La iluminación espiritual

Frases Khalil Gibran

Citas Khalil Gibran


Trabajar con amor es construir una casa con cariño, como si vuestro ser amado fuera a habitar en esa casa.

Para entender el corazón y la mente de una persona, no te fijes en lo que ha hecho, no te fijes en lo que ha logrado, sino en lo que aspira a hacer.

Si la otra persona te hiere, puedes olvidarte de la lesión; pero si le haces daño, siempre lo recordaras.

El pesar y la pobreza purifican el corazón del hombre, aunque nuestras mentes débiles no ven nada de valor en el universo, salvo la comodidad y la felicidad.

No digáis: He encontrado la verdad, sino mas bien: He encontrado una verdad.

Si revelas tus secretos al viento, no culpes al viento por revelarlos a los arboles.

Aléjame de la sabiduría que no llora, la filosofía que no ríe y la grandeza que no se inclina ante los niños.

Cuando la tristeza funde a dos corazones, ni la gloria de la felicidad será capaz de destruir esa unión. Las lagrimas son un fuego que purifica el amor, haciéndolo nítido y hermoso por una eternidad.

Hablas cuando dejas de estar en paz con tus pensamientos.

Amaos los unos a los otros, pero no hagáis un vinculo de amor: que sea un mar en movimiento entre las orillas de vuestras almas.

Que cada uno de vosotros llene la copa de su compañero, pero no bebáis en una sola copa. Que cada uno de vosotros de su pan al otro, pero no comáis todo del mismo pan.

La bajeza mas vergonzosa es la adulación.

Las flores de los campos son las hijas del cariño del Sol y del amor de la naturaleza. Y los hijos de los hombres son flores del amor y de la compasión.

Algunos buscan el placer en el dolor; y otros no pueden limpiarse sino con suciedad.

Si en el crepúsculo de la memoria nos encontráramos una vez mas, volveremos a hablar juntos y ustedes me cantaran un canto mas profundo.

No olvides que la Tierra se deleita al sentir tus pies descalzos y los vientos anhelan jugar con tu cabello.

El ruiseñor se niega anidar en la jaula, para que la esclavitud no sea el destino de su cría.

Aléjate de la sabiduría que no llora, la filosofía que no ríe y la grandeza que no se inclina ante los niños.

En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante, y detrás de cada noche, viene una aurora sonriente.

Lo que yo dejo no es la camisa que me saco hoy y que mañana vuelvo a usar. No; es mi carne que desgarro. No es un pensamiento que yo dejo detrás de mi, sino un corazón que mi hambre ha embellecido y que mi sed volvió tierno y brillante.

El derecho forma parte de la voluntad, porque las almas flotan al viento de acá para allá cuando los fuertes dominan y los débiles padecen los cambios para bien y para mal. No neguéis tampoco la voluntad del alma, mas fuerte que la fuerza del brazo.

Levántate, corazón, alza tu voz y canta porque quien no acompaña al coro de la luz, seguirá perteneciendo a los engendros de las sombras.

De los dos premios principales de la vida, la belleza y la verdad, encontré el primero en un corazón amoroso y el segundo en manos de un obrero.

El silencio del envidioso esta lleno de ruidos.

El mas lamentable entre los hombres es el que convierte sus sueños en plata y oro.

Algunos de ustedes dicen: La alegría es mejor que el dolor, y otros dicen: No, el dolor es el mejor. Pero yo os digo que son inseparables. Juntos vienen y cuando uno se sienta solo contigo en tu mesa, recuerda que el otro esta dormido en tu cama.

Los recuerdos son un traspié en el sendero de la esperanza.

¿Donde puedo encontrar un hombre gobernado por la razón y no por los hábitos y los deseos?

Muchas doctrinas son como un cristal de ventana. Vemos la verdad a través de ellas pero nos separan de la verdad.

Siempre se ha sabido que el amor no conoce su propia profundidad hasta la hora de la separación.

Debe haber algo extrañamente sagrado en la sal: esta en nuestras lagrimas y en el mar.

Confía en los sueños, porque en ellos esta escondida la puerta de la eternidad.

Siempre hemos sido nuestro propio precursor, y lo seremos eternamente. Y todo lo que hayamos juntado y todo lo que recojamos no serán sino semillas para campos todavía sin cultivar. Somos el campo y el labrador, los segadores y la cosecha.

La fe es un oasis en el corazón, que nunca será alcanzado por la caravana del pensamiento.

Aquel que te perdona un pecado que no has cometido, se perdona a si mismo su propio crimen.

Si amas algo, déjalo libre. Si regresas es tuyo, sino nunca lo fue.

Madre: La palabra mas bella en labios del hombre.

Bueno es dar cuando nos piden; pero mejor es dar sin que nos pidan, como buenos entendedores.

Puedes olvidar a aquel con el que has reído pero no a aquel con el que has llorado.

Del hablador he aprendido a callar; del intolerante, a ser indulgente, y del malévolo a tratar a los demás con amabilidad. Y por curioso que parezca, no siento ninguna gratitud hacia esos maestros.

Todo lo que puede dar el amor es entregarse a si mismo; y no toma nada que no sea de si mismo. El amor no posee nada y no admite ser poseído, porque el amor se conforma con el amor mismo.

No busques al amigo para matar las horas, búscale con horas para vivir.

Por muy larga que sea la tormenta, el Sol siempre vuelve a brillar en las nubes.

Tu vida esta determinada no por lo que te trae, sino por la actitud que tu traes a la vida. No es lo que te sucede, sino la forma en que tu mente mira lo que sucede.

Y no penséis en dirigir los caminos del amor; es el amor quien si os encontrara dignos dirigirá vuestros caminos.

Solo la semilla que rompe su cascara es capaz de atreverse a la aventura de la vida.

No progresas mejorando lo que ya esta hecho, sino esforzándote por lograr lo que aun queda por hacer.

Es nuestro yo interno el que sufre cuando desobedecemos y el que nos mata cuando lo traiciónanos.

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