Pon a dieta tu mente de ese parloteo continuo. Ese parloteo la mantiene viva. Así que libérate de las garras de la mente, libérate del parloteo interno.
Las imágenes que has creado en tu impotencia a fin de ocultarte para enmascarar tu realidad. Abandona esas máscaras, permanece quieto, permanece vacío y mira en tu ser.