¡Despierta! Si estás dispuesto a cambiar tus ilusiones por la realidad, cuando estés dispuesto a cambiar tus sueños por hechos, entonces encontrarás todo.
La conciencia no es un hábito; la conciencia consiste en vivir siendo conscientes, no reducidos a un condicionamiento, no poseídos por un mecanismo.
Abraham pagó con su reino su pobreza. Hubiera dado incluso miles de mundos por un solo instante de pobreza porque cada día su valor se incrementa más.