Regresa al amor
Regresa al amor porque el miedo puede desconectarnos de la presencia amorosa interior. El miedo es la táctica del ego que nos aleja de nuestro propio amor.
WAYNE DYER
ENTRE EL AMOR Y EL MIEDO
El amor empieza conmigo.
Si no se aman a sí mismos, nadie más lo hará. No solo eso, no serán buenos amando a nadie más.
EL AMOR COMIENZA CON EL YO
Perciban cada día si están eligiendo vivir en miedo o en amor.
El miedo puede mantenerlos desconectados de la presencia amorosa en el interior de ustedes. Provocar miedo es una táctica del ego, sea el propio ego de ustedes o el ego del mundo. El ego del mundo es un reflejo del poder del ego individual y de la cantidad de miedo que está activa.
El miedo está presente cuando olvidamos que somos una parte del diseño divino de Dios. Aprender a experimentar el regreso del amor auténtico significa abandonar la insistencia del ego de que ustedes tienen mucho que temer y que están en un mundo hostil. Pueden tomar la decisión de librarse del miedo y de la duda y regresar a la luz brillante del amor que siempre está con ustedes. Quienes ustedes son es ese amor despejado.
AMOR EN LUGAR DE MIEDO
AMOR ETERNO
Dios los creó en perfecto amor que es eterno e inmutable.
Su cuerpo está cambiando, al igual que su mente, así que ustedes no son ese cuerpo ni esa mente. Ustedes fueron creados como un espíritu que es puro amor. Es ahí donde quieren mantener enfocada su atención.
AMOR Y PERDÓN
Perdónense y den la bienvenida, regres al amor.
Cuando pueden hacer esto, ocurre algo así como equilibrio. En lugar de aplacar las faltas con la culpa, ustedes están más comprometidos a promover la alegría y el servicio. Comenzarán a hacer lo que originalmente vinieron a hacer aquí.
AMOR Y BONDAD
Observen los actos de bondad que tienen los demás en lugar de sus defectos.
Es así como la presencia amorosa los ve a ustedes. Todos nosotros somos almas buenas, decentes, amorosas que ocasionalmente nos perdemos. Cuando ustedes puedan enfocarse en lo bueno del otro y mantener eso en su mente, están actuando desde su yo superior. Esto puede contribuir a disipar el miedo y la ira.
AMOR Y DAR
Acuérdense cuánto tienen que dar y cuán preciado y valioso es ese dar.
Tienen la misma fuerza en ustedes que la que permite que el planeta se mueva, la tierra gire, las semillas germinen y las flores abran. No hay un Dios separado para cada persona. Hay una inteligencia universal que fluye a través de todos nosotros.
AMOR Y ACEPTACIÓN
Acepten que son suficientes.
Cuando el ego comienza a tratar de atraerlos hacia el miedo, digan a viva voz, Yo soy suficiente. No necesitan ser algo que no es. No necesitan probarse a sí mismos. No necesitan gratificar al ego con temores manteniendo a su yo real a distancia. Yo soy suficiente afirma que ustedes eligen amar y ahuyentar las dudas y los miedos.
REGRESA AMOR
La propia estima no puede ser verificada por los demás.
Tú vales porque tú dices que es así. Si dependes de los demás para valorarte, esta valorización estará hecha por los demás.
Puede ser que tengas una enfermedad social, una enfermedad que no se pueda curar con una simple inyección. Es muy probable que te haya infestado el virus del desprecio a ti mismo; y el único remedio conocido para esto es una buena dosis masiva de amor propio, o amor a ti mismo.
Pero quizá, como mucha gente en nuestra sociedad, tú has crecido con la idea de que está mal amarse a sí mismo. Piensa en los demás, nos dice la sociedad. Ama a tu prójimo, nos predica la Iglesia. Lo que nadie parece recordar es lo de ámate a ti mismo, y sin embargo es eso precisamente lo que vas a tener que aprender para lograr tu felicidad en el momento-presente.
De niño aprendiste que amarte a ti mismo, algo natural en aquel entonces, era lo mismo que ser egoísta y consentido. Aprendiste a pensar en los demás antes que en ti mismo, a darles mayor importancia porque de esa manera demostrabas que eras una buena persona. Aprendiste a anularte y te alimentaron con conceptos como el de debes compartir tus cosas con tus primos. No importaba que fueran las cosas que más querías, tus tesoros personales, o que ni papá ni mamá pudieran no estar compartiendo sus juguetes de adultos con los demás. Incluso puede que te hayan dicho a menudo que los niños callan cuando hablan los adultos y que debes saber cuál es tu lugar.
Los niños se consideran hermosos e importantes por naturaleza, pero al llegar a la adolescencia los mensajes de la sociedad ya han echado raíces. La desconfianza en sí mismos está en pleno apogeo. Y con el pasar de los años esta sensación recibe constantemente refuerzos. Después de todo no debes andar por el mundo amándote a ti mismo.
¡Qué pensarán de ti los demás!
Las indirectas son sutiles y la intención que las alienta no es mala, pero logran mantener a raya al individuo. Empezando con los padres y la familia y siguiendo con el colegio y los amigos, el niño aprende estos encantadores modales sociales que son como la marca de ley del mundo de los adultos.
Los niños nunca actúan así entre ellos a menos que sea para darles gusto a los mayores.
Que digan siempre por favor y gracias, que hagan una venia, que se levanten cuando entra un adulto en la habitación, que pidan permiso para levantarse de la mesa, que aguanten las eternas caricias en las mejillas y las sobadas de cabeza de los adultos. El mensaje es muy claro: los adultos son importantes; los niños no cuentan.
Los demás tienen importancia; tú eres insignificante.
No te fíes de tu propia opinión era el corolario número uno, y había un enorme paquete de refuerzos que venían bajo el título de buena educación. Estas reglas encubiertas por la palabra modales te ayudaban a internalizar los juicios de los demás a expensas de tus propios valores. No es sorprendente pues que estas mismas preguntas y dudas, estas mismas definiciones que te niegan como persona persistan en la madurez. ¿Y cómo logran introducirse estas dudas de uno mismo? Quizá tengas problemas en el importante tema de amar al prójimo.
Pero el amor a los demás está relacionado directamente con el amor que te tienes a ti mismo.
AMATE A TI MISMO
Muy sencillo. Amándote a ti mismo, regresa al amor.
Siente que eres importante, hermoso y que vales mucho. Cuando hayas reconocido lo que vales y lo bueno que eres no tendrás necesidad de que los demás apoyen y refuercen tu valor y tus valores ajustando su conducta a tus instrucciones. Si estás seguro de ti mismo y tienes confianza en lo que piensas, no querrás ni necesitarás que los demás sean como tú.
Tú eres un ser único.
Eso los privaría de su individualidad, y lo que te gusta en ellos son precisamente esos rasgos que los diferencian y hacen que sean lo que son.
¿Y si empiezas amarte?
Logras amarte a ti mismo y de pronto eres capaz de amar a los demás, y eres capaz de hacer cosas por los demás al poder dar y hacer cosas para ti mismo primero que nada. Así no tendrás necesidad de artimañas para amar y dar. No lo harás porque esperas retribución o gratitud sino por el auténtico placer que sientes al ser generoso y amante.
¿Quiénes son las personas que aman con facilidad?
¿Son acaso las personas que tienen un comportamiento autodestructivo? No, jamás. ¿Son las que se humillan y se esconden en un rincón? No, por cierto.
El volverse eficiente, el lograr dar y recibir amor eficazmente empieza en casa por uno mismo, con el propósito de terminar con los comportamientos emanados de la baja valoración de sí mismo que se han convertido en una costumbre y en una manera de vivir.
Solo hay dos emociones básicas: una es el miedo, la otra es el amor.
Wayne Dyer
Regresa Amor