Aferrarse a una creencia, no ayuda a encontrar la verdad. Es como alguien hambriento que lee un libro de cocina, cree que de esa forma calmar el hambre.
Escoger entre el dictado de un corazón compasivo y la exigencia de una ideología, rechaza la ideología sin dudarlo. La compasión no tiene ideología.
La vida nunca encaja con ningún tipo de creencia y si tratas de imponer la vida sobre tus creencias y dogmas estarás tratando de conseguir lo imposible.
Se necesita a alguien que pueda ser un testigo, que pueda dar testimonio, que pueda decir: «Sí, yo Le conozco», que pueda resonar en tus profundidades.