La iluminación espiritual

Frases rosario castellanos

Citas rosario castellanos



1 - Matamos lo que amamos. Lo demás no ha estado vivo nunca.

2 - Debe haber otro modo… Otro modo de ser humano y libre. Otro modo de ser.

3 - El que se va se lleva su memoria, su modo de ser rio, de ser aire, de ser adiós y nunca.

4 - Hay ceguera y el hambre los alumbra y la necesidad, mas dura que metales.

5 - No son nube ni flor los que enamoran; eres tu, corazón, triste o dichoso.

6 - Matamos lo que amamos. Lo demás no ha estado vivo nunca. Ninguno esta tan cerca.

7 - El matrimonio es el ayuntamiento de dos bestias carnívoras de especie diferente.

8 - Piensa en la tejedora; en su paciencia para recomenzar una tarea siempre inacabada.

9 - Feliz de ser quien soy, solo una gran mirada: ojos de par en par y manos despojadas.

10 - Aprendí, si no a dar mas que no es fácil, si a pedir menos que casi es indispensable.

11 - Abandonados siempre. ¿De que? ¿De quien? ¿De donde? No importa. Nada mas abandonados.

12 - No hay que aceptar ningún dogma sino hasta ver si es capaz de resistir un buen chiste.

13 - La oscuridad engendra la violencia y la violencia pide oscuridad para cuajar el crimen.

14 - A veces, tan ligera como un pez en el agua, me muevo entre las cosas feliz y alucinada.

15 - Y nos regocijamos de estar en el secreto, de guiñarnos los ojos a espaldas de la muerte.

16 - Heme aquí, ya al final, y todavía no se que cara le daré a la muerte.

17 - Y los signos se cierran bajo mis ojos como la flor bajo los dedos torpísimos de un ciego.

18 - Tal vez yo no debiera descubrirlo pero fue el primer circulo vicioso mordiéndose la cola.

19 - El hombre es animal de soledades, ciervo con una flecha en el ijar que huye y se desangra.

20 - Y entonces supe: yo no estaba allí ni en ninguna otra parte ni había estado nunca ni estaría.

21 - Hablábamos la lengua de los dioses, pero era también nuestro silencio igual al de las piedras.

22 - Algún día lo sabré. Este cuerpo que ha sido mi albergue, mi prisión, mi hospital, es mi tumba.

23 - Nadie lo confesaba, pero todos estaban orgullosos de ser como juguetes en las manos de un niño.

24 - Era como un durazno o como una mejilla y encerraba la dicha como los labios encierran cada beso.

25 - Basta. No quiere mas la oreja, que su cuenco rebalsaría y la mano ya no alcanza a tocar mas allá.

26 - La soledad trazo su paisaje de escombros. La desnudez hostil es su cifra ante el hombre.

27 - En mi aridez, aquí, llevo la marca de su pie sin regreso.

28 - Damos la vida solo a lo que odiamos.

29 - Compartimos solo un desastre lento.

30 - Para el amor no hay tregua.

31 - Llevo la marca de su pie sin regreso.

32 - Mujer que sabe latín | Rosario Castellanos.

33 - La muerte será la prueba de que hemos vivido.

34 - Porque éramos amigos y, a ratos, nos amábamos.

35 - Para el amor no hay cielo, amor, solo este día.

36 - No es que el poeta busque soledad, es que la encuentra.

37 - Considera, alma mía, esta textura áspera al tacto, a la que llaman vida.

38 - No es que el poeta busque la soledad, es que la encuentra.

39 - A ningún otro hiere un olvido, una ausencia, a veces menos.

40 - Estábamos entonces cerca, apretados, juntos. No era como ahora.

41 - Heme aquí suspirando como el que ama y se acuerda y esta lejos.

42 - Debe de haber otro modo de ser, otro modo de ser humano y libre.

43 - éramos el abrazo de amor en que se unían el cielo con la tierra.

44 - Y no podemos escapar viviendo porque la vida es una de sus mascaras.

45 - No era como ahora que parecemos aventadas nubes o dispersadas hojas.

46 - Miro las herramientas, el mundo que los hombres hacen, donde se afanan, sudan, paren , cohabitan.

47 - ¿Por que decir nombres de dioses, astros espumas de un océano invisible, polen de los jardines mas remotos? Si nos duele la vida, si cada día llega desgarrando la entraña, si cada noche cae convulsa, asesinada.

48 - Hasta que un día otro lo para, lo detiene y lo reduce a voz, a piel, a superficie ofrecida, entregada, mientras dentro de si la oculta soledad aguarda y tiembla.

