Olvídate de los sueños

Cuento zen con moraleja

Recuerda solamente una cosa: sueñas porque estás inconsciente. Los sueños prueban que no estás lo suficientemente alerta, estás profundamente dormido.

Imagen del cuento: Olvídate de los sueños

Cuento zen sobre los sueños

¿Tuviste un sueño?

¡Pues lávate la cara y olvídate de él!

Los sueños son sueños, sin ningún sentido.

¿Por qué dices eso? No lo entiendo.

Te contaré una famosa anécdota zen:

Un maestro zen se levantó por la mañana y vio a un discípulo que pasaba.

Le llamó y le dijo:

¡Ven! He tenido un sueño muy bonito. ¿Te importaría interpretarlo?

Él le contestó:

Espera. Voy a traer un cubo de agua. Por favor lávate la cara.

El maestro esperó. El discípulo le llevó el cubo de agua y él se lavó la cara. En ese momento pasó otro discípulo y el maestro lo llamó.

Le dijo:

Oye, ven aquí. He tenido un sueño bonito. ¿Te importaría interpretarlo?

Él le contestó:

Espera. ¿Te has lavado la cara? Te voy a traer una taza de té. Y le llevó una taza de té.

El maestro, muy contento, exclamó:

¡Si hubierais intentado interpretarlo, os habría echado a ambos del monasterio!

MORALEJA

Esa es la interpretación correcta: ¿tuviste un sueño? ¡Pues lávate la cara y olvídate de él! ¿Todavía lo recuerdas un poco? Pues tómate un té, pero ¡Olvídate de él! ¡Es un sueño! ¿Qué hay que interpretar?

Solo hay que recordar una cosa: que soñabas porque estabas inconsciente. Ahora estás intentando interpretarlo, sigues apegándote a él. Ocurrió porque estabas profundamente dormido.

Se dice que Buda dijo que los sueños son como los ladrones: cuando la casa está oscura, sin ninguna lámpara, los ladrones se interesan por ella. Se acercan, escudriñan a través de la ventana, y si el dueño está profundamente dormido, mucho mejor. Si el guardián ya no está de guardia, perfecto; entran.

Los sueños son como ladrones. Cuando hay un guardián en la puerta, los ladrones se mantienen alejados. Cuando hay luz en el interior de la casa y las ventanas están completamente iluminadas, no se atreven a acercarse. Y cuando ven que el dueño está completamente despierto y moviéndose, y ven a la gente hablar y cantar, y moverse, y ven sombras, no se les ocurre acercarse.

Los sueños ocurren porque durante el descanso no eres consciente. Y los sueños también continúan teniendo lugar en tu estado de vigilia porque en ese momento también tu consciencia es así, más bien floja, nada del otro mundo.

De modo que piensa en los sueños como símbolos únicamente en este sentido: prueban que todavía no estás lo suficientemente alerta, eso es todo.

Los sueños son sueños, sin ningún significado; no te preocupes demasiado por ellos. Solo hay una cosa importante: cuando los sueños ocurren en tu descanso, pierdes toda consciencia. Durante el día tampoco eres muy consciente; por lo tanto, sé más consciente. No prestes demasiada atención a los sueños, de lo contrario se puede convertir en un juego muy peligroso. Empiezas a jugar con los sueños, con su significado, con sus símbolos, con sus mitos, una capa tras otra, ¡y te habrás perdido!