1 - Esta es una de esas historias que siempre parecen suceder en el recóndito país donde suceden los cuentos; sólo que en esta ocasión es historia real.
1 - Se decía que un santo, cada vez que salía de su casa para ir a cumplir sus deberes religiosos, solía decir: Ahora te dejo, Señor. Me voy a la iglesia.