarrolla el observador consciente, no hagas problemas. En el fondo, tú creas los problemas y luego deseas encontrar alguna solución estúpida como la del rey. Lo mejor es desarrollar el observador consciente, ese observador, que cuando se presenta una dificultad o problema, no le basta cualquier solución; solo le basta aquella que mejor responda al problema.
El observador consciente no se desarrolla porque tienes tantas cosas en tu mente que en realidad no puedes comprender el problema, porque la mente no comprende, la mente es no–comprensión por antonomasia, es la propia raíz de la ignorancia. ¿Por qué no puede comprender la mente? Porque la mente es solamente una pequeña parte de tu Ser, y la parte no puede comprender, solo el todo puede comprender, la comprensión es del total, la confusión es de la parte. El mismo esfuerzo, la misma intención de comprender crea confusión. La parte siempre malinterpreta, porque ella intenta aparecer ser el todo, ese es el problema.
Deja que las cosas ocurran. Simplemente, sé un observador consciente. No digo que haya que amputar la mente, eso también sería innatural, ella también es una parte de ti, la mente tiene que tener su propio espacio, su justa proporción, pero no se le debe permitir que sea el dictador porque ahí es cuando se crean los problemas.
La cualidad de ser total es una armonía, se trata de dar a tu vida un ritmo armonioso con todas las cosas que existen en ella, entonces, la mente también es hermosa, entonces no te dirige hacia el manicomio, se convierte en la gran mente, en la iluminación.