Citas Flavio Cabobianco
La unidad superior la mantienen cuando son bebés y a veces la recuperan poco antes de morir.
Los niños nuevos tienen una conexión espiritual más fuerte que los humanos anteriores.
Para ayudar a los chicos, es fundamental apoyar a los grandes. Los padres que están abiertos pueden cuidarlos respetando sus opiniones, su perspectiva del mundo.
Hay que dejarlo compartir. Hay un solo YO para la Totalidad, aunque el YO individual es de una variedad infinita.
La muerte, como final de la vida, no existe; la vida sigue, de otra manera, seguimos siendo parte de la vida que viene de Dios y que vuelve a Dios.
Todos somos partecitas salidas de Dios.
A los niños se les hace practicar solo el punto de vista Cotidiano. Entonces limitan el uso de sus ondas mentales y aprenden a focalizarse en el plano físico.
Sufren por los deseos y también por la adicción a otros seres humanos.
Hay que tener mucha paciencia para reabrir la conexión espiritual.
Buscan la felicidad externa porque pierden la interna.
Un niño nuevo sabe que es parte de la Totalidad. Si se le quiere enseñar la idea de "mío" se confunde, cree que todo es de él.
La mayor parte de los seres humanos viven toda su vida olvidados de la totalidad.
Por ejemplo, el punto de vista Exterior es "ver" desde fuera de la Tierra y, más aún, desde fuera de la parte manifestada del Universo.
Entre muchos destinos se forma el único destino. El destino de la humanidad. Dios no tiene tiempo. Está fuera del tiempo. Todo lo que está dentro del tiempo empieza y termina.
Es conveniente hablarles de lo espiritual sin dogmatismos ni fanatismos.
Los niños, al jugar practican esta realidad. Seguir abierto es mantener otros puntos de vista.
Es necesario respetar el espacio, el tiempo y el pensamiento de los niños.
Los humanos aprenden a usar un solo punto de vista, el cotidiano que sirve para lo físico y para vivir en sociedad.
El recién nacido esta asustado, encerrado en la realidad física. Extraña la unidad esencial de donde viene, se adhiere a las personas que lo cuidan.
Los chicos necesitan espacio, tiempo, pensamiento y expresión. Hay que hablarles de Dios, de lo espiritual, pero sin forzarlos a aceptar una Verdad.
Los bebés sufren al adaptarse a la densidad y la dualidad de este planeta.
El punto de vista Interior es "mirar" desde dentro del núcleo interno del propio ser, y ver el núcleo de otros seres.
El cerebro humano es limitado, pero la mente es ilimitada y refleja la Mente Divina.
Nuevos niños están naciendo. Son humanos diferentes aunque no lo parezcan. Yo soy solo uno de ellos, uno de los primeros. La humanidad esta cambiando.
Yo soy uno de los pioneros de esta nueva humanidad.
Los padres pueden ayudar o dificultar el desarrollo de los niños según su nivel de conciencia.
Es como usar apenas una partecita de una computadora. Una vez que están programados de esta manera, es difícil que se abran, pueden confundirse.
El punto de vista Central es "ver" desde el Núcleo, esencia energética de Dios.