Si el ego desaparece, encontraremos una clase de humildad. No hay nada por lo que ser tímido, y no tendremos que escondernos detrás de la falsa humildad.
En el Zen, la vida no es un acertijo que haya que resolver, es un misterio que hay que vivir. Es un profundo misterio, solo confía y déjate llevar.
La falsa humildad es el ego reprimido, aparentando ser humilde deseando ser el mejor. La humildad no tiene nada que ver con el ego; es la ausencia del ego.
Pelé da lecciones de humildad pese a haber sido laureado y aclamado por el mundo por ganar varios mundiales, a Pelé no se le subió la fama a la cabeza.
Ten paciencia. No permitas que la mente se entrometa, dile a la mente que espere. Es difícil para la mente el esperar es la encarnación de la impaciencia.
La paz se esconde detrás del milagro, en el centro de la ilusión: unos y otros deben ser dejados atrás, para que lo inexpresable pueda ser expresado.
Ama al extraño. No se trata de dar algo valioso, basta con echar una mano. Da y descubrirás que la gente que ni te miraba se muestra amorosa contigo.
La humildad es la ausencia del ego. Abandona la decoración que has acumulado, y ser como niño que no sabe quién es, que no sabe nada acerca del mundo.
Una anciana de esas de muy poca consciencia cuando oyó la noticia de la bomba atómica de Hiroshima, dijo: Milagro, milagro, gracias a Dios no cayó acá.
Formas un hogar estructurado si eres consciente de la llama interior de tu ser interior, si entiendes que no eres una isla, que eres parte de una familia.
El ego tiene la fuerza de la roca, la persona humilde tiene la fuerza del agua y Tagore entendía que debía volverse como el agua para finalmente vencer.
La primera regla para comprender, es no juzgar. Los despiertos existen en una dimensión más allá de toda comparación donde todo lo pueden comprender.