CUENTOS: MENDIGO

El mendigo del Támesis

¡Despierta! Si estás dispuesto a cambiar tus ilusiones por la realidad, cuando estés dispuesto a cambiar tus sueños por hechos, entonces encontrarás todo.

El mendigo condicionado

La conciencia no es un hábito; la conciencia consiste en vivir siendo conscientes, no reducidos a un condicionamiento, no poseídos por un mecanismo.

El emperador mendigo

Abraham pagó con su reino su pobreza. Hubiera dado incluso miles de mundos por un solo instante de pobreza porque cada día su valor se incrementa más.


Cuentos zen recientes

Cuento ZenEl lirio y la hormiguitaEl poder de dar amorEl maestro es insultadoEl banco del tiempoLas adversidadesEl manantial de la alegríaLa búsqueda de Alejandra

BUSCAR EN GOOGLE: MENDIGO