La lógica en la vida
Cuento zen con moraleja
La lógica no funciona en la vida. No te libras fácilmente. Puedes salir de una trampa de un modo lógico porque la trampa consiste en lógica aristotélica.
Cuento zen sobre la lógica en la vida
Un hombre fue acusado de pagar una cuenta con moneda falsa. Al oído, el acusado arguyo que él no sabía que el dinero era falso. Al solicitársele pruebas admitió, Es porque yo lo robe. ¿Habría robado yo el dinero si hubiera sabido que era falso?
Después de pensárselo un rato, el juez decidió ser benévolo, de modo que retiro los cargos de falsificación, pero los sustituyo por uno nuevo: el de robo.
Es verdad que lo robe, admitió el acusado, pero el dinero falso no tiene valor legal. ¿Es, pues, un crimen robar algo que no vale nada?
Nadie pudo encontrar fallo alguno en su lógica; por lo que fue puesto en libertad.
MORALEJA
Entiendan que la lógica no funciona en la vida. No puedes quedarte libre tan fácilmente.
Puedes salir de una trampa de un modo legal y lógico porque la trampa consiste en lógica aristotélica. Puedes emplear la misma lógica para salirte de ella. Pero en la vida no te será tan fácil escaparte gracias a la lógica, gracias a la teología, gracias a la filosofía, gracias a tu gran inteligencia, a tu habilidad inventando teorías. Solamente podrás salirte de la vida o trascenderla mediante la auténtica experiencia.
Por esto, la lógica nunca conducirá a nadie a lo Divino, porque ella es humana y ha destruido todos los puentes hacia lo Divino que es un gran misterio que no puede ser resuelto, no es un acertijo que pueda resolverse. Pero si continúas pensando en forma lógica, entonces llega un momento en el que alcanzas el límite de la lógica. Si continúa pensando más y más, entonces el pensamiento lógico se convierte en contemplación.
Considéralo de esta forma, un filósofo lógico se encuentra sentado en el jardín y observa una rosa. La interpreta, la clasifica. Sabe qué clase de rosa es, de donde proviene, conoce su fisiología, su química. Lo mira, por un lado, y otro, y en realidad nunca toca en absoluto a la rosa, deja a la rosa intacta.
Porque la lógica nunca puede tocar una rosa, puede cortarla, puede etiquetarla, clasificarla, encasillarla, pero no la puede tocar. Y aunque la lógica quiera tocarla, no es posible. La lógica no posee corazón y solamente el corazón puede tocar la rosa. La rosa no abrirá sus misterios a la mente, porque lo mental es como una violación. Y la rosa se abre únicamente por amor, no para ser violada.