Hay que dar al otro la oportunidad de que sea él mismo, eso es comprensión, eso es amor verdadero. No programar a los demás es de sabios e iluminados.
La iluminación consiste en que aceptemos lo que es, en todo momento con la consciencia de que cada momento en el aquà y el ahora es sin dudar el mejor.
Incluso el loro que imitaba a todos puede aprender de los modos humanos, puede imitar, puede volverse neurótico. Ser imitativo es sin duda ser neurótico.
Ni una sola piedra de programación mental quedará al ser manifestada la verdad. Mira, observa, examina, explora... y tu mente se hará viva y despierta.
La anciana sabia interpretó a la Reina el sueño que se le caÃan los dientes con prudencia. Si tus palabras no son un regalo es mejor que no las pronuncies.
No discutas con una mujer que lee, porque ella sabe pensar. Por ello no se puede engañar a una mujer, la mujer ve con los ojos del alma, ve con sabidurÃa.
Yo vivo en completa meditación, asà que no rezo. Solo aquellos que no viven en la meditación les gusta rezar. ¿Qué verdadero sentido tiene una plegaria?
No te ayudo a que seas perezoso, pero la pereza consciente, tiene para triunfar, una ventaja sobre las demás actividades, y es el que no exige nada.
Con el verdadero amor, no habrá distanciamiento, ni inseguridad. Si las personas se gritan no será posible que acorten la distancia en sus relaciones.
Estudiar la verdad especulativamente es útil como material de enseñanza. Recuerda que a menos que medites constantemente, tu luz podrÃa apagarse.
Recuerden que, «él no puedo», es realmente socorrido para aliviarnos de la responsabilidad y que solo se trata de una trampa mental contra la superación.
El amor sanará tanto a quienes lo reciben como a quienes lo dan. El amor no es una cantidad, es una cualidad que crece si la das y morirá si la retienes.
El amor verdadero sin lugar a dudas es lo desconocido que sustenta la infinitud. El amor está por encima de expresiones como él o ella, persona o cosa.
Un anacoreta es una de esas personas que por amor a Dios se refugian en la soledad para solamente dedicarse plenamente a la oración y a la penitencia.
Si aceptamos que todo fluye; no hay lamentos, ni quejas, asà es la vida y asà son las cosas, el que vive él ahora tiene el perdón implÃcito en su corazón.
Con Cristo algo ha cambiado en el hombre; Algo ha penetrado en la consciencia del hombre. Buda es hermoso, pero falta el puente. Cristo es el puente.
La primera regla para comprender, es no juzgar. Los despiertos existen en una dimensión más allá de toda comparación donde todo lo pueden comprender.