CUENTOS: CIENCIA

La paciencia

No seas impaciente. La existencia necesita de inmensa paciencia. Los supremos misterios solo se abren, solo para aquellos que tienen una inmensa paciencia.

La conciencia de Adán y Eva

Adaptación para mundos duales, donde las palabras quedan cortas para expresar la realidad de la no-dualidad y la diferencia entre conciencia y consciencia.

Paciencia de semilla de bambú

Ten paciencia. No permitas que la mente se entrometa, dile a la mente que espere. Es difícil para la mente el esperar es la encarnación de la impaciencia.

El milagro de la consciencia

Que no te vaya a pasar lo que le sucedió a la anciana cuando oyó la noticia de la bomba atómica de Hiroshima y dijo: Milagro, gracias a Dios no cayó acá.

La conciencia constante

Si no pones todo el esfuerzo en despertarte, no ocurrirá. Los esfuerzos parciales son inútiles. La transformación solo ocurre si pones toda tu energía.

La inconsciencia

Siendo dueño de tu mente, adquirirás conciencia sobre el origen de la luz interior. La verdadera libertad se alcanza al ser totalmente consciente de ello.

La paciencia de una Madre

Madres, no sean impacientes. Ellas necesitan de una inmensa paciencia. El supremo amor se abre solo para aquellas madres que tienen una inmensa paciencia.

La ciencia de los negocios

Un meditador vive en el mundo de negocios, pero no vive poseído por él; es trascendental, permaneciendo en el mundo y a la vez un poco por encima de él.

La consciencia embotada

Tu presencia está aquí. Y cuanto más consciente te vuelvas, más silencio alcanzará tu vida, más paz, más amor. Estas son consecuencias de la consciencia.

La paciencia y el tiempo

Ve despacio, con paciencia, sin prisas, la meta no está en otro lugar, está dentro de ti. Si no tienes prisa, la sentirás; si tienes prisa, no la sentirás.

Cambia tu consciencia

No cambies la conducta, cambia tu consciencia. Debes actuar conscientemente y esto se convertirá en transformación, y así toda tu conducta será cambiada.

La consciencia te transforma

El hombre es siempre viejo, pero existe algo en el hombre que no es ni viejo ni nuevo: la consciencia, que siempre es absolutamente trasformadora.

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