1 - La consecuencia inevitable del amor es la manifestación de Dios.
1 - Cualquier judío en esos días, al escuchar a Miqueas predecir la venida del Soberano de Belén, quien apacentaría Su grey en la fortaleza del Señor, pensaría inmediatamente en dos personas: El rey David y el Hijo de David, el Mesías.