La iluminación espiritual

El sutil encanto de lo simple

LA SUTILEZA ENCANTADORA

Qué harías si tuvieras que elegir solo cien objetos de todo lo que te pertenece y deshacerte del resto? ¿Te animarías a vivir una vida más despojada? La simplicidad voluntaria, un movimiento que nació en los años 50, enseña que éste es el camino a la felicidad. Te invitamos a conocerlo.

Dave Bruno, un padre de familia californiano lanzó en 2008 un desafío a través de Internet: que cada uno hiciera la lista de los objetos personales indispensables en su vida y se plantee regalar o tirar el resto. Todo lo que pertenezca a la familia, los utensilios de cocina o los muebles de la casa quedan excluidos. Se trata de seleccionar un número limitado de pertenencias personales y responder a la pregunta fundamental: ¿tengo todo lo necesario para ser feliz? Su blog fue tan popular que miles de americanos se sumaron a la iniciativa. La propuesta de Dave es una más de las miles de iniciativas que hoy recorren el mundo en busca de un estilo de vida más simple, austero, espiritual y amigable con el medioambiente.

La simplicidad en el vivir no es una idea nueva. Tiene profundas raíces en la historia y encuentra su expresión en todas las tradiciones de la sabiduría ancestral. Puede ser que Jesús, Buda, Lao Tse, Sócrates, Pitágoras, Confucio, San Francisco de Asís y tanto otros maestros de la humanidad, no hayan coincidido en su visión sobre cual es la verdadera naturaleza del Universo, pero en cambio todos ellos coincidieron en la persecución de formas de vida más austeras que apunten a la búsqueda de la auto-realización espiritual. Pero más allá de los profetas, en la década del 60, antes del auge de la sustentabilidad, el comercio justo y el slow food, tan populares en nuestros días, hubo ya algunos que abogaban por un mundo más sencillo. Lo que hoy nos parece casi obvio, hace 50 años no lo era tanto. En 1953, el filósofo social Richard Gregg acuñó el termino simplicidad voluntaria describiéndola como un modo de vida con un nuevo equilibrio entre el crecimiento interior y exterior del ser humano. En esencia, la simplicidad voluntaria o el downshifting (bajar unos escalones), como algunos lo llaman, significa vivir de un modo simple, pero más rico interiormente. A este pensamiento se le agregó el de Ernst Friedrich Fritz Schumacher, un intelectual y economista inglés que se puso encontra de una sociedad distorsionada por el culto al crecimiento económico. "Lo pequeño es hermoso": (en inglés: Small Is Beautiful) se convirtió en uno de los libros más populares del siglo XX.

En un mundo en el que las ciudades son cada vez más caóticas, las crisis económicas más graves y los desastres naturales más frecuentes, las huellas de Schumacher y Gregg aparecen por todos lados. simplicidad en el vivir, en el consumo, en nuestras relaciones, y en todas las esferas de la vida diaria; El movimiento de simplicidad voluntaria contrapone el actual imperativo asimilar dinero y posesiones materiales con el objetivo de lograrcalidad de vida. Las personas que simpatizan con este movimiento se oponen al mandato de que hay que amasar tanta riqueza y prestigio como podamos, y en cambio apuesta a eliminar lo superfluo en nuestras vidas para liberar tiempo y recursos, de manera de poder llevar una vida más consciente, libre y plena. Volver a conectarnos con nuestras raíces, con nuestra historia, con lo pequeño.

La movida dio la vuelta al mundo y hoy es es más popular que nunca. Ciudades de Inglaterra, Alemania, Austria, Estados Unidos y más recientemente algunas latinoamericanas se están plegando. Replantean la arquitectura, los materiales, las calles, la contaminación visual. En el trabajo, miles de personas buscan una forma de vida que no implique pasar doce horas en la oficina. En el ejercicio, el yoga y el tai chi suman cada vez más adeptos. También en la medicina se instalan los sistemas que abordan el organismo desde una perspectiva más integral. En muchas ciudades se renueva el paisaje urbano para estimular a la gente para que conduzca menos y camine más.

El mundo, definitivamente, está cambiando. Sin líderes ni manifiestos, inspirado por individuos como Dave Bruno, organizaciones no gubernamentales y una filosofía que apunta a la vida plena, los derechos sociales y la defensa del medio ambiente. Como diría Shumacher: La tarea de nuestra generación, no tengo ninguna duda, es la de una reconstrucción metafísica. No es nada parecido a tener que inventar algo nuevo ni tampoco consiste en acudir a las formulaciones de antaño. Nuestra tarea, es comprender el mundo presente, el mundo en el cual vivimos y tomamos nuestras decisiones.

¿Te animarías a probar?

Pequeñas ideas para escaparle al vértigo:

La simplicidad supone desechar todo lo que está de más, vivir más ligeramente, dejando de lado todas aquellas distracciones que nos alejan de una verdadera calidad de vida. Se puede vivir simplemente en las ciudades, en los pueblos y en las áreas rurales.

Algunos de los valores que acompañan el movimiento de simplicidad voluntaria son los siguientes:

simplicidad por elección: Significa elegir nuestro camino a través de la vida en forma consciente, deliberada y con nuestro propio sentido de simplicidad. Organizar nuestra vida de manera de dar nuestros verdaderos dones al mundo, que es dar la esencia de nosotros mismos.

simplicidad compasiva: La simplicidad compasiva implica sentir una relación con la comunidad de la vida y transitar el camino de la reconciliación con otras especies y con las futuras generaciones, como por ejemplo, aquellas con grandes diferencias en bienes y oportunidades. La simplicidad compasiva es el camino de la cooperación, la colaboración, la responsabilidad y la justicia, que busca un futuro de desarrollo para todos, sin exclusiones. Se trata de no querer nada para sí que no sea para todos.

simplicidad ecológica: Elegir un tipo de vida que reduzca lo más posible nuestro impacto ecológico, o sea, que afecte lo menos posible al planeta. La simplicidad ecológica valora la interconexión profunda con toda la trama de la vida y se moviliza ante amenazas al bienestar global (el cambio climático, la reducción de la biodiversidad y el agotamiento de los recursos). Fomenta el capitalismo natural: la responsabilidad individual y social y las prácticas que valorizan los ecosistemas y la salud de las personas por sobre la economía meramente productiva.

simplicidad artística: La forma en que vivimos representa el trabajo de un artista en desarrollo. Como dijo Gandhi: Mi vida es mi mensaje. En este espíritu, la simplicidad es discreta, modesta y orgánicamente estética, contrastando con el exceso y la exuberancia del estilo de vida consumista.

simplicidad frugal: Cortar aquel gasto que realmente no sirva a nuestras vidas y practicar una administración hábil de nuestras finanzas para lograr la independencia financiera. La frugalidad y el manejo financiero personal cuidadoso aumentan la libertad económica y la oportunidad de elegir más conscientemente nuestro camino en la vida. Vivir con menos también reduce el impacto de nuestro consumo sobre la Tierra y libera recursos para otras personas.

simplicidad natural: Recordar nuestras raíces en el mundo natural; experimentar nuestra conexión con la ecología de la vida y, a la vez, equilibrar el tiempo que pasamos en un ambiente creado artificialmente por ratos vividos cerca de la naturaleza. También significa celebrar la experiencia de vivir a través de la toma de conciencia del milagro de la propia existencia.

simplicidad ordenada: Asumir que la vida es ocupada, estresada y fragmentada. Una simplicidad ordenada implica cortar con las distracciones triviales, tanto materiales como no materiales, y enfocarse en lo esencial.