La iluminación espiritual

La soledad fértil

Mientras se está solo se es totalmente

El ruido dispersan la mente y la alejan de su objeto de observación.

Mientras se está solo se es enteramente uno mismo. Si se tiene un compañero, se es la mitad de uno mismo o quizá menos, según sea la indiscreción de su conducta. Si se tienen más compañeros, los inconvenientes serán mayores… (Leonardo de Vinci, Cuadernos de Notas)

Aunque las anteriores afirmaciones se refieren al trabajo del pintor, es difícil no estar de acuerdo tanto si uno tiene ese oficio como si se dedica a cualquier otro que tenga que ver con el desarrollo interior, sea este mental o espiritual. Componer un poema, meditar o reflexionar sobre un asunto cualquiera, por ejemplo, exigen de la soledad del mismo modo que el pincel precisa de la mano del pintor para que este se exprese. El ruido ambiental, las conversaciones cercanas, la desarmonía del entorno, la suciedad, el tamaño excesivo del lugar de trabajo, dispersan la mente y la alejan de su objeto de observación.

Nuestro mundo urbano…

... ha dado la espalda a la naturaleza y a sus posibilidades de soledad y silencio hasta el punto que ha terminado por convertir todo eso en algo indeseable para la mayoría, que se ha convertido en justamente lo contrario: en creadora y también buscadora de ruidos de todo tipo, y el buscador del silencio tiene que bregar con innumerables obstáculos externos además de los que tiene que enfrentar en su propio interior, en su mundo de imágenes, deseos y pensamientos que surgen de continuo y se añaden a ese ruido ambiental en las ciudades, esa compleja amalgama de rugido de motores, estridencias de grúas y golpes de todas clases, a los que aportan los suyos los vecinos con sus diversos electrodomésticos cuyos sonidos atraviesan las siempre delgadas paredes que nos separan. En estas condiciones el buscador del silencio y la soledad se halla sujeto a una gran presión medioambiental que le empuja a la exteriorización, a la distracción, y al estrés, y ha de tener muy claro su propósito para no o dejarse arrastrar por el entorno.

Y como todo lo que es posible convertir en negocio se convierte en negocio y fuente de riqueza para unos pocos, la distracción no podía quedarse al margen, hasta el punto que ha llegado a ser una de las más florecientes industrias.

Cuando la presión externa vence al recogimiento interno, cuando alguien se deja arrastrar cotidianamente por el mundo de los sentidos y emociones inducidas y huye del silencio, pierde de vista su relación con Dios en su interior, se pierde de vista a sí mismo ,y fácilmente termina por ignorar quién es en verdad. Esto es muy grave. Quien no puede conocerse a sí mismo no puede conocer a sus semejantes, yendo por la vida a ciegas y con el riesgo de convertirse en víctima de aquellos que buscan hacer negocios con los ignorantes, como es el caso de políticos y curas y charlatanes de tantas clases que tienen vocación de parásitos y desean poder y admiración de sus captados.

Dicho esto, viene la pregunta para los no iniciados en este tema:

¿ Como entrar en el silencio y minimizar las dificultades medioambientales?

Un primer paso: Respirar conscientemente. En el lugar más tranquilo y menos ruidoso que encuentre, siéntese normalmente, cierre los ojos, coloque sus manos sobre sus muslos con las palmas abiertas hacia arriba, y respire tranquilamente tomando el aire por la nariz y expulsándolo por la boca, dos o tres minutos llevando el aire hasta el vientre, concentrándose en su respiración . Sentirá que poco a poco su mente se tranquiliza, llegando a un estado del que es posible partir para introducirse en el silencio interior. Llegarán pensamientos, obsérvelos como el que ver pasar nubes o pájaros, déjeles ir una y otra vez mientras siente su respiración cómo viene y va. Usted no es sus pensamientos. Observará que su mente se va calmando, y entonces puede respirar tranquilamente sin prestar ya atención a su respiración. Sienta, siéntase a sí mismo. Usted habita este cuerpo físico, pero no es este cuerpo, siéntase un viajero espacial que viene de muy lejos y ahora está envuelto por un traje de la materia del Planeta que vino a visitar; viva la experiencia com un observador. No se identifique con su cuerpo, siéntase parte de la vida universal a la que usted pertenece., siéntase un hijo del cosmos, un viajero de las estrellas. Luego, poco a poco vaya tomando conciencia de su respiración, abra los ojos, respire normalmente, mueva despacio sus manos, sus pies. Está aquí, pero de otro modo.

¿ Le sirvió este ejercicio?