La vida es experiencia, no teoría. No necesita de ninguna explicación. Está ahí, con toda su gloria, para ser vivida, disfrutada, gozada y experimentada.
El ahora es un ejemplo. A lo único que tendrás que renunciar es a tu mente lógica. Por eso empieza a vivir de manera existencial y sabia aunque ilógica.
Nosotros y la existencia somos uno. No hay necesidad de luchar. Si persuades, cooperas, invitas y amas, la existencia comenzará a revelar sus misterios.
Sé paciente con tu experiencia con la naturaleza. Sé paciente con la naturaleza errática de tu mente. Sin forzar, deja que el tiempo haga lo suyo.
Un hombre con conocimiento no puede ser engañado. Un hombre que vive en la verdad experimentada no es víctima de ignorantes y menos de un farsante.
Para el sabio la verdad mental es un poste indicador que señala el camino hacia la verdad interior. Pero el necio se obstina en adherirse al indicador.
Si eres sabio, no tienes que estar obsesionado con el comportamiento de ser bueno o generoso, porque siempre harás lo necesario, sin olvidarte de ti mismo.
Sabiduría es vivir plenamente la luz de tu propia consciencia sin la necedad de seguir a otros, de imitar y de convertirte en la sombra de alguien.
Si estás perdido, usa la sabiduría. No olvides el poder que llevamos dentro. La sabiduría es la cualidad del testigo; observa la mente y le da dirección.
Desapego, ese es el secreto. Todo lo que se guarda acaba estropeándose. La razón es que todo lo que es importante, vivo y en movimiento, es momentáneo.