49 - El mundo era la forma perpetua del asombro renovada en el ir y venir de la ola, consubstancial al giro de la espuma y el silencio, una simple condición de las cosas.

50 - No, yo no quiero hablar de nuestras noches cuando nos retorcemos como papel al fuego. Los espejos se inundan y rebasan de espanto mirando estupefactos nuestros rostros.

51 - En un día de amor yo baje hasta la tierra: vibraba como un pájaro crucificado en vuelo y olía a hierba húmeda, a cabellera suelta, a cuerpo traspasado de sol al mediodía.

52 - Porque hay aun un continente verde que imanta nuestras brújulas. Un ancho acabamiento de pirámides en cuyas cumbres bailan doncellas vegetales con ritmos milenarios y recientes.

53 - Sin orgullo (¿que es el orgullo? ¿Una vertebra que todavía la especie no produce?) los hombres roban, mienten, como animal de presa olfatean, devoran y disputan a otro la carroña.

54 - No me explico por que fue indispensable que alguien inventara el reloj y desde entonces todo se atrasa o se adelanta, la vida se fracciona en horas y en minutos o se quiebra o se para.

55 - Ese día de amor yo fui como la tierra: sus jugos me sitiaban tumultuosos y dulces y la raíz bebía con mis poros el aire y un rumor galopaba desde siempre para encontrar los cauces de mi oreja.

56 - Para el amor no hay tregua, amor. La noche no se vuelve, de pronto, respirable. Y cuando un astro rompe sus cadenas y lo ves zigzaguear, loco, y perderse, no por ello la ley suelta sus garfios.

57 - No te acerques a mi, hombre que haces el mundo, déjame, no es preciso que me mates. Yo soy de los que mueren solos, de los que mueren de algo peor que vergüenza. Yo muero de mirarte y no entender.

58 - Amigo, no es posible ni nacer ni morir sino con otro. Es bueno que la amistad le quite al trabajo esa cara de castigo y a la alegría ese aire ilícito de robo.

59 - ¿Que se hace a la hora de morir? ¿Se vuelve la cara a la pared? ¿Se agarra por los hombros al que esta cerca y oye? ¿Se echa uno a correr, como el que tiene las ropas incendiadas, para alcanzar el fin?

60 - No te acerques a mi, hombre que haces el mundo, déjame, no es preciso que me mates. Yo soy de los que mueren solos, de los que mueren de algo peor que vergüenza. Yo me muero de mirarte y no entender.

61 - Rio de sangre, cinturón de fuego. En las tierras que tiñe, en la selva multípara, en el litoral bravo de mestiza mellado de ciclones y tormentas, en este continente que agoniza bien podemos plantar una esperanza.

62 - El suicidio también paso de moda y no conviene dar un paso en falso cuando mejor podemos deslizarnos. Que gracia de patines sobre el hielo. Que tobogán mas fino. Que pista lubricada. Que maquinaria exacta y aceitada.

63 - Y cuando bailan, cuando se deslizan o cuando burlan una ley o cuando se envilecen, sonríen, entornan levemente los parpados, contemplan el vacío que se abre en sus entrañas y se entregan a un éxtasis vegetal, inhumano.

64 - Porque si un día cansados de este morir a plazos queremos suicidarnos abriéndonos las venas como cualquier romano, nos sorprende saber que no tenemos sangre ni tinta enrojecida: que nos circula un aire tan gratis como el agua.

65 - No, no es la solución tirarse bajo un tren como la Ana de Tolstoi ni apurar el arsénico de Madame Bo Vary ni aguardar en los paramos de avala la visita del ángel con venablo antes de liarse el manto a la cabeza y comenzar a actuar.

66 - Nunca digas que es tuya la tiniebla, no te bebas de un sorbo la alegría. Mira a tu alrededor: hay otro, siempre hay otro. Lo que el respira es lo que a ti te asfixia, lo que come es tu hambre. Muere con la mitad mas pura de tu muerte.

67 - No poder escapar del sueño que hace muecas obscenas columpiándose en las lámparas. Es así como nacen nuestros hijos. Parimos con dolor y con vergüenza, cortamos el cordón umbilical aprisa como quien se desprende de un fardo o de un castigo.

68 - Hombrecito, ¿que quieres hacer con tu cabeza? ¿Atar al mundo, al loco, loco y furioso mundo? ¿Castrar al potro Dios? Pero Dios rompe el freno y continua engendrando magnificas criaturas, seres salvajes cuyos alaridos rompen esta campana de cristal.

69 - Somos la raza estrangulada por la inteligencia, La insuperable, mundialmente famosa trapecista que ejecuta sin macula triple salto mortal en el vacío (la inteligencia es una prostituta que se vende por un poco de brillo y que no sabe ya ruborizarse).

70 - Yo muero de mirarte y no entender.

71 - Bajo tu tacto tiemblo como un arco en tensión palpitante de flechas y de agudos silbidos inminentes.

72 - No es equitativo, y por lo tanto tampoco es legitimo que uno tenga la oportunidad de formarse intelectualmente y que al otro no le quede mas alternativa que la de permanecer sumido en la ignorancia.

73 - No soy de los que exprimen su corazón en un lugar violento. Soy de los que atestiguan la belleza y la muerte de la rosa.

74 - Visitaría en Europa lo típico: alguna ruina humeante o algún pueblo afilando las garras y los dientes. Alguna catedral mal ventilada, invadida de moho y oro inútil y en el fondo un cartel: Negocio en quiebra.

75 - El aire no es bastante para los dos. Y no basta la tierra para los cuerpos juntos y la ración de la esperanza es poca y el dolor no se puede compartir.

76 - Y yo que me soñaba nube, agua, aire sobre la hoja, fuego de mil cambiantes llamaradas, solo supe yacer.

77 - Tu sabor se anticipa entre las uvas que lentamente ceden a la lengua comunicando azucares íntimos y selectos.

78 - Nos sorprende palpar un corazón en huelga y unos sesos sin tapa saltarina y un estomago inmune a los venenos.

79 - En estas vastas galerías de muertos, de fantasmas reumáticos y polvo, nos hinchamos de orgullo y de soberbia.

80 - Porque éramos amigos y a ratos, nos amábamos; quizá para añadir otro interés a los muchos que ya nos obligaban.

81 - Que cuidadosamente nos mentimos. Que cotidianamente planchamos nuestras mascaras para hormiguear un rato bajo el sol.

82 - ¿Como podrías estar solo a la hora completa, en que las cosas y tu hablan y hablan, hasta el amanecer?

83 - Venturosa ciudad amurallada, ceñida de milagros, descanso en el recinto de este cuerpo que empieza donde termina el mío.

84 - YO SOY de alguna orilla, de otra parte, soy de los que no saben ni arrebatar ni dar, gente a quien compartir es imposible.

85 - Punzaba el aire en las avispas múltiples y vertía chorritos de miel en cada herida para que el equilibrio permaneciera invicto.

86 - Mi sangre se enardece igual que una jauría olfateando la presa y el estrago pero bajo tu voz mi corazón se rinde en palomas devotas y sumidas.

87 - Pero alguien (ya no acierto con la estructura inmensa de su nombre) dijo entonces: No es bueno que la belleza este desamparada y electrizo una célula.

88 - Henos aquí hace un siglo, sentados, meditando encarnizadamente como dar el zarpazo ultimo que aniquile de modo inapelable y, para siempre, al otro.

89 - Hombrecito, ¿Que quieres hacer con tu cabeza? ¿Atar al mundo, al loco, loco y furioso mundo? ¿Castrar al potro Dios?

90 - El encuentro es a oscuras. En el beso se mezcla el sabor de las lagrimas. Y en el abrazo ciñes el recuerdo de aquella orfandad, de aquella muerte.

91 - Ser de rio sin peces, esto he sido. Y revestida voy de espuma y hielo. Ahogado y roto llevo todo el cielo y el árbol se me entrega malherido.

92 - La manzana cayo; pero no sobre un Newton de fácil digestión, sino sobre el atónito apetito de Adán (se atraganto con ella como era natural).

93 - Engaño en este ciego desnudarse, terror del ataúd escondido en el lecho, del sudario extendido y la marmórea lapida cayendo sobre el pecho.

94 - Es esta rueda isócrona fija entre cuatro cirios, esta nube exprimida y paralitica y esta sangre blancuzca en un tubo de ensayo.

95 - En el principio -dice esta capa geológica que toco- era solo la danza: cintura de la gracia que congrega juventudes y música en su torno.

96 - De las bocas destruidas quiere subir hasta mi boca un canto, un olor de resinas quemadas, algún gesto de misteriosa roca trabajada.

97 - Pero Dios rompe el freno y continua engendrando magnificas criaturas, seres salvajes cuyos alaridos rompen esta campana de cristal.

98 - Al pie de un sauce, triste Narciso de las aguas, o cerca de una roca inexorable quiero dejar mi cuerpo como el que deja ropas en la playa